¿Quién es cada uno en esta crisis?

queopciontomar



Ya no sabemos quién es quién. Quién protesta por la justicia y quién solamente por violencia. Quién publica noticias que no verifica y quién publica información valiosa. Quién incita al odio y a la violencia y quién quiere detener esta bataola de ira y odio. Y es que un día uno se siente un poco más optimista y publica o transmite un mensaje de amor y paz y al día siguiente estás en posición de víctima debido a alguna situación de violencia o destrucción que te pega más fuerte y más de cerca, y no solo a través de la pantalla. Ahí nuestra posición cambia, se vuelve más intolerante, aparece el miedo y del miedo puede nacer el odio.

Cuando nuestra actitud ya no es tan positiva ni llena de esperanza, sino que se va a ese lugar oscuro, a ese lugar en que creemos que ya nada tiene vuelta, nos volvemos intolerantes. Y todos estamos viviendo esa posición, como también la opuesta. Todos amanecemos un día positivos y terminamos el día escupiendo y rabiando. O viceversa. Ya nada es ni será igual. Todos estamos viviendo el día a día con angustia, con la garganta apretada y con ganas de llorar y arrancar.

Hablamos de normalidad, pero lo que conocíamos por normal no era normal para la gran mayoría de los chilenos, por lo tanto, los que estamos en situación de privilegio, los que están con situación de semi privilegio y los que están solamente bien debemos apoyar a esa gran mayoría que no se siente digna. Porque es nuestro país, porque somos compatriotas. Y esas son las marchas pacíficas, las protestas, los pedidos, los cabildos, que lamentablemente se ven contaminados y mal apareados con situaciones violentas que se mezclan, que no son parte de ese grupo, pero que quedan como una gran bola de violencia.

Nadie entiende nada, todo se enreda y se mezcla, nadie sabe quién es quién, ni qué es qué.

Pero sí creo que todos queremos volver a nuestra rutina. A una rutina que no se vea interrumpida por destrucciones, ni incendios, ni tomas ni violencia. Todos los que en Chile trabajamos, y queremos un mejor país, independiente en que clase y posición estemos, queremos trabajar y funcionar. Por nosotros mismos, pos nuestros clientes, por subsistir. Queremos de vuelta una rutina. Pero después de un gran RESET. Ese botón que actualiza un sistema operativo. ¿Se le puede hacer un RESET a un país? ¿Un Control+Alt+Delete?

Porque estamos obsoletos. Tanto más diferentes. Tanto más desiguales. Tanto más humanos. Tanto más conscientes y alerta. Frente a esta situación crítica que estamos viviendo, confusa, violenta e incierta: ¿quién elegimos ser? ¿Cuál es nuestra postura frente a todo esto? ¿Qué personaje somos? ¿Somos el/la que reenvía absolutamente todo sin verificar si la noticia es real? ¿Somos el que reenvía todo lo relacionado a la teoría de la conspiración? ¿Somos los que nos concentramos en todas las imágenes y videos violentos y las esparcimos sin filtro? ¿Somos los que tratamos de contener a otros? ¿Somos el que trata de instaurar la calma? ¿Qué faceta de nosotros sale a la luz en estos momentos de crisis?

Reflexionemos y actuemos en positivo, en pensar en seguir trabajando y construyendo un futuro mejor para nuestros niños. Que nuestro lenguaje y acciones aporten y no inciten a la violencia ni al pánico. Miremos, contengamos, abracemos. Vamos avanzando desde el amor, la compasión y la empatía, que son lo único estable y seguro que tenemos. Porque nos tenemos.

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