Vacaciones por feriados

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Sustituir vacaciones por feriados parece una buena idea. Un día de vacaciones tiene un efecto negativo mucho menos severo en la actividad productiva del país que un día feriado. En el primer caso, se pueden sustituir programada y anticipadamente las horas trabajadas por las de otros trabajadores, o bien, organizar el tiempo productivo de la empresa de un modo diferente. En cambio, los feriados imponen una restricción rígida. Muchas actividades deben detenerse por completo. En ciertos casos, el costo de echar a andar o detener la actividad productiva conlleva un costo importante en sí mismo. Desde el punto de vista del tiempo de descanso de los trabajadores, el día no trabajado en ambos casos sería el mismo, pero su costo sería mucho menor si corresponde a vacaciones.

Por otro lado, en las discusiones de derechos laborales se suele enfatizar únicamente el rol del descanso u ocio en el bienestar de los hogares, pero se olvida nuestra dimensión de consumidores. Cuando se decreta un feriado, especialmente si es "irrenunciable" (aunque en realidad esto sea sólo para algunos), se limitan de un modo importante las posibilidades disponibles para el tiempo libre. Paradójicamente, nuestras vacaciones siempre resultan más agradables cuando hay algunos que siguen trabajando en un restaurant, hotel, centro comercial u otros servicios.

Simplemente disfrutamos mejor de nuestro tiempo de descanso si no todos descansamos a la vez. Las vacaciones, especialmente si se parcelan durante el año, contribuirían a este propósito. En esta modalidad, podríamos tener un fin de semana largo utilizando algunos días de vacaciones. Mejor aún, si queremos salir fuera de Santiago u otras ciudades, nos evitaríamos enormes atochamientos de autos cuando estamos desesperados por disfrutar de nuestro descanso al mismo tiempo que todos los demás. Así también nos evitamos alzas de tarifas de buses y alojamientos, entre otros, en feriados actuales como San Pedro y San Pablo, Asunción de la Virgen, Descubrimiento de América, Día de las Iglesias Evangélicas e Inmaculada Concepción, entre varios otros. Quienes legítimamente tengan un interés particular en estas fechas, o en alguna otra, pueden transformarla en su feriado personal. No hace falta que el resto del mundo se detenga. En realidad, que el mundo no se detenga mejora el descanso de quien descansa.

En este escenario, sólo faltaría coordinar el tiempo libre de los niños con el de sus padres. En el ámbito escolar, una reducción de feriados podrían compensarse con un número de días para faltar a clases con justificación parental. Si se hace anticipadamente, mejor aún, pues tendrá poco efecto en el desempeño escolar. En la práctica, no es muy diferente a lo que se hace en nuestra realidad cotidiana.

Por estos motivos, sustituir vacaciones por feriados sería buena idea, especialmente en un año con 16 feriados nacionales, cuando el país necesita aumentar su productividad. ¿Estaríamos mejor si pudiéramos disponer de algunos de estos 16 días como vacaciones, libremente a lo largo del año? Me parece que sí, aunque en materia de gustos, como sabemos, no hay nada escrito.

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