La sucesora de Margot Loyola

A sus 33 años, la cantante Andrea Andreu es considerada por la leyenda viviente del folclor chileno Margot Loyola (94) como la continuadora natural de su legado musical. Desde hace cuatro años, Andreu se ha dedicado a aprender tonadas y cuecas "pa'l oído" en casa de la folclorista. De ese trabajo conjunto nació el disco Legado, donde da voz al contundente material inédito de su maestra.




Paula 1128. Sábado 17 de agosto 2013.

A sus 33 años, la cantante Andrea Andreu es considerada por la leyenda viviente del folclor chileno Margot Loyola (94) como la continuadora natural de su legado musical. Desde hace cuatro años, Andreu se ha dedicado a aprender tonadas y cuecas "pa'l oído" en casa de la folclorista. De ese trabajo conjunto nació el disco Legado, donde da voz al contundente material inédito de su maestra.

"Crecí en una familia ligada a la música tradicional chilena. Mis papás se conocieron bailando en un grupo folclórico y son muy amigos de Margot Loyola, así que cuando yo era niña me llevaban siempre a su casa, donde la escuchaba cantar y contar sus historias, que eran muy divertidas. Estudié Licenciatura en Música en la Universidad de Chile e Interpretación en Canto en el Arcis, en Pro-Jazz y en el Taller de Músics de Barcelona, donde aprendí otros estilos como el bossanova y el bolero. Pero nada me hacía vibrar como el folclor que aprendí a amar cuando niña, y por eso hace cuatro años me acerqué a Margot para pedirle que fuera mi maestra. Con ella descubrí la guitarra traspuesta, que es un estilo de guitarreo típico del campo que se logra con una afinación distinta a la universal y que todavía se transmite oralmente. Es mi favorita para componer. Dicen que existen unos 40 finares distintos, y que al que se los sabe todos se lo lleva el diablo. Margot Loyola me enseñó 3. Pero yo creo que ella sabe muchos más.

Hace cuatro años empecé a ir todas las semanas a su casa, y ella me fue enseñando las cuecas y tonadas que recopiló por todo Chile, cuando viajaba por pueblitos perdidos a los que, según me contó, llegaba caminando con una grabadora de 20 kilos, que cargaba sobre un burro. No solo recopilaba un repertorio para cantar, sino que convivía con las cantoras y les preguntaba cómo habían aprendido y con qué oficios o tradiciones se relacionaba su música. Para mostrar ese tremendo trabajo de registro que realizó Margot y gracias a un fondo de música que gané en 2012, grabé un disco que trabajamos juntas, con su música y con mi voz. Se llama Legado e incluye algunas de las tonadas, vals y cuecas que la maestra recopiló en sus salidas a terreno y, además, dos de sus composiciones inéditas, como la estremecedora Triste minero, que recuerda a los cerca de 400 mineros muertos en Sewel en 1947 y que solo fue cantada una vez en el teatro Caupolicán, en voz de Ester Soré, para reunir fondos para las familias. También hay tres tonadas mías en guitarra traspuesta, donde lo contemporáneo son las letras, que hablan de problemáticas sociales, como el abuso de los recursos naturales. He recorrido Chile y México tocando este disco y el público se conecta. Ahora estoy preparando el segundo, arraigado también en el folclor, al que quiero dedicar mi vida, como lo ha hecho Margot Loyola. Es una música rica y diversa, el medio de expresión más potente del pueblo y espero que más jóvenes lo descubran, igual que ha pasado con la cueca brava o las cumbias".

"Andrea es extraordinaria porque conoce a fondo la música chilena y la ama y respeta tanto como yo. No canta nomás, sino que ama profundamente la música, ama al pueblo y lo defiende. La enseña también a gente más joven, como hago yo, para que no se corte el hilo. Va a ser mi continuadora", dice Margot Loyola sobre Andrea Andreu.

Un video de Margot Loyola, leyenda viviente de la cueca chilena, quien canta junto a Andrea Andreu, artista nacional que se ha dedicado a seguir su legado.

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