Nuestras lectoras preguntan: ¿Cómo limpiar las mascarillas caseras?

La nueva realidad de cuarentena y de la pandemia del coronavirus viene llena de preguntas e incertidumbres. En Paula queremos acompañarte en este proceso complejo buscando las respuestas a tus inquietudes.




Desde el 17 de abril que el uso de mascarillas en espacios públicos y cerrados de uso público con más de diez personas, es obligatorio. Y quienes no respeten esta norma, podrían arriesgar una multa de hasta $2.500.000. Sin embargo, como las mascarillas quirúrgicas se encuentran agotadas en el mercado, pareciera ser que la única opción es comprar las fabricadas con tela o crearlas uno mismo con el género que haya disponible.

La recomendación –siempre y cuando se pueda– es que para su manufactura se utilice un material resistente y que impida la filtración de humedad, siendo el TNT uno de los más utilizados. “Esta técnica, que significa tela no tejida, se usa para hacer bolsas a través de un tratamiento térmico. Son fibras que se disponen al azar y que luego de un proceso que generalmente es prensado en calor, se ordenan dejando una alineación entre ellas que reduce el tamaño de los poros, alcanzando dimensiones microscópicas. Por lo tanto, terminan siendo de un material más compacto que funciona como barrera frente la humedad”, explica César Saldías, académico de la Facultad de Química y de Farmacia de la Universidad Católica.

Para lavarlas, es importante protegerlas y tratarlas con mayor cuidado que el resto de la ropa. Esto, tanto en el caso de las hechas con TNT como en las de cualquier otro género. “La idea es no manipularla tanto para no gastarla. Y es que a medida que van apareciendo pelusas, que son los primeros indicios de que el material está sufriendo un cambio importante en su estructura, los poros podrían agrandarse y la tela es menos resistente a la humedad. Lo que importa, más que esté limpia, es que esté desinfectada”, asegura Saldías.

El producto con el que se laven, además de la técnica, es clave para prolongar la vida útil de las mascarillas. “Mi recomendación es lavarlas a mano cuidadosamente, sin restregar fuertemente, con agua y jabón tradicional, como el Popeye. También puede ser sumergiéndolas en una solución de tres cucharadas soperas de cloro diluido en un litro de agua durante tres minutos y después enjuagarlas y dejarlas secar”, dice el especialista.

Además, una propuesta para hacerlas más resistentes es la de elaborar mascarillas dobles. Es decir, uniendo dos piezas y dejando un espacio intermedio para cubrir con otro material. “De esta manera hacemos que hayan tres capas protectoras y podemos aprovechar las propiedades de otros materiales que se pueden eliminar después de su uso como una servilleta, que tiene la gracia de que son un gran absorbente de humedad, lo que dificulta el ingreso de las gotículas hacia la segunda barrera”.

El Ministerio de Sanidad de España, por su parte, publicó otros tres posibles métodos para limpiarlas. El primero es lavar y desinfectar la mascarilla con detergente normal y agua a temperatura entre 60 y 90 grados, lo que correspondería con el ciclo normal de la lavadora.

Como segunda opción –e igual de valida que las tres mencionadas– recomiendan sumergir las mascarillas en una solución de 20 milímetros de cloro en 980 milímetros de agua tibia durante 30 minutos y, posteriormente, lavar con agua y jabón.

Y por último, el ministerio señala que debido a las circunstancias especiales de la crisis sanitaria y a la urgencia de disponer de productos desinfectantes, se podrán usar cualquiera de los productos desinfectantes autorizados para uso ambiental y que se encuentran registrados para el uso público, aunque siempre siguiendo las instrucciones del fabricante. Luego de esto, las mascarillas se deben lavar con abundante agua y jabón para eliminar cualquier resto químico.

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