Se termina el tiempo de disimulo

partido comunista
Foto de archivo de un grupo de dirigentes del Partido Comunista. Foto: Agencia Uno


Volviendo a leer frases que marqué, con ocasión de la lectura de la muy buena novela de Paul Auster 4 3 2 1, como dice uno de los párrafos de presentación; un emotivo retrato de toda una generación, un relato del crecimiento universal, de la mano del protagonista y una saga familiar que escudriña de manera deslumbrante los límites del azar y las consecuencias de nuestras decisiones, repasé una que me lleva a hacer una modesta disquisición sobre nuestra contingencia política .

El personaje principal de la novela, el estudiante de literatura, Ferguson, ávido lector sumido en el estudio de La Odisea de Homero, nos recuerda que Atenea aparece, en un momento, en la guisa de una alta y bella mujer, solo vista por Odiseo, y por tanto invisible para el resto, y cuando la diosa hace señas al padre para que salga un instante, le dice que se ha acabado el tiempo del disimulo y ahora debe mostrarse.

El tiempo del disimulo, aquel en que por diversas razones, algo se oculta, se esconde o no se muestra en su integridad por alguna razón, en una versión loable -acaso para proteger o conseguir un bien superior- que justifica esa actitud no del todo prístina.

En la política, como en otras muchas acciones, suele darse el disimulo, no es acaso un ejemplo de ello la postura del Partido Comunista (PC) en relación al régimen Venezolano y su pretensión de mantener el poder al costo que sea, y con los métodos que sean, la verdad que disimuló hasta hace poco, pues las últimas declaraciones de sus principales dirigentes, acusand por ejemplo al canciller Muñoz de actuar como agente de la política exterior de EE.UU. -por cierto un despropósito- terminan por mostrar de manera nítida, sin disimulo, ya no la comprensión, sino la adhesión a la dictadura que se va construyendo paso a paso en Venezuela. La descalificación que se ha hecho del canciller de su propio gobierno, era impensada un par de meses atrás.

Esta misma situación permitirá que otros partidos de la coalición que dio sustento al gobierno que ya termina, pueda dejar atrás ciertos disimulos.

Lo dicho por la Democracia Cristiana (DC) y el PPD sobre este tema avanza en esa dirección, no así la confusa declaración del vocero (s) del gobierno, que luego de respaldar la actitud del canciller, agregó que la crítica del PC era válida y legítima, un contrasentido flagrante, en el cuidado. en los descuentos, de una unidad imposible.

También hay disimulos en la coalición que ahora luego asume, pues las campañas y programas son tierra fértil para aquello. Los hay en educación, previsión. Qué primará, en educación, las cuidadas palabras de campaña, o la impronta dura del ministro elegido mucho más cercano a subsidiar la oferta que la demanda, partidario de la provisión mixta y no de la preferencia al Estado.

El espacio no me permite profundizar, pero en el tema previsional, y en varios otros, llega el tiempo de mostrar las cartas y se termina el disimulo.

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