Unasur y Prosur



SEÑOR DIRECTOR

Nos hemos informado de que el gobierno ha decidido abandonar formalmente la pertenencia de Chile a Unasur.

Efectivamente, Unasur ya no funciona y toda su estructura se ha deteriorado al límite de su existencia. Sin embargo, su institucionalidad inicial, objetivos específicos y finalidades apuntaban a cuestiones significativas en la región.

Si se lee el articulado se podrá comprobar que las metas eran plausibles y necesarias: desarrollo, cooperación energética, mejoramiento de infraestructura, protección de la biodiversidad, seguridad social, salud, migración, etc.

Todo lo anterior muy bien, hasta el fatal artículo 12 del Estatuto, que declara que "toda la normativa de Unasur se adoptará por consenso". La manipulación del consenso y el uso mañoso de la expresión fue decisiva en la caída de Unasur.

Interesante es que Prosur, en su declaración de intenciones, repite los mismos conceptos de Unasur en su inicios. Una diferencia importante es que Unasur fue estudiado y examinado, bien negociado y se inició con interesantes iniciativas.

De lo anterior desprendo que hubo opciones para abordar la crisis final de Unasur y organizar su sucesión. Al contrario, ha habido premura improvisada en generar una nueva organización, a todas luces ideológica -aunque se sostenga lo contrario- y preparada a la ligera.

No objeto el procedimiento de retiro de la organización; está entre las facultades presidenciales. Pero tengo serias dudas que, decidido así, se constituya en un paso importante en la integración de América Latina.

Mariano Fernández A.

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