¿Qué sucede con Corfo?

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El nuevo vicepresidente de Corfo, Sebastián Sichel, afirmó en una entrevista que el presidente Sebastián Piñera "solicitó que, en el corto plazo, debo presentarle un plan para que la Corfo impacte en la productividad y el crecimiento".

Estas declaraciones, que en primera instancia parecen positivas, son preocupantes a mi juicio. En primer lugar, de las palabras de la nueva autoridad de Corfo, se desprende el presidente y el gobierno no tienen—o han tenido una estrategia, plan o meta, para la Corfo y para la política de innovación en general—, surgiendo entonces la pregunta: ¿Recién ahora se solicita un plan al vicepresidente entrante?

Es importante tener presente que la Corfo es el brazo armado del gobierno para incidir en la innovación, el emprendimiento, y la productividad. Esto, debido a que los planes de inversión, o una posible baja de impuestos, No impactan la productividad. Es la innovación, la ciencia y la tecnología aplicada a problemas país y objetivos productivos la que sí impacta la productividad de largo plazo. Por ello es que sorprende que ahora, ya instalado el nuevo gobierno, se pide un plan para este tema.

En segundo lugar, las declaraciones de Sichel denotan un desconocimiento de cuál es el rol de este organismo. La Corfo es una institución ejecutora de políticas que diseña el Ministerio de Economía. Estas políticas y los recursos involucrados son coordinadas y diseñadas desde Economía, por supuesto con la participación de Corfo, pero el diseño de buenas políticas obedece al organismo encargado de su financiamiento, seguimiento y evaluación.

En tercer lugar, la postura planteada tiene un "gusto refundacional" que ignora lo que ha sido el objetivo de cada instrumento de la Corfo de los últimos 30 años. Y, al mismo tiempo, presenta una noción de que Corfo no impactaría en la productividad y el crecimiento.

La Corfo cuenta con una parrilla de muchísimos instrumentos (quizás demasiados) para apoyar el desarrollo de innovación y emprendimiento con un aprendizaje de tres décadas que la han posicionado como un ejemplo para otras agencias de desarrollo, como lo han destacado organizaciones como NESTA, Banco Mundial y BID en diversos informes. Es preocupante, desde esa perspectiva, que se insinúe que la Corfo no impacta en el crecimiento y en la productividad,  pues da pie para eliminar o modificar instrumentos solo bajo ese supuesto.

La mayoría de los instrumentos de la Corfo están bien diseñados, tienen marcos lógicos estructurados, con objetivos claros y mecanismos que han sido probados en muchas partes del mundo. Buscan impactar en el desempeño de empresas apuntando a fallas de mercado que son claras: apropiabilidad de nuevo conocimiento, riesgo tecnológico y de mercado, capacidades de gestión y capital humano para la innovación, problemas de los comunes y de coordinación para el desarrollo de tecnología y bienes públicos en sectores productivos clave del país.

La pregunta de fondo es si Corfo impacta en el crecimiento y la productividad. Y, si es así, ¿cómo lo hace?

La verdad es que no lo sabemos del todo. No tenemos evaluaciones de cómo la Corfo impacta la productividad como institución. Sí se han realizado una serie de evaluaciones de resultado e impacto en los últimos 20 años, a instrumentos como el Fontec  (hoy llamado apoyo a prototipos y empaquetamiento de innovación), FDI, Consorcios Tecnológicos, Crédito Tributario a la I+D, por nombrar algunos, con resultados por lo general positivos en productividad a nivel de empresas individuales. Durante el gobierno anterior, el Ministerio de Economía armó un plan de evaluaciones de impacto, incluso aleatorias, que es de esperar que continúen en este gobierno. Pero también es cierto que para muchos instrumentos (la mayoría) no tenemos aún evaluaciones de su impacto.

Ahora bien: aunque tuviéramos evaluaciones positivas en todos los instrumentos de la Corfo, es probable que su efecto agregado en la productividad sea bajo. ¿Por qué? Por un tema de escala. La Corfo hoy invierte cerca de 300 millones de dólares en apoyar la Innovación y el emprendimiento. Esto es el 0,1% del PIB. Si se tiene en cuenta que la rentabilidad promedio de la I+D fluctúa entre el 40-200%, es muy difícil que los resultados de vean a nivel macro.

Si se quiere que la Corfo tenga un impacto visible en la productividad, debe expandir su escala de apoyo de partida. Y. en segundo lugar realizar un esfuerzo real de medir sus resultados e impacto para justificar dónde expandir, reducir o eliminar apoyos. Hubiese esperado esto de un programa de gobierno, con metas claras en cuanto al número de empresas a impactar, empleos o exportaciones a generar, y que sea visible en una medición de encuestas de innovación o en la productividad del país,  y no de un "plan en el corto plazo".

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