Consejos para elegir un desodorante ecológico

Cada persona tiene su forma de aportar al cuidado del medio ambiente y para algunos es comprando alternativas a los productos que usamos a diario, que no produzcan un daño significativo al planeta. Muchos productos de higiene personal, como el desodorante, emiten componentes orgánicos volátiles, llamados COV, que son moléculas que aportan con la formación de smog urbano que puede ser dañino tanto para el medio ambiente como para la salud de las personas, provocando complicaciones respiratorias.

Otro de los ingredientes que han generado sospechas es el aluminio, el cual es utilizado en los desodorantes antitranspirantes. Estos productos están fabricados con sales de aluminio que bloquean temporalmente los extremos de los conductos de las glándulas sudoríparas. Preocupa qué tan seguro es realmente para la salud de las personas, ya que se le ha relacionado al cáncer de mamas, pero aún no se han desarrollado estudios suficientes para comprobarlo. Además resulta tóxico para los acuíferos.

Muchas personas han optado por alternativas más naturales que no contengan ingredientes tan tóxicos para el medio ambiente y para la propia piel. Un ejemplo son los desodorantes fabricados sin aluminio y con ingredientes naturales que además de proteger del mal olor, cuidan la piel de las axilas.

Los formatos hechos a mano han tomado gran popularidad dentro de las redes sociales ya que no requieren envases plástico, por lo tanto, son residuo cero. No son testeados en animales y en su mayoría están libres de conservantes e ingredientes de origen animal.

Otra de las alternativas, catalogadas como una de las más eficientes, son los desodorantes de aceite de té de árbol. En su mayoría están fabricados sin aluminio, sin alcohol y con ingredientes de origen natural. Existen formatos en crema, roll on y líquidos.

Hay que considerar que, al no tener ingredientes antitranspirantes, los desodorantes naturales permiten al cuerpo sudar y realizar sus funciones naturales. Pero no por esto se va a generar un mal olor indeseado. Si bien se tiende a pensar que los olores molestos son productos del sudor, en realidad son bacterias que descomponen la transpiración, por lo que estos productos sirven a la perfección para neutralizarlos.