Una mejor administración de los recursos del Congreso



En las últimas semanas este medio ha abordado la situación de los viáticos que reciben los parlamentarios para el adecuado ejercicio de sus funciones, relevando situaciones que junto con sorprender por sus montos dan cuenta de que las causas que los motivan son a lo menos cuestionables, y donde la precisión, actualización y desglose de la información genera dudas.

Primero fueron los viáticos e informes sobre viajes al extranjero. Luego, los viáticos nacionales que reciben los representantes y que llegan a $ 78.620 por cada día de sesión al que hayan asistido y que demande pernoctar en Valparaíso. Y finalmente se conocieron los recursos que se pagan mensualmente a los legisladores por desgaste de cada vehículo inscrito por el parlamentario y usado para sus labores, entre otros beneficios.

Si bien es fundamental que los parlamentarios dispongan de los recursos necesarios y suficientes para desempeñar las funciones que les asigna la Constitución, tanto en la sede del Congreso como en su labor representativa, es esencial que el orden y transparencia prevalezca. Esto es aún más relevante en instituciones que, como la Cámara, tienen por objeto fiscalizar y que, además, han levantado fuertes voces advirtiendo sobre las irregularidades e ilegalidades en otras entidades públicas.

Los estándares de calidad que la ciudadanía demanda son cada vez más exigentes, en especial para las instituciones y sus representantes. Por ello, situaciones de opacidad o de beneficios de procedencia no justificada no hacen sino profundizar la desafección que una parte no despreciable de la población siente hacia la política y la forma en que se desarrolla la labor parlamentaria. En materia de administración de recursos públicos el debido cuidado nunca será excesivo, y respuestas livianas de algún diputado al cuestionársele un viático, no hacen sino empañar ese objetivo.

Por tal razón, es valorable que la presidenta de la Cámara de Diputados haya convocado a los distintos comités para generar propuestas y requerimientos que pidan reformular los viáticos. Sin embargo, que se haya acordado oficiar al Consejo Resolutivo de Asignaciones Parlamentarias para que se pronuncie sobre el uso de aquellas que ahora se han cuestionado parece insuficiente. Es necesario promover cambios más profundos, que permitan un control más eficiente, otorguen mayor transparencia y cierren los espacios a la desprolijidad.

En el contexto de la mayor austeridad que se le pide a todas las instituciones del Estado, dada la situación de las finanzas públicas, y habida consideración de los importantes ingresos que ya perciben nuestros parlamentarios en comparación con sus pares de otras naciones similares a la nuestra, es aún más necesario evaluar los montos que perciben y su procedencia. De igual manera, introducir criterios de mayor racionalidad en el otorgamiento de los viáticos -atendidas condiciones objetivas, como si el parlamentario vive o no en las cercanías del Congreso para otorgar un viático de alojamiento-, no sólo es necesario sino que justo e indispensable.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.