Un Concurso de relevancia país

AES Andes suscribe millonario acuerdo para ingreso de socio estratégico a su negocio de energías renovables

En el transcurso de la pandemia, las universidades en nuestro país han demostrado un significativo aporte en la calidad e impacto de su investigación y transferencia, junto con una influencia en el sector productivo del país.



El proyecto de Instituto de Tecnologías Limpias (ITL), -recientemente CORFO informó sus resultados-, ofrece la oportunidad que Chile logre una posición de liderazgo mundial en tecnologías energéticas limpias orientadas a una minería de bajo impacto ambiental. El ITL permitirá ser protagonistas del desarrollo tecnológico mundial. Las principales universidades del país entregamos una propuesta dentro del Consorcio Asociación para el Desarrollo de Tecnologías Limpias (ASDIT), la Corporación Alta Ley, empresas mineras y energéticas de Antofagasta, centros científicos y tecnológicos de Alemania y Australia, y otras entidades asociadas. Es una alianza propuesta para liderar una nueva tecnología de la minería de baja emisión y el desarrollo del hidrógeno verde. En este sentido, el ITL debe encabezar el futuro de la minería verde, crucial para todas las industrias intensivas en cobre, materiales avanzados de litio, en energías renovables y de electro movilidad, ámbitos que aportan al desarrollo de la economía circular en el país.

Nos sorprende el resultado del Concurso, -adjudicado a un consorcio de universidades extranjeras-, pese a la positiva evaluación internacional, y que no hayamos tenido la oportunidad de presentar las propuestas ante la comisión evaluadora y frente al consejo de la institución, como es habitual en la creación de centros tecnológicos estratégicos para el país, tanto en Corfo como en la ANID. Este proyecto es la inversión más importante que realiza Chile, -cerca de 193 millones de dólares en 10 años-, con fondos de los contratos y explotación del litio, en materia de transición energética, minería sostenible e hidrógeno verde. Nuestro país, y en especial la Región de Antofagasta, merecen una decisión seria, transparente e informada.

En el transcurso de la pandemia, las universidades en nuestro país han demostrado un significativo aporte en la calidad e impacto de su investigación y transferencia, junto con una influencia en el sector productivo del país. Ejemplos de esto son el manejo de datos, la generación de ventiladores mecánicos, las pruebas clínicas de vacunas. De igual forma, hay importantes logros realizados por los consorcios universidad-empresa, que incluyen tecnologías digitales aplicadas en amplios sectores, tecnologías para la minería, y otros.

Con esta decisión, Chile arriesga la posibilidad de apalancar recursos y ser protagonista del desarrollo científico tecnológico. Una decisión de esta relevancia debe incluir una estrategia que proteja sus recursos naturales y que se oriente al desarrollo integral de sus personas. Hacemos un llamado urgente a revertir esta decisión, ya que, en este proyecto, es el futuro de Chile lo que está en discusión.

-El autor es Rector Pontificia Universidad Católica de Chile

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