Trabajo Infantil



SEÑOR DIRECTOR

De acuerdo a un reciente estudio dado a conocer por el Ministerio de Educación, se rompió la tendencia a la baja del porcentaje de jóvenes que van al colegio y además trabajan, que venía en una disminución sostenida desde 2012 hasta 2019, cuando llegó a 2,9%. El año pasado aumentó un 4,9%.

El estudio no da cuenta del trabajo infantil no regulado y expuesto a condiciones de severo daño físico, emocional y moral, incluida la explotación sexual comercial infantil, una de las peores formas y que Chile se comprometió a erradicar.

La pandemia incrementó en casi dos puntos la pobreza infantil por ingreso y esto define de manera importante la trayectoria del trabajo infantil. Antes de la pandemia, cerca de 220 mil niños trabajaban y más de la mitad lo hacía bajo riesgo físico; gran parte de ellos eran menores de 14 años, incluso en edad preescolar.

La ausencia de otros dispositivos preventivos en pandemia, como la escuela o consultorios, naturalmente afectó la alerta temprana de dichas trayectorias. Hoy, el desafío es que la nueva institucionalidad cuente con modelos preventivos con evidencia en el territorio, articulados con la sociedad civil. Las oficinas locales deben observar experiencias como las desarrolladas por nuestra fundación, donde junto a la deserción y el trabajo infantil ayuda a prevenir otras conductas problemáticas, como el consumo de alcohol y otras drogas, la violencia y las conductas sexuales de riesgo. Este desafío es prioridad y marca una urgencia que esperamos el próximo gobierno priorice durante sus primeros cien días.

Marcelo Sánchez Ahumada

Gerente general Fundación San Carlos de Maipo

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