¿De qué sequía me hablan?

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Sala del Senado. Foto: Reinaldo Ubilla


Sois un montón de peladores. ¿De dónde sacaron eso de la sequía legislativa? Basta fisgonear un poco en los registros digitales del Congreso para comprobar que nuestros honorables y honorablas se encuentran ocupadísimos en materias de absoluta trascendencia para nuestro país.

Esta semana, por ejemplo, terminaron el trámite legislativo del proyecto que reduce a 50 km/h la velocidad máxima para la circulación de vehículos motorizados en zonas urbanas. Ustedes me dirán que estamos frente a una medida clave para la disminución de los accidentes y capaz que hasta lo comparta. Lo gracioso es que antes la velocidad máxima ascendía a esos mismos 50 km/h. Luego la subieron a 60 km/h y ahora la regresan a 50 km/h. Y todos sabemos que, en el fondo, es irrelevante porque la fiscalización no alcanza y los automovilistas continuarán circulando muy por encima de estos límites de papel.

Pero eso no es todo. Durante la última quincena, el Senado de la República ha visto en sala proyectos de suma relevancia, como aquel que fija el 4 de julio como el Día Nacional del Cuequero y la Cuequera (sospecho que esto nos provocará un lío con los gringos). También destinaron parte de su valioso tiempo para establecer el 15 de agosto como Día Nacional de los Trabajadores y Trabajadoras de Taxis Colectivos (recuerde anotar desde ya estas fechas en su calendario).

Los diputados tampoco han tenido descanso. Por ejemplo, la tabla del jueves pasado incluía el informe del diputado Gonzalo Fuenzalida para establecer el Día Nacional del Rock Chileno y a su par Marcelo Díaz abogando por un monumento en honor al ex primer ministro sueco Olaf Palme.

Los parlamentarios han estado también preocupados de sus respectivas comunidades, como el caso del senador David Sandoval, quien envió un oficio para conocer "el destino que tendrán las graderías retiradas del estadio regional de Coyhaique". Y un par de días antes, pidió que le informen "acerca de las alternativas de regularización a las que puede acceder don Francisco Gastaminza Cid para un terreno de 527 hectáreas", el mismo que este señor ya solicitó a Bienes Nacionales "a título gratuito" en 1987.

Buena cosa. Nunca se me había ocurrido que los senadores eran una vía factible para solucionar asuntos inmobiliarios.

Mientras tanto, el senador De Urresti quiere saber qué pasó con los 700 árboles de quillay que Conaf debería entregar al comité de agricultores Kochilhue de Temuco.

Asuntos claves, asuntos prioritarios. Favor no molestar.

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