Nicole
2013 fue para Nicole un año intensísimo. Vivió el duelo por la muerte de su madre y nació su hija. Su manager y cuñado fue detenido y acusado de tráfico de drogas. Y lanzó Panal, el sexto disco de su carrera. Ahora, que 2014 recién comienza, lo que más anhela la cantante es que la vida le dé un respiro.

Paula 1138. Sábado 4 de enero de 2013.
Para Nicole (36) tener 6 discos lanzados en los 24 años que lleva de carrera como cantante y músico es el equivalente a quien guarda el registro de su vida en un montón de álbumes de fotos o en un cerro de VHS. En cada uno de ellos está su personalidad, sus inquietudes, y basta con hacer un repaso discográfico para entender en qué estaba ella cuando componía cada canción. Su primer disco Tal vez me estoy enamorando lo publicó cuando tenía 12 años y habla de su primer amor; en Esperando nada ya había cumplido los 17 y, a través de sus canciones, transmite ingenuidad, energía y la libertad que siente por haber salido del colegio; Sueños en tránsito revela a la mujer de 20 años que se siente en el derecho de hablar y criticar a la sociedad en la que vive; en Viaje Infinito hace una suerte de repaso de sus entonces trece años de carrera, y con APT, nombre que le puso al disco porque fue completamente compuesto en su departamento, crea, además, su propio sello musical. Y ahora en Panal, lanzado hace casi 2 meses, refleja la madurez de los 36 y le canta a la familia, a las relaciones de pareja y de amistad, a las pérdidas y a los hijos.
En estos años de carrera Nicole ha sido nominada al Grammy Latino, y ha tocado en exitosos escenarios como el Radio City Music Hall, de Nueva York, y el Apollo Theater, de Chicago. Ha masterizado su música en Londres, fue parte del desaparecido sello musical Maverick Records, de Madonna –del que formaron parte músicos de talla mundial como Candlebox y Alanis Morissette–, y ha vendido miles de copias a lo largo del mundo. Pero Nicole es una persona común y corriente. Sencilla. Nada en su forma de ser ni en sus respuestas delata una carrera llena de éxitos y logros, sino que hablan de una mujer trabajadora y que está consciente de que todo lo que ha logrado ha sido consecuencia de su trabajo y de la pasión que tiene por la música.
Casada con el periodista y animador Sergio Lagos, hace cinco años tuvo a su primer hijo, León, y hace diez meses, a Celeste. Aunque reconoce que todavía está en una época de ajuste para ordenar su tiempo entre la maternidad, la música y las grabaciones del programa Mi nombre es, de Canal 13, se preocupa de estar en la casa para bañar personalmente a sus hijos, contarles cuentos, darles la comida y jugar con ellos. Se da el tiempo también para enseñarles de música y mostrarles grupos tan diversos como The Beatles o Keith Jarrett y Lady Gaga. "Quiero mostrarles que cuando uno tiene una pasión, todo se puede y nunca se está solo ni perdido. Quiero que ellos vean que sigo cantando, que lucho por lo que me gusta y que siempre estoy aprendiendo para entregar lo mejor de mí", dice.
"Me costó asumir que el cáncer podía matar a mi mamá. Durante su enfermedad probamos medicina tradicional y natural, todos los tipos de hongos y vacunas. Incluso, accedió a fumar marihuana para calmar los dolores de la quimioterapia y para que le diera hambre. Tuvo muchos beneficios para ella".
¿Cómo fue 2013 para ti?
Fue un año de aprendizajes, de buenas cosas en general. Nació mi hija Celeste que ha sido como una bendición. Ella es un ser súper especial y siento que su mirada y su energía vino a hacer que esta sea una familia muy unida.
¿Qué te gustaría que se llevara este año?
Me gustaría que en 2014 no hubiese más despedidas. Se ha ido gente mayor, más viejita, pero se han ido todos juntos. Aparte de mi mamá, el año pasado falleció mi abuelo y, el antepasado, la abuela de Sergio. Sé que la vida es así, que la gente se muere, que ocurren cosas, pero pediría que hubiese un descanso en ese sentido. No más partidas, no más enfermedades. Que la gente no se muera. Quiero calma. Quiero una tregua.
¿Haces rituales de fin de año?
Mi mamá era muy de eso. Era muy divertida porque se ponía arriba de la silla con una maleta y nos hacía subirnos a todos y nos caíamos. También nos hacía comer uvas y lentejas. Nos reíamos mucho, ella le ponía la cuota divertida y esperanzadora, siempre decía que el año que venía iba a ser aún mejor. Lo que sí hago, pero durante todo el año es que desde que tuve a León, anoto las cosas que quiero que pasen y las ando trayendo en mi celular. Eso me lo enseñó mi mamá. Cuando uno repite y pide conscientemente algo todos los días, esa energía se va fortaleciendo, y la vas llamando. Esa lista la miro todos los días y las cosas han ido sucediendo.
¿Qué cosas has anotado y se han cumplido?
Cuando estaba recién embarazada de León planeamos irnos con Sergio a México a tocar los dos juntos. Yo quería que funcionara, pero tenía que ser antes de que tuviera muchos meses de embarazo porque no iba a poder ir. Funcionó, salió todo rápido y nos fuimos de gira.
¿Y ahora qué tienes anotado?
Que mis hijos estén sanos y que yo y Sergio también estemos bien para poder cuidarlos.

DEJAR PARTIR A LA MADRE
Hace diez meses tuviste a tu segunda hija y acabas de lanzar Panal, tu último disco. ¿Cómo te las arreglas para ser cantante y mamá? ¿Eres aprensiva?
Estoy en eso. Creo que hay que ir ordenándose, organizándose, viendo las prioridades. Cuando uno compone son horas de trabajo de estar concentrada. Tengo una mezcla, soy aprensiva pero he aprendido a soltar un poco a León; cuidarlo pero también dejarlo. León me acompaña a tocatas y festivales desde que tiene tres años, sabe lo que hago, me acompaña feliz y entiende lo que hago.
Tus canciones siempre han salido de tus propias experiencias, ¿cuáles son las que plasmaste en Panal?
Panal fue de las primeras canciones que compuse, que habla del momento en que como pareja decidimos ser familia. Con Sergio estábamos súper conscientes de lo afortunados que éramos de estar enamorados y de decidir tener hijos y hacer una familia, porque, obviamente, no todo el mundo lo decide. Fue muy loco porque yo me iba a ir a vivir a Los Ángeles. Venía de vuelta de Miami y tenía todo listo para irme, las cosas ordenadas y todo en bodega y vine a ver a mis papás y a tocar y me encontré con Sergio y hubo cambio de planes por el amor. Panal también vino a hacer eso, como el tomar la decisión de hacer familia y de las conversaciones que surgieron con mi mamá en torno a mi maternidad, donde yo le decía que si fuera la mitad de buena madre de lo que ella fue conmigo, sería increíble. Ahí partió todo el disco que habla del amor entre nosotros, a los hijos, de lo que sentía cuando estaba embarazada.
La relación con tu mamá fue muy cercana en lo profesional y en lo emocional, ¿en qué cosas notas su ausencia?
En todo. Ella siempre estaba atenta, era mi consejera principal. Era la primera que escuchaba mis canciones, era como la consejera general. También me ayudaba en la administración de mis platas, entonces, cuando se empezó a enfermar tuve que hacerme cargo de todo. Ella hasta el final trató de dejarlo todo muy ordenado. Por otra parte, me quedé con muchas preguntas con respecto a la maternidad, a la familia, a la pareja. Con mis amigas yo puedo hablar ciertas cosas, pero no todas tienen hijos. Las cosas más personales de pareja no las comentaba con nadie más que no fuera mi mamá, entonces, ahora no tengo con quien hablarlas.
¿Estuviste harto con ella en los últimos meses?
Me costó mucho asumir que el cáncer podía matarla. Cuando supe que estaba enferma pensé en escribirle una canción, pero ahí nunca pensé que se iba a morir porque cuando uno tiene esas noticias siempre tiene la esperanza de que la tecnología, los médicos y los tratamientos la van a salvar. Empecé a escribir sobre la admiración que tengo por ella, pero no pude concluir esa canción. Ya avanzada su enfermedad nos fuimos una semana a Isla de Pascua las dos solas y yo la vi súper bien, a pesar de que estaba delicada. Nos metíamos a las cuevas haciendo punta y codo y ella era feliz. Allá se puso en una piedra que se llama Te Pito Kura que está en un centro energético en el mar para sanarse. Cuando volvimos empecé a componer la canción que ahora se llama Partir pero que en su origen se llamaba No es tiempo de partir porque yo pensaba que iba a encontrar un lugar donde sanarla. Cuando se murió dije "chuta, esta canción no voy a poder ponerla", y la cambié por Te dejé partir, aunque todavía me cuesta hacerlo. Estuvimos hartos meses probando de todo: medicina tradicional y natural, todos los tipos de hongos y vacunas. En el último tiempo, pese a que no le gustaba mucho, incluso accedió a fumar marihuana para calmar los dolores y para que le diera hambre. La usamos como una planta medicinal y tuvo muchos beneficios.
"Mi mamá murió el año pasado y mi abuelo, el antepasado, por eso Me gustaría que en 2014 no hubiese más despedidas. Sé que la vida es así, pero pediría un descanso. Quiero una tregua".
Tu cuñado Manuel Lagos fue detenido por tráfico de marihuana en un caso muy mediático, ¿qué aprendizaje tuvieron con Sergio de eso?
Siento que lo que pasó nos ayudó como familia y ayudó también a poner en la agenda un tema de conversación muy importante. El consumo de marihuana es una realidad no solamente país, sino que mundial y que hay que atenderlo. En el fondo aquí hay una ley que es contradictoria, que no está bien hecha, que pone a la marihuana en el mismo nivel que la heroína o la cocaína y, como sociedad y como madre, el tema de las drogas tiene que ser algo mucho más claro, más transparente y con mucha más información en general. Es bueno lo que sucedió porque aportó también en lo que fue la elección de un nuevo Presidente, se puso en la palestra. Me extraña que haya gente presa por marihuana y otros libres por robar o consumir drogas realmente más fuertes, entonces estoy convencida de que hay que revisarlo.
La liberación de Manuel fue una causa apoyada por muchos personajes públicos y Sergio Lagos fue el vocero de esta causa.
Para Sergio no era solamente la causa de su hermano, él hasta hoy está involucrado en lo que está pasando con la ley 20.000. Sigue yendo a reuniones, estando enterado, porque él, apoyado por todos nosotros e informándonos de cómo funciona la ley, adoptó esto de informarse y de informar a la gente. El tema de Manuel pasó de ser un caso de programas de farándula a un problema país. Él, como persona, decidió hacer una doble tarea. En su campaña la Presidenta electa hizo referencias a esto, porque fue en su anterior gobierno cuando la marihuana se puso a nivel de la heroína y dijo que era algo que había que revisar porque no estaba bien. Ahora hay que esperar que la ley cambie.
¿Y cuál es tu postura respecto a la legalización del consumo de marihuana?
Yo, personalmente estoy a favor de la despenalización y del autocultivo. Creo que tal como el alcohol, tiene que ser considerada para consumo a los 18 o 21 años, ya que como adulto uno debiera poder decidir.

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