La pregunta

"Empecé a tomar la píldora anticonceptiva a los 20 años y cinco después tuve que suspenderla por una operación de mis ojos. Me acuerdo que cuando la dejé, la libido me aumentó un montón. Tenía un pololo y nuestra vida sexual cambió para mejor. Antes, él era el que solía buscarme para tener relaciones, pero luego de esto era yo la de la iniciativa. Decidí no tomar más pastillas y estuve así por varios años. A mis 38 las retomé porque empecé a tener una pareja estable, con quien después me casé después, y quería cuidarme de un posible embarazo. Además, tenía menstruaciones abundantes así que mi ginecólogo me recomendó volver a ellas. Al mes, la libido se me fue a cero. Igual sigo teniendo relaciones sexuales con mi marido, pero lo hago con muchas menos ganas y solo si es que él quiere, porque a mí de verdad no me nace.

Mi ginecólogo me dijo que la píldora anticonceptiva no tenía nada que ver, que el problema era que la libido disminuía con la edad. También me comentó que se podría tratar de un asunto mental, pero yo siempre tuve muchas ganas y de verdad hubo un cambio evidente a raíz de esto. Conversé con mi marido y él se va a hacer una vasectomía, sin embargo, igual me da miedo dejar de tomar pastillas por el tema de mi menstruación. Ya estoy desesperada, necesito saber la opinión de otros expertos porque no me calza que no exista alguna relación. ¿La píldora anticonceptiva baja la libido o no?".

Loreto, 40 años.

La respuesta

Esta es una de las inquietudes más comunes en torno al consumo de hormonas por vía oral. De hecho, en 2016, miles de mujeres dieron cuenta de esta realidad bajo la etiqueta #MyPillStory en Twitter. A través de esta plataforma, compartieron sus experiencias aludiendo a la sensación de cansancio y pérdida del deseo sexual. Y es que, desde su comercialización en 1960, la píldora anticonceptiva se ha posicionado como el tratamiento hormonal más popular según la Organización Mundial de la Salud, aun cuando sus efectos en la sexualidad siguen siendo un misterio para muchas de sus consumidoras.

La ginecóloga Pilar Vigil, miembro de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología, explica que la libido depende de tres factores: fisiológico, experiencias personales y entorno social. Las hormonas forman parte del primero, por ende, sí influyen en el deseo sexual. Si una mujer tiene menos testosterona y estrógeno, sus ganas de tener sexo podrían verse afectada, y eso es lo que hace la píldora anticonceptiva. "Cuando uno toma un anticonceptivo por la boca, este pasa por el hígado, el que produce una proteína llamada SHGB que une las hormonas sexuales y las deja inactivas", cuenta. Para explicarlo, Vigil les propone a sus pacientes imaginarse que esta proteína es como un Pac-Man, aquel juego virtual que cuenta con una boca que come diferentes figuras. El anticonceptivo hace que se generen muchas de estas bocas, por lo tanto, las hormonas son 'comidas' por esta proteína. La situación se agrava cuando la producción de SHGB aumenta en cantidades anormales. "Si la presencia de esta proteína es de casi el doble, significa que el anticonceptivo consumido no se metaboliza correctamente en el hígado y eso produce una disminución de las hormonas sexuales. En ese caso, se pueden tomar remedios que inhiben el efecto de esta hormona o cambiar de método", dice.

Durante el ciclo menstrual, una persona que no consume la píldora tiene subidas y bajas hormonales. Al momento de ovular, la mujer suele estar más lubricada y 'estrogenizada'. Además, se crea una secreción de hormona masculina, la testosterona, que genera la libido. "El deseo tiene un ciclo que aumenta cuando la mujer está en sus días fértiles ya que al cuerpo le dan ganas de tener relaciones cuando puede procrear. En la medida en la que vuelve a acercarse al momento de la menstruación, los niveles de testosterona disminuyen, aumentan los de progesterona y uno pasa a estar menos receptivo a la sexualidad", explica Manuel Parra, ginecólogo de la Clínica Alemana. Sin embargo, cuando uno toma anticonceptivos, las pastillas toman el control de las hormonas (a través de la SHGB) y quedan planas, es decir, sin alteraciones en sus niveles. Pero según Parra, esto no siempre significa que disminuya la libido. "Existen diferentes estudios que demuestran que sí hay mujeres que consumen este anticonceptivo con una vida sexual satisfactoria, ya que el deseo no es algo que depende absolutamente de las hormonas. El problema es qué tan importante es para algunas mujeres tener que sentir estos disparos de testosterona y el cómo construyen su sexualidad a partir de eso", dice. Y agrega: "No hay que olvidar que la creación de la píldora significó una liberación de la sexualidad y esto trajo consigo el concepto de tener sexo por placer y no para procrear. Por lo mismo, hay que poner las cosas sobre la balanza. Sí, puede haber un cambio hormonal, pero hay mujeres que disfrutan mucho más del sexo sabiendo de que no hay riesgos de un posible embarazo".

Ambos expertos concuerdan en que, en este caso, lo mejor es volver a consultar al ginecólogo y pedirle un asesoramiento sobre todas las alternativas disponibles. "Mi recomendación es que ella, en libertad, pueda tomar una decisión, porque al final el mejor método es el que más le acomode a cada una. Si el paciente no está convencido de la decisión, la tasa de abandono es más del 70%. En cambio, la tasa de aceptación de un método anticonceptivo que fue elegido por uno mismo, es del 80% durante cinco años", concluye Manuel.