Conduzcan hasta Praga, una obra sobre la gordofobia: “Pueden haber pensamientos contradictorios respecto al peso”

La actriz Valentina Vio protagoniza esta producción que se presentará entre el 8 al 10 de enero a través de Youtube, y que busca dar cuenta de cómo el peso es capaz de marcar la vida de distintas personas.




Parece majadero, pero por algún motivo sigue siendo importante hablar del movimiento Body Positive y la gordobofia, porque aún existen discursos a través de los cuales el valor de la persona o el nivel de dignidad que merecen están determinados por su cuerpo y, principalmente, su peso. En el mundo del cine y el teatro, por ejemplo, es común que cuando hay un actor o actriz gordo su personaje esté definido por esta característica corporal. Y rara vez se trata de personajes que son deseados sexualmente o que tienen una historia profunda que vaya más allá de hacer reír o acompañar al protagonista flaco.

Es por eso que, aunque parezca visto y revisto, productos de consumo cultural que aborden el tema de la gordofobia y estereotipos físicos siguen siendo vigentes e importantes, porque aportan un nuevo punto de vista a la discusión.

Conduzcan hasta Praga es una propuesta teatral financiada por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes, y es el primer trabajo de Naturaleza Artificial. Está escrita por Mónica Drouilly, dirigida por Nelson Valenzuela y protagonizada por Valentina Vio. La actriz interpreta a una serie de personajes cuyas historias tienen como factor común la gordofobia o los estereotipos con los que vivimos en el día a día.

Se trata de una mujer que muere después de haber sido expulsada de tres aviones debido a su peso; un emprendedor que propone un sistema de precios diferenciados en función de la talla; una mujer que invita a protagonizar un cambio cultural; un hombre que es aplastado por su vecino en clase turista; una mujer que borra UberEats; una escolar que memoriza una presentación sobre las calorías; y el cuerpo de una mujer siendo utilizado para asustar a la gente.

Aunque Valentina Vio es el único rostro visible de esta obra enfocada en el peso, no es gorda físicamente. Pero sí lo fue de niña y sí siente que, de una forma u otra, lo va a ser para siempre, cosa que para una actriz puede ser decisivo en el desarrollo de su carrera. “Pasé de ser una niña gorda a una mujer rellena que comía lo que quería sin sentir culpas ni buscando castigos después de haber comido demasiado. Pero cuando llegué a estudiar a la Universidad de Chile empecé a escuchar que estaba pesada y finalmente me hicieron bajar de peso”.

“Como actriz trabajo con el cuerpo y siempre está la sensación de que hay que estar delgada, pero igual hay contradicciones porque soy una intérprete y no tengo por qué no poder verme gorda”, explica Valentina y agrega: “Sí me han tocado momentos de castings en los que me han dicho que soy más gorda de lo que pensaban o que no me va a entrar la ropa del personaje, y eso es un problema”.

Vio cuenta que los tiempos de a poco van cambiando, y que aunque el cine ha sido más receptivo a los distintos tipos de cuerpo, la televisión ha ido abriéndose lentamente a contar historias de personas que no son flacas. “Tengo amigas que son gordas y para ellas es una lata, porque siempre les toca el papel de la gorda chistosa, de la gorda simpática. Pero resulta que la gente es real y pueden haber gordas con otras características, ser la heroína, la chica deseada de la historia”.

Aunque Valentina ya no es gorda desde un punto de vista físico, vive con esta característica en su día a día y la gordofobia o discriminación a personas que pesan más sí es un problema que le afecta de forma cotidiana. Sus padres son obesos y no la han podido ir a ver al teatro por el simple hecho de no entrar en las butacas. Es por eso que de todos los personajes que interpreta, con el que se siente más identificada es con F. “F es un caso real de una mujer que murió después de que la expulsaran de tres aviones por pesar 200 kilos. Por eso la obra se llama Conduzcan hasta Praga, porque a ella le dijeron que tendría que ir por tierra, pero no pudo hacerlo y murió en Hungría”, relata la actriz. “Su historia me da mucha impotencia, porque los asientos no estaban hechos para ella. Mi papá y mi mamá son muy gordos, entonces me daba esa sensación de dolor porque es algo que le podría haber pasado a ellos”.

El deseo de Valentina es que la gente termine de ver su obra y quede confundida. Que no tengan claridad sobre lo que la producción les quiso contar. “Aquí mostramos distintas voces y puntos de vista, y quizás eso sirva para darnos cuenta de que no hay una respuesta definitiva a estos problemas, que quizás estás de acuerdo con parte de lo que dijo un personaje pero no con lo demás. La idea es que puedan armar un Frankestein con las distintas ideas, según lo que les haga sentido. Porque creo que es importante que nos demos cuenta que se pueden tener pensamientos contradictorios respecto al tema del peso”.

Conduzcan hasta Praga se presentará únicamente entre el 8 y 10 de enero a través de Youtube. Es gratis previa inscripción en conduzcanhastapraga@gmail.com.

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