Royalty: vamos avanzando, pero queda trabajo pendiente



SEÑOR DIRECTOR:

El gobierno presentó las indicaciones al proyecto de ley de royalty minero. Se reconoce el avance y la apertura del Ministerio de Hacienda en intentar generar consensos.

En lo medular, las indicaciones proponen bajas a las excesivamente altas tasas del componente ad valorem; y modifica el componente en base al margen minero, con tasas que ahora fluctuarían entre el 8% y el 26%, y abandonando el precio del cobre como parámetro de estas, pues ahora dependerían del margen operacional. La base imponible, en tanto, considera la depreciación para efectos de su cálculo.

Si bien creemos que, en general, las medidas apuntan en la dirección correcta, los cambios propuestos al tributo sobre el margen operacional resultan insuficientes: las tasas son demasiado altas y su progresividad muy pronunciada, lo que lleva a tasas efectivas superiores al 50% para faenas con márgenes operacionales altos. Lo anterior, junto con la exclusión de los gastos de organización y puesta en marcha, puede desincentivar fuertemente nuevas inversiones en el país en favor de otras naciones que compiten por captar ese potencial de crecimiento, lo que impactará negativamente la recaudación a futuro. Incluso, el impuesto podría desincentivar la búsqueda de eficiencias al interior de la compañía, pues un incremento en el margen conllevaría un considerable aumento de la carga fiscal.

Hay espacio para que la industria minera pague más, pero siempre teniendo presente no perder la competitividad internacional en una industria que hemos liderado por décadas. Ante esto, proponemos: modificar el guarismo máximo del componente sobre margen operacional minero a un 20% y revisar la progresividad de la escala de tasas, al tiempo que incluir una cláusula que limite al 45% el monto máximo a pagar por la empresa por su renta minera.

Hugo Hurtado

Socio Tax & Legal y BPS en Deloitte

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