El miércoles 4 de marzo por la tarde, en el Senado se aprobó el informe de la comisión mixta del proyecto de reforma constitucional que establece listas de independientes y la paridad de género en el órgano constituyente. Al haberse aprobado anteriormente la inclusión de listas de independientes sin ninguna modificación, solo fue objeto de discusión en la comisión mixta la paridad de género. De esta forma, se aprobó el mecanismo propuesto por la oposición para garantizar la paridad de género tanto en la declaración de candidaturas y en la integración del órgano constituyente, la cual se aplica en el caso de que ésta no se haya alcanzado mediante la aplicación del sistema proporcional.

Cabe destacar que la paridad de género aprobada solo será aplicable a la convención constitucional y en el caso de la convención mixta a los convencionales constitucionales que deban ser elegidos mediante votación popular, excluyendo a la integración de parlamentarios. Lo anterior significa que Chile tendrá la oportunidad de tener, por primera vez en el mundo, una nueva constitución redactada por un órgano constituyente completamente paritario. La palabra revolucionario se viene de inmediato a la mente si queremos describir este hecho.

¿Por qué era tan importante la paridad de género en el proceso constituyente? En primer lugar, la paridad de género es un presupuesto democrático mínimo en una sociedad en la cual la mitad de la población ha sido excluida históricamente en los procesos políticos de toma de decisiones. En segundo lugar, si revisamos la Constitución actual podremos observar que en tan solo una ocasión se menciona la palabra “mujeres”, lo que ejemplifica por si mismo la necesidad de que una nueva constitución sea escrita por mujeres. Por eso, la paridad es histórica sin dudas pero esta es tan solo una de las tantas aristas del pliego de luchas de este 8 de marzo.

Las violaciones sistemáticas a los derechos humanos por parte de agentes del Estado y el silencio cómplice de la Ministra Plá se han transformado en unas de las preocupaciones principales en este día. No por nada el colectivo lastesis incluyó en su intervención la frase “El Estado opresor es un macho violador” en relación con la violencia política sexual que ha ido en aumento estos meses. Históricamente en las manifestaciones del 8 de marzo la erradicación de la violencia de género ha sido una de las principales demandas pero ahora ha tomado aún mas fuerza considerando que la violencia sexual ha ido en aumento exponencial desde el inicio de las movilizaciones de octubre del año pasado.

Bajo este contexto, actualmente existen más de 200 querellas presentadas por el Instituto Nacional de Derechos Humanos por violencia sexual. La violencia de género no solo se genera por particulares- hombres- sino que también puede ser ejercida mediante políticas estatales que se traducen en acciones y omisiones.

Este 8 de marzo nos encontramos ante un momento histórico al haber aprobado la paridad de género en el órgano constituyente pero seguimos siendo víctimas de violencia de género, y en particular, de violencia política sexual por agentes del Estado como una política estatal de disuasión del legítimo ejercicio del derecho a la protesta. Tanto el Ministerio del Interior como el Ministerio de la Mujer son culpables directamente de esta grave situación en la cual nos encontramos. Por eso, hoy más que nunca necesitamos una constitución que establezca un marco pleno de respeto y protección a los derechos humanos.

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