Transformar desafíos en oportunidades



No podemos negar que en Chile tenemos grandes desafíos y problemas que solucionar. Pero también, debemos darnos cuenta y saber aprovechar las muchas cosas positivas que tenemos como país y las oportunidades que se nos abren. Debemos atrevernos a buscar acuerdos y ponernos metas medibles, para construir juntos una mejor convivencia. Necesitamos una sólida base de crecimiento económico con valores sostenibles y dar oportunidades a las personas, para que todos tengan la opción de crear e innovar.

Debemos seguir construyendo sobre los éxitos alcanzados en el pasado, pero redefiniendo y actualizando las metas y estrategias. Transformemos los aprendizajes a los que nos ha forzado la pandemia y la anterior crisis de octubre, en nuevos conocimientos y oportunidades. Hemos visto una transformación en lo que considerábamos cotidiano y hoy, el teletrabajo y una mayor digitalización nos abrieron tremendas posibilidades para lograr una mayor eficiencia y consolidación de nuevos modelos de negocios.

Es un gran momento para aprovechar el pujante ecosistema emprendedor, consolidarlo y llevarlo al siguiente nivel de resultados. Así, podemos desarrollar más emprendimientos e innovadores modelos de negocios, reforzando la complejidad económica especialmente de nuestros clusters de negocios productivos. Para esto, es muy importante aumentar los incentivos para la Investigación y Desarrollo (I+D), con un trabajo público-privado más colaborativo y así, sacar lo mejor de nuestra capacidad creativa a nivel nacional. De acuerdo con el General Innovation Index (GII), Chile está liderando en innovación en Latinoamérica, pero juntos podemos mejorar nuestra posición internacional, desarrollando productos novedosos, de mayor valor agregado y competitivos mundialmente.

En línea con lo anterior, en las próximas semanas y meses vienen oportunidades que debemos aprovechar. La pronta llegada de la primavera regala luminosidad y mejor ánimo, la pandemia está algo más controlada para retomar mejor las actividades comerciales, e independiente de lo anterior, el segundo semestre normalmente trae más actividad. Más allá del momento del año, uno de nuestros mayores desafíos como país será buscar soluciones al gran nivel de desempleo generado principalmente por la pandemia. Unidos, debemos buscar fórmulas que ayuden a reinventar la fuerza laboral y generar nuevos puestos de calidad. Para cumplir este propósito, ayudarán los distintos programas de apoyo y reactivación creados por el gobierno, en especial el fondo extrapresupuestario de los USD 12.000 millones para los próximos 24 meses, que deben aprovecharse para ajustar definiciones estructurales necesarias y dar pasos medibles a un Chile más inclusivo, moderno y sostenible.

Además, se han anunciado otras iniciativas públicas y privadas que son valiosas para fortalecer la creación de empleo y dar nuevas oportunidades de desarrollo. Entre ellas, el programa “Growth”, lanzado estos días por Start-up Chile, busca generar alianzas con el mercado privado para impulsar la inversión en nuevas empresas de tamaño mediano con potencial de crecimiento. Estas empresas llamadas Scales Ups, que actualmente en Chile son varios miles, son las principales fuentes creadoras de empleo, muchas veces centradas en las capacidades de las personas, dándoles el valioso sentido de superación y pertenencia. Por otra parte, el programa coordinado entre ProChile y Corfo, llamado “GoGlobal 2020”, acaba de cerrar su proceso con 249 postulaciones (superando en números del año anterior), proporcionando herramientas de apoyo para la internacionalización y acceso a nuevos mercados de empresas nacionales altamente innovadoras. Adicionalmente, hay creciente interés de personas e instituciones privadas en aumentar la inversión en innovación e impulsar nuevas tecnologías verdes o digitales, así como trabajar en la formación de empresas más sostenibles. Todo esto ayuda a crear una economía más compleja y colaborativa, tan necesario para que Chile pueda dar otro salto en nuestro nivel de desarrollo y así, superarnos en varios indicadores definidos por la OCDE.

Hemos podido observar cómo la Comunidad Europea durante las últimas semanas ha trabajado intensamente en un acuerdo transversal para definir un muy importante paquete de subsidios y préstamos, totalizando el equivalente a euros de USD$ 860 mil millones para la reactivación económica. Este sería válido para los 27 países miembros de la comunidad, que suman 450 millones de habitantes. El objetivo detrás de la creación de este gran fondo, es ayudar a los países más golpeados por el covid-19, que actualmente también son algunos de los más endeudados de la comunidad. Los principales ejes de este paquete persiguen conceptos como los derechos de las personas, la digitalización y la sostenibilidad.

Usemos estos ejemplos para inspirarnos y afinar también los usos que le daremos a nuestro fondo extrapresupuestario. Busquemos generar acuerdos nacionales con visión de futuro para impulsar en nuestro país una reactivación sólida y sostenible, poniendo como centro a las personas. Sentemos las bases y definamos con generosidad el país que le queremos entregar a la próxima generación. En tal sentido, transformemos estos grandes desafíos en oportunidades.

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