El debate que viene: ¿qué pasa si nos roban o abusan en el metaverso?

En la creciente realidad virtual las normas se asemejan a las condiciones del viejo oeste: algunos se sienten libres de traspasar límites que, en rigor, no están definidos. Ya hay reportes de abusos sexuales y la policía vaticina posibles escenarios de delitos financieros, terrorismo y desinformación. ¿Cómo se regulará esta convivencia paralela, donde puedes ser otra persona y extender tus capacidades sin límites, pero también cometer crímenes que afecten a las personas tal como en la vida real?


Para 2030, un cuarto de la población mundial dedicará al menos una hora al día a vivir en el metaverso, bajo la promesa de una experiencia inmersiva absoluta en una realidad paralela. Hacia esa fecha, la inversión en esta existencia en línea con características 3D que permite trabajar y socializar, entre otras posibilidades, será de 1.7 billones de dólares.

Si un 25% del planeta va a habitar esta nueva dimensión de internet, es cuestión de tiempo que faltas, delitos y acciones criminales se desarrollen allí, como ocurre en cualquier espacio de interacción.

Hasta ahora, los ataques recurrentes en el metaverso son de ribete sexual. En diciembre de 2021, The New York Times reportó el testimonio de Chanelle Siggens, entonces de 29 años, en Toronto. Mientras esperaba con su casco de realidad virtual Oculus Quest para jugar Population One, un desafío de combate con detalles singulares -los jugadores pueden escalar lo que sea, por ejemplo-, un participante se acercó, la manoseó y la abusó sexualmente.

El avatar era masculino y Siggens le dijo que parara. El aludido se encogió de hombros “como diciendo ‘no sé qué decirte. Es el metaverso, hago lo que quiero’”, relató la afectada.

Algunas situaciones de abuso contra mujeres se han denunciado en el videojuego Popular One.

Contactó al juego vía formulario recibiendo una respuesta automática: el usuario sería sancionado. Una hora después del incidente fue atacada por otro jugador.

Mari DeGrazia, de Tucson, usaba un chaleco que activa zumbidos y vibraciones, lista para batallar también en Population One, cuando sintió que le tocaban el pecho. “Me sentí fatal”.

Internet encarnada

En la novela de ciencia ficción Snow Crash (1992), de Neal Stephenson, se utilizó por primera vez el término metaverso. “Puede difuminar los límites entre el mundo físico y el virtual para crear una única realidad combinada, ampliada o mixta”, explica el documento La actuación policial en el metaverso: lo que las fuerzas de seguridad deben saber (2021) de Europol, la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial.

“En consecuencia”, sigue el informe, “el metaverso (...) se centra en la realidad virtual (RV), pero cada vez se define más en términos de realidad aumentada (RA) o realidad extendida o mixta (RX)”.

El texto alaba las posibilidades para personas con limitaciones físicas, como también advierte que el metaverso “dependerá de las empresas que lo construyan y utilicen, y de cómo la gente utilice las opciones que ofrece la tecnología”.

“Todo ello determinará”, asevera, “si será un lugar utópico o uno plagado de delitos y abusos”.

El informe vaticina que esta “Internet encarnada” podría permitir a futuro que las personas se puedan desplazar libremente por distintas plataformas, mudando todas sus pertenencias virtuales. Hoy es prácticamente imposible, porque cada una exige una cuenta específica.

El metaverso “dependerá de las empresas que lo construyan y utilicen, y de cómo la gente utilice las opciones que ofrece la tecnología”, dice un informe de 2021 de Europol. En Colombia, por ejemplo, ya lo están utilizando para realizar juicios.

Entre los flancos del metaverso, señala Europol, está la identidad, el lavado de dinero, estafas, acoso, abuso y explotación de menores, terrorismo y desinformación. A su vez, Interpol está integrando el metaverso para entrenar a sus agentes en situaciones de la vida real, como también operar sistemas de control fronterizo virtual.

Utilizar la realidad virtual para entrenar policías, por ejemplo, fue lo que motivó a los votantes de la ciudad de Mobile, en Alabama, a aprobar una inversión de 50 mil dólares en una decena dispositivos de RV, para capacitar efectivos en situaciones de crisis.

Los vacíos

El prefecto Maximiliano Mac-Namara Valderrama, jefe nacional de Cibercrimen, asegura que el metaverso es un proyecto a largo plazo que tomará de 10 a 15 años “en su desarrollo total”, y que “toda representación virtual forma parte de la extensión de nuestro propio mundo real (...) relaciones interpersonales, actividades recreativas, incluso el desarrollo de la actividad criminal”.

“Los delincuentes”, describe el jefe policial, “se adaptan con mucha rapidez a las herramientas tecnológicas emergentes”.

Mac-Namara Valderrama reconoce que actualmente la legislación chilena exhibe un vacío “asociado al acoso cibernético, cuando de personas adultas se trata”.

“Nuestras sanciones están orientadas a las personas”, explica, “por lo tanto, no tenemos una definición para entidades de origen virtual, como por ejemplo un avatar”.

El prefecto Maximiliano Mac-Namara Valderrama, jefe nacional de Cibercrimen, asegura que el metaverso es un proyecto a largo plazo que tomará de 10 a 15 años “en su desarrollo total”.

Exhibir material de connotación sexual animado o real a menores de edad, elucubra, podría constituir delito, aún cuando no considere el contacto corporal. MacNamara cree que implica “un gran desafío como sociedad” la tipificación adecuada de “aquellas acciones ilícitas que pudiesen ir surgiendo producto del desarrollo del denominado metaverso, como una forma de evitar los vacíos legales”.

El ex senador y ex subsecretario de Carabineros y subsecretario del Interior, Felipe Harboe, atento a temáticas e iniciativas digitales, enumera los desafíos legislativos que plantea el metaverso.

“Cómo vamos a regular, por ejemplo, la identificación digital; cómo vamos a regular una especie de código penal para sancionar justamente aquellas conductas lesivas de la integridad de las personas”.

Harboe se pregunta por el eventual marco “de la compra y venta de inmuebles o sitios en el metaverso, quien va a ser la autoridad que va a regular”.

“¿Le vamos a entregar esto a la empresa controladora?”, interroga, “¿vamos a crear una especie de estado en el metaverso?”.

Harboe considera fundamental que el país asuma que el metaverso implica “tremendos desafíos económicos”, vaticinando un escenario donde esta dimensión contará con su propia divisa, “o se apliquen las criptomonedas para la adquisición de determinado tipo de bienes”.

El mundo del retail, plantea, utilizará esta realidad alternativa para la venta de productos. “¿Cuál va a ser el régimen contractual? ¿ante quién se podrá impugnar un contrato, o ante quién se podrá impugnar el cumplimiento del mismo?”.

“Chile tiene que actualizarse”, observa Harboe. “Es importante que en la agenda 20/30 el país tenga una estrategia digital real, que se haga cargo de las nuevas realidades contractuales (...) que nos desafía el metaverso y otros desafíos tecnológicos”.

El prefecto Mac-Namara Valderrama cuenta del caso ocurrido en EE.UU. con el famoso videojuego de RV Roblox, donde varios usuarios “violaron al avatar de una menor de 7 años de edad”.

Suma un incidente en España, donde un joven de 18 años mantuvo conversaciones con menores de edad solicitando y remitiendo fotografías y videos de carácter sexual explícito, “mediante una aplicación que estaba centrada en la creación de comunidades de usuarios interesados en el metaverso”.

El hecho de que el metaverso sea un universo paralelo donde puedan realizarse intercambios económicos -a través de los NFT- da pie para posibles delitos. Por lo pronto, las marcas de alta costura ya están vendiendo sus diseños en este universo.

El jefe policial también se detiene en eventuales delitos económicos porque “los criminales buscan las formas para que no detecten las ganancias producto de sus ilícitos”.

“El metaverso”, continúa, “podría ser un espacio susceptible de ser utilizado para la transacción e intercambio de productos que pudiesen generarse u ofrecerse en este espacio virtual, especialmente los conocidos como token no fungible, NFT, por sus siglas en inglés, para (...) invertir las ganancias obtenidas producto de una acción delictual, probablemente utilizando para ello algún tipo de criptodivisas”.

En el otro mundo

Desde 2015 existen en Noruega patrullas de internet en cada distrito. Francia dispuso acciones en el juego Fornite para que menores de edad víctimas de abuso, puedan compartir sus historias.

Con esta premisa preventiva, la sugerencia de instancias como Europol es que las normativas del metaverso se generen desde un espacio de diálogo entre la sociedad civil, las fuerzas de seguridad, y las plataformas que construyen este mundo paralelo.

“Adaptar un sistema a los nuevos requisitos”, proclama el organismo, “será mucho más difícil que incluirlos al principio”.

“Estar en conversación activa con los principales actores que desarrollan las plataformas metaverso es, por tanto, esencial (...)”.

Para la organización europea resulta de interés, por ejemplo, conocer la opinión de la gente para “ponerse en contacto con los moderadores de una plataforma o con la policía”.

La sugerencia final es que las distintas fuerzas del orden se sumerjan desde ahora en esta realidad virtual que se va fundiendo con el mundo real, y tender lazos para intercambiar información. Por mientras, experiencias en ámbitos como blockchain y las NFT, dejan lecciones sobre la configuración de esta realidad alternativa en pleno auge.

“La creación de una red internacional de expertos en la materia para intercambiar estas experiencias”, aconsejan los europeos, “ayudará a adquirir conocimientos de forma más rápida y eficaz”.

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