Cuarentena en imágenes: “Me siento en un eterno loop de emociones"

Invitamos a distintas fotógrafas a retratar su nueva realidad cotidiana durante la cuarentena. Esta es la mirada de Macarena Álvarez.




“Cuando pienso en este período, es difícil precisar una sensación. Han sido días intensos, muy emocionales y muy cambiantes.

Constantemente paso de una emoción a otra. Desde la alegría a la pena, o de la rabia al miedo. Hay días que me lleno de información y me angustio, me asusto, me preocupo por mis padres, por las personas vulnerables y por lo mal que lo está pasando mucha gente. Me da rabia e incertidumbre muchas de las decisiones que se toman. Otros días, en cambio, disfruto de las cosas simples: de cocinar, de reírme. Así estoy: en un eterno loop de emociones.

De todas formas, siento que estas sensaciones no son causadas por el encierro, sino por las distintas crisis que estamos viviendo. Me parece que es un tiempo fundamental para reflexionar y diferenciar cuáles son las cosas importantes y las que no.

En este tiempo de encierro he valorado mucho las rutinas, las cuales cuido y espero mantener. Intento disfrutar de esas pequeñas cosas que uno repite a diario. En la semana trabajamos. Cocinamos cosas simples, pero ricas. Nos damos tiempos para disfrutar un café, tomar algo de sol y compartir con la gata amiga.

Los fines de semana intentamos no trabajar y hacer otras actividades (aunque no siempre se logra). Hacemos aseo, jardineamos, sacamos hojas secas. A veces prendemos la parrilla, vemos alguna película, hablamos con nuestras familias o escuchamos música. Durante la semana planificamos comidas especiales y las preparamos los fines de semana. Nada muy sofisticado, pero es emocionante tener expectativas y esperar por esas cosas simples.

Al comienzo de la cuarentena esperaba hacer muchas cosas que tenía pendientes: actualizar mi página web; pintar algunos muros de la casa; hacer un huerto; leer los libros que nunca leí; ordenar mi estudio. Al cabo de un par de semanas me di cuenta de que eso no pasaría. Al principio no cumplir estas expectativas fue abrumador, pero decidí no frustrarme. Esas cosas llevan ahí años y puede que sigan por varios más.

Extraño estar con mi familia y amigos. Esos momentos en que nos encontrábamos en la calle y mejoraba mi día. Extraño pasar las tardes con mi sobrina pequeña. Quiero sentir sus abrazos y escuchar sus locuras. Si bien hacemos videollamadas y nos enviamos dibujos, extraño la complicidad al vernos”.

Macarena Álvarez vive la cuarentena con su marido Rodrigo. El confinamiento lo están pasando en su casa donde hace dos semanas tienen una nueva compañía, la gata vecina que los visita.

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