Una paz genuina

SEÑOR DIRECTOR

En carta del presidente de la “Comunidad Judía de Chile”, nos hace una “invitación” a que “trabajemos” por traer el espíritu de “paz y cooperación” que, según él, ha existido entre Israel y Palestina durante la pandemia.

Lo cierto es que hace ya 53 años los palestinos viven en un confinamiento producto de una ocupación militar que conlleva toda clase de abusos; y durante la pandemia, mientras el mundo se preocupa de contenerla, Israel aprovecha la instancia para intensificar la colonización y apartheid.

Colonización, porque Netanyahu anunció la construcción de 7.000 viviendas en la colonia de Efrat y confirmó también la anexión del Valle del Jordán, una de las regiones más ricas de Palestina en recursos naturales.

Apartheid, porque los palestinos de Cisjordania, mano de obra barata y en total precarización laboral, fueron despedidos de sus trabajos por supuestos contagios. En Gaza, bombardeada a principios de mayo, solo disponen de 11 horas de electricidad al día y no cuentan con agua potable. En Jerusalén Este, las fuerzas israelíes cerraron una clínica y detuvieron a Adnan Gheith y Fadi Al-Hadmi, gobernador y ministro palestino para Asuntos de Jerusalén, por organizar labores de desinfección. Y en cuanto a los refugiados, ¿cómo pueden quedarse en casa si Israel no permite su retorno a ellas?

Ahora que la pandemia cambió nuestros hábitos, en Palestina nada es diferente. Por ello, exhortamos a las voces judías en Chile a que juntos aboguemos por una paz genuina, sin ocupación y en pleno respeto al derecho internacional.

Maurice Khamis Massu

Presidente Comunidad Palestina de Chile