Carola Solari

La periodista de Revista Paula enumera prolijamente cuáles son los 20 lugares a los que uno vuelve cuando tiene hijos y las 6 señales que indican que lograste la total y absoluta relajación en tus vacaciones.




2 crueldades que no debieran permitirse en pleno verano

1. Ir al supermercado, sintiendo que los días soleados durarán por mucho tiempo, y encontrarse de bruces con los uniformes y útiles escolares que recuerdan que marzo está más cerca de lo que se cree.

2. Tener todo listo para partir de vacaciones y que el cartero llegue con una citación al tribunal por haber olvidado pagar el boleto de habilitación tardía de la Autopista Central.

20 lugares a los que regresas cuando tienes hijos chicos

1. Al pediatra.

2. Al jardín infantil.

3. A los canales de dibujos animados.

4. A la plaza del barrio.

5. Al teleférico.

6. A la casa de tu mamá pidiendo ayuda (muy frecuentemente).

7. Al algodón de azúcar.

8. A la colación.

9. A los triciclos, bicicletas de 4 ruedas y patines (en ese orden).

10. Al zoológico.

11. A los lápices de cera y las plasticinas.

12. A las canciones de cuna y los cuentos antes de dormir.

13. A la sicóloga (pidiendo ayuda otra vez).

14. A Mampato y Fantasilandia.

15. Al puré con salchicha como menú princial.

16. A las mascotas.

17. A los disfraces.

18. A las princesas y superhéroes.

19. A los castillos de arena.

20. A las piscinas de medio metro de profundidad.

2 reacciones que se producen cuando digo que soy mamá de unas gemelas

1. "Pobrecita, qué complicado. ¿Tienes a alguien que te ayude? Comentario emitido por una madre experimentada.

2. "Uy, qué entretenido, me encantaría tener dos altiro y además iguales". Comentario de una mujer soltera y sin hijos.

6 señales de que has logrado la relajación total en vacaciones

1. Estás completamente desorientada con las horas y te guías por lo que el cuerpo te pide: comes cuando tienes hambre, duermes cuando tienes sueño.

2. Llevas por lo menos cinco días seguidos con el celular apagado, sin ver tele ni leer el diario y te enteras de noticias cruciales de manera insólita.

3. Tus hijas tienen el pelo enredado y lleno de arena y en vez de torturárlas peinándolas, les permites andar chasconas.

4. Tu pareja lleva tres días en una hamaca y en vez de brujiarlo para que haga algo productivo, le echas un poco de vuelo.

5. Toda tu ropa está sucia y arrugada y, sin embargo, cuando te la pones te sientes muy cómoda y muy guapa.

6. Comienzas a fantasear cada vez más seriamente con que quieres cambiar tu vida y hacer con ella una apuesta loca: vender tus pocas cosas e irte a vivir a provincia, a otro país de América o definitivamente cambiar de continente.

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