Suspensión del Simce: lo que viene

simce


Por Carlos Henríquez, ex secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación

La suspensión del Simce para este año en el contexto de la actual emergencia sanitaria es una buena noticia para toda la comunidad educativa, ya que permite poner foco en generar vínculos, acciones para el bienestar, retroalimentar y priorizar aprendizajes centrales de todos los estudiantes.

El actual escenario donde la posibilidad de volver a clases es aún más incierta y difícil de proyectar, creo que la reconsideración del ministro Raúl Figueroa es un buen avance.

Ahora es necesario formalizar la decisión y adecuar el plan de evaluaciones vigente (nacionales e internacionales), enviando una propuesta de ajuste al Consejo Nacional de Educación (CNED), institución que debió utilizarse para este debate técnico, pero que lamentablemente no se concurrió.

La suspensión del Simce debe ir acompañada con el fortalecimiento de la evaluación diagnóstica que viene trabajando la Agencia de Calidad de la Educación, pues aportará a que los colegios y profesores tengan instrumentos por estudiante, de rápido reporte y como insumo para el trabajo formativo en los aprendizajes y en el apoyo socioemocional.

Hace diez años, por ejemplo, teníamos sólo Simce. Hoy contamos con otros componentes. En esa dirección, es indispensable que el segundo semestre de este año se discuta el nuevo Plan de Evaluaciones de los años 2021–2025, en  base a una propuesta inicial de la Agencia de Calidad, en donde existan las mayores instancias de diálogo y sigamos dando pasos respecto al plan anterior: disminuyendo la evaluación sumativa-censal a lo estrictamente necesario, fortaleciendo y dando un mayor despliegue a los nuevos componentes evaluativos: aumentando los niveles de Progresiva, una evaluación voluntaria -de reporte inmediato por estudiante-, que entrega progreso en tres momentos del año y que ha sido ampliamente acogida por los colegios.

Hoy, en tiempos de incertidumbre, es muy difícil considerar todos los elementos en juego en las decisiones de la política educativa. Lo importante son los liderazgos que permitan estar por sobre las diferencias para priorizar el bienestar y aprendizaje de todos nuestros estudiantes. En ese sentido, la suspensión del Simce fue y ha sido una mejor decisión. Los pasos siguientes, sin duda, serán estratégicos para un sistema que no corra tras las evaluaciones, sino que sea un aporte con información y evidencia para la mejora escolar.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.