Una ambición posible e imprescindible

La alerta sanitaria decretada en la zona de Quintero y Puchuncaví ha obligado a las industrias a reducir sus emisiones.


La contundente evidencia científica muestra que el cambio climático es una realidad innegable. Y Chile es vulnerable: tenemos siete de los nueve criterios de vulnerabilidad ante este fenómeno, y somos reconocidos dentro de las naciones más afectadas del mundo. Aunque no somos un gran emisor, tenemos la oportunidad de liderar el proceso de tránsito hacia el desarrollo sostenible en la implementación de medidas de mitigación de las emisiones. Esto nos impulsa a promover la ambición a nivel global y dar el ejemplo con nuestros propios compromisos.

Seremos el primer país en vías de desarrollo que establecerá por ley la carbono neutralidad al 2050, tal como nos solicita la Ciencia. Y en nuestra propuesta de actualización de la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) -donde establecemos nuestra meta a 2030- ratificamos la ambición que promovemos en el mundo, presentando audaces y transparentes compromisos, imprescindibles para enfrentar el cambio climático.

Para lograr la neutralidad debemos trabajar en la reducción de emisiones brutas y en la captura que realizan los bosques. La propuesta de NDC contempla pasar de una meta de intensidad de emisiones a una meta absoluta de reducción de emisiones brutas de 97 MMtonCO2eq establecida para 2030. Además, especifica el presupuesto de carbono requerido para lograrlo, es decir, las emisiones acumuladas para el período 2020-2030. La meta propuesta de reducción de emisiones brutas va más allá que la meta condicionada a aportes internacionales de la NDC vigente.

La propuesta aumenta la superficie forestal de manejo de bosque nativo y forestación, duplicando el compromiso anterior y eliminando la condicionalidad para su cumplimiento. En palabras simples, la nueva NDC contempla metas más ambiciosas y transparentes que la anterior y marca un punto de inflexión de nuestra curva de emisiones netas, logrando su reducción.

Adicionalmente, la NDC contempla que podemos alcanzar una reducción de las emisiones netas en 45% al 2030 si somos capaces de aunar los esfuerzos nacionales e internacionales.

Esta ambiciosa propuesta hecha por el gobierno del Presidente Sebastián Piñera es una oportunidad de desarrollo sostenible, tal como lo muestra la evaluación de costo efectividad realizada para las medidas contempladas en nuestro nuevo compromiso. La determinación de la NDC se realizó mediante un trabajo intersectorial que determinó que las medidas que nos permitirán alcanzar la carbono neutralidad y cumplir con los compromisos al 2030 generan beneficios para el país y no costos.

Chile tiene condiciones naturales para potenciar la transformación a la economía del futuro, baja en emisiones y resiliente al clima, mediante la generación de productos y servicios exportables con baja huella de carbono. Tenemos casos exitosos: la penetración de las energías renovables superó todos los pronósticos, adelantándose en seis años la meta establecida de generación con estas tecnologías, sin necesidad de subsidios.

La carbono neutralidad y la NDC contemplan cuáles son las medidas más costo-eficientes y esas son las que primero se implementarán. Para que esto se logre, el trabajo conjunto del Estado con los actores no estatales es clave para avanzar más rápido en la transición hacia el desarrollo sostenible.

El cambio climático es el desafío más relevante que enfrenta la humanidad y es necesario actuar con decisión. Decisión que Chile ha mostrado con un liderazgo reconocido no solo a nivel internacional, sino también mostrando internamente una voluntad clara de avanzar en la transición hacia el desarrollo sostenible, el único posible.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.