Violencia y reforma de Carabineros

Otra medida impulsada por el gobierno es elevar de 30 a 35 los años de servicio de los funcionarios policiales.


SEÑOR DIRECTOR

Uno de los problemas que tiene enfrentar la violencia de manera contundente, es la validación que existe de estas acciones. No se trata de cuántos la validen, sino que su condena debe ser sin titubeos para lograr una cortapisa social que pueda segar, a tiempo, cualquier asomo porque a quienes hoy la toleran, se les volverá en contra cuando ya no tengamos mucho que hacer.

Si les hemos entregado a las policías la responsabilidad de mantener el orden público, éstas deben actuar siempre acorde a las normas de respeto a los DD.HH. con procedimientos que logren ese objetivo.

Como la mirada se ha centrado, esencialmente en modernizar a Carabineros -lo cual es necesario-, si queremos en forma seria como sociedad abordar este tema, creo que es necesario incluir a otros actores que inciden en esta materia. Por ejemplo, es dable exigir a los distintos sectores políticos que sin ambages manifiesten su repudio a la violencia y que estudiando a aquellos países modelos arriben a legislaciones que nos permitan actuar con eficiencia. De igual manera, se debe modernizar la Justicia: la acción del  Ministerio Público parece insuficiente porque esto lleva también a fallos insuficientes.

En cuanto al Estado, urge contar con  un sistema de inteligencia que –actuando dentro del estado de derecho- reúna, analice y sistematice información que, entregada en forma oportuna a las instituciones del Estado, permite accionar a tiempo para prevenir la violencia.

Nuestra generación no hizo la pega; no traspasó a los más jóvenes que en una democracia hay derechos y deberes, y que no hay violencia buena.

Este tema no se agota solo con una reforma a Carabineros.

Eduardo Aldunate Herman

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