Sociedad en precipicio



SEÑOR DIRECTOR

Cuesta entender el que, para ciertos grupos de la opinión pública, no todas las vidas valgan lo mismo. Esa es la miseria del ser humano en su máxima expresión. Ver personas en las redes sociales festinando por el asesinato del carabinero que fue baleado en La Araucanía, demuestra de qué están hechas las personas.

¿Será egoísmo? ¿Estamos ante una ausencia de espíritu crítico para discernir entre lo que está bien o mal? ¿Hay falta de empatía en la sociedad? ¿La política se antepone a los tres hijos que quedaron sin su papá?

Chile cambió, es cierto. Y estoy dispuesto a escuchar con apertura y ver, en la medida de lo posible, cómo puedo aportar y colaborar. Pero mientras se sigan avalando estos hechos delictuales, es difícil que se configure un país del que todos nos sintamos orgullosos.

Me aterroriza la falta de integridad. Y me preocupa el que la gente, no ponga en valor el rol que le compete individualmente. Es que el cambio social, reside en el propio individuo. Todos podemos elegir cómo jugar la partida en función de las cartas que poseemos.

Los pequeños gestos cambian la energía del mundo de una manera poderosa.

Nicolás Ward Edwards

Periodista

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