Hace un tiempo estaba mirando mis redes sociales y me apareció un video de una presentación del cantante Ricardo Arjona. No he escuchado mucho su música, sólo las canciones más conocidas, pero siempre me ha llamado la atención las críticas que recibe, así que le puse play para escucharlo. Lo primero que decía, con su típica voz caribeña, era la siguiente frase: "No hay ningún hombre que habite por acá, que no se levante todas las mañanas con la idea precisa de tratar de entender a las mujeres". Apenas terminó de decirlo se escucharon aplausos y gritos de las mujeres que estaban en el público. Él hizo una pausa y continuó: "Y no es que les esté diciendo algo malo a las mujeres, para nada. Lo que pasa es que a las mujeres no debemos intentar entenderlas, porque sólo debemos amarlas". Después de eso, el lugar del concierto casi se vino abajo de los gritos.

El video seguía, pero lo dejé pasar porque me aburrí. Sin embargo, me quedé pensando en esa frase. No es la primera vez que la escucho. Mi abuelo también la repetía constantemente y a mi abuela le provocaba la misma reacción que a las mujeres que están en el público de ese concierto. No es que gritara, pero se ponía coqueta, como si se tratara de un piropo.

Y entonces yo –que crecí en la casa de mis abuelos– la encontraba de lo más normal. Probablemente alguna vez la dije también, sin pensar mucho el trasfondo. Pero desde hace un tiempo intento cuestionarme más estas cosas y eso me ha permitido ver que a diario convivimos con frases que son muy machistas. Como esta, que en esa idea de la imposibilidad de entender el comportamiento femenino, lo que se esconde es que se está desechando la oportunidad de profundizar en nuestra interioridad. Con esa frase se subestiman las actitudes y opiniones de las mujeres.

Además, se suele ocupar cuando una mujer está reclamando por algo. A mí me ha pasado con algunas parejas. En peleas, como respuesta a mis argumentos, me han catalogado de histérica, compleja y emocional. Y, en vez de intentar entenderme, se callan y esperan que la discusión pase como por arte de magia.

Creo que los hombres deben empezar a darse el tiempo de entender a las mujeres. Ese día yo terminé de convencerme de que esta es una frase totalmente machista y no un piropo como lo creía y sigue creyendo mi abuela. Porque además a nosotras no nos basta con el cariño. Si algo no nos parece y lo planteamos, justamente lo que esperamos es que nos entiendan, para que no vuelva a ocurrir. Y no que nos digan un 'te quiero' o que nos regalen unas flores para que se nos olvide. Más que amor y cariño –que por cierto también necesitamos– las mujeres debemos ser escuchadas de la misma forma en que se les permite expresarse a los hombres.

Camila Rojas (26) es estudiante.