SEÑOR DIRECTOR
Es curioso cómo la instalación de la Convención cambió de un día para otro las convicciones de algunos respecto a la transparencia y publicidad del organismo. Hace no mucho tiempo, sectores desde el centro hacia la izquierda hablaban de una “Convención de cristal”, de cara a la calle y absolutamente inmaculada de la famosa y vilipendiada “cocina”.
Sin embargo, en la práctica diaria, ha primado sorpresivamente el hermetismo. De hecho, la misma izquierda ha reducido los espacios para la prensa dentro de la Convención, permitiendo que la “cocina” opere a sus anchas, por ejemplo, suspendiendo sesiones para conversar entre ellos y volver para refrendar lo acordado.
En definitiva, la realidad le dio la razón a aquel equilibro que es necesario buscar en la política: la transparencia y publicidad son instrumentos al servicio de un fin. La reserva y el diálogo interno, muchas veces, son necesarios para llegar a acuerdos. A fin de cuentas, por mucho que se hable del “nuevo Chile” y de la “refundación”, hay cosas que no cambian, y la política sabe más por vieja que por otra cosa.
Pablo Valderrama
Jorge Hagedorn
IdeaPaís
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