Redes sociales buscan regular su uso entre los menores de edad

La mayoría de las redes sociales no permite a usuarios menores de 13 años abrir una cuenta.

Entre los mecanismos que han ideado plataformas como Instagram, Snapchat y TikTok figuran desde inteligencia artificial para detectar la edad de los usuarios, según sus rasgos, hasta herramientas de control parental. Estas funcionalidades mejoran la seguridad de las rrss, pero expertos advierten sobre las desventajas que podrían traer.


El uso de redes sociales se ha convertido en algo cotidiano y transversal en todo el mundo. Ha cambiado los canales y formas de interacción entre personas y, por lo mismo, a medida que estas plataformas se han expandido, también se han generado nuevos cuestionamientos éticos, legales y prácticos asociados a su uso. Uno de ellos es el uso de ellas por parte de menores de edad. Aunque casi todas la redes sociales han fijado los 13 años como la edad mínima para tener una cuenta, abre la puerta a otros desafíos, por ejemplo, el de pensar cómo debe ser el uso de redes para esos adolescentes entre 13 y 18 años.

“Durante esta edad, suelen usar las redes sociales para poder contactarse con los pares y como manera de socialización. Sin embargo, su uso siempre debe estar regulado y supervisado por adultos. Esta supervisión irá disminuyendo con el tiempo, pero siempre debe ser regulada, en especial el tiempo de exposición”, apunta María Jesús Lagos, psicóloga infanto-juvenil del Centro Médico Cetep.

Juan Carlos Lara, director de investigación y políticas públicas de Derechos Digitales, enfatiza en que si bien es necesario dar una especial protección a los niños, niñas y adolescentes de los riesgos que puedan surgir en este ámbito, también hay que generar el espacio necesario para que se puedan desenvolver en estas redes.

“Hay que reconocer sus intereses. Es decir, no se trata de aislarles de todos esos riesgos, sino más bien que de manejarlo de una forma tal que esos riesgos se reduzcan y que aprendan a socializar incluyendo el uso de tecnologías digitales”, señala Lara.

Instagram anunció nuevas herramientas para verificar la edad de sus usuarios.

Los esfuerzos de Instagram

Uno de los problemas asociados a uso de redes sociales por parte de menores es cómo verificar que efectivamente los nuevos usuarios de estas plataformas tengan la edad que dicen tener. Con la idea de poner fin a esta situación, Instagram acaba de anunciar dos nuevas formas de que sus nuevos usuarios verifiquen su edad.

La primera y la más innovadora es a través de un video selfie. A través de este método, el usuario recibe instrucciones de cómo grabarse y luego Instagram envía una imagen de este registro a Yoti. Esta empresa especializada en estimaciones de edad, analiza a través de inteligencia artificial los rasgos del usuario y determina si es mayor de 13 años. Instagram asegura que después de este proceso, la imagen es eliminada y que además el método solo sirve para reconocer la edad pero no la identidad de quien lo use.

La otra opción que presentó Instagram es la de respaldo social, donde el nuevo usuario puede pedirle a tres seguidores mayores de edad que verifiquen que quien hace la solicitud tiene más de 13 años. Las tres personas elegidas recibirán una solicitud y tendrán un plazo de tres días para responder.

El método utilizado anteriormente también sigue siendo una alternativa y se trata de que el usuario envíe alguna fotografía de un documento de identidad suyo, algo que la misma plataforma ha aceptado que no es lo ideal, debido a que puede generar una brecha para quiénes no tengan acceso a estos documentos. Además esta opción deja sin efecto la expectativa de anonimato que puede esperar cualquier usuario en una red social.

“Es sospechosa la exigencia de identificación por parte de agentes privados. Ni mi familia, ni mis amigos me piden pruebas de identidad, pero sí lo hace una plataforma privada ubicada en no sé qué lugar del mundo y que, además, lo hace con menores de edad, que no tienen edad legal para consentir la entrega y uso de sus datos, menos de datos sensibles como el registro de su rostro”, opina Juan Carlos Lara.

Snapchat creo el Centro Familiar, donde los padres pueden saber con quiénes hablan sus hijos

La supervisión de Snapchat

En la misma línea de proteger a sus usuarios menores de edad, Snapchat lanzó hace unos días su Centro Familiar, una herramienta que permite a los padres de un usuario menor de edad ver quiénes son los amigos de su hijo y con quién ha estado chateando, aunque sin tener acceso a esas conversaciones.

Si alguna interacción causa preocupación en los padres, ellos pueden reportarla al Equipo de Confianza y Seguridad de Snapchat. Según la plataforma, esta nueva herramienta imita la forma en que los padres se preocupan de la vida social de sus hijos en la vida real, preguntando regularmente con quiénes se están juntando.

“Creo que es una herramienta muy útil, en especial para prevenir que menores hablen con extraños que se hacen pasar por NNA. Sin embargo, debe ser usada con mucho cuidado, pues es fundamental que los NNA también puedan tener intimidad con sus pares y enseñar que hay límites que debemos respetar”, dice al respecto María Jesús Lagos.

Por su parte, Juan Carlos Lara entrega una mirada más crítica, “Siempre es valioso que las empresas hagan esfuerzos por generar productos más seguros, especialmente con los riesgos que hay en la niñez y la adolescencia. Pero al mismo tiempo, cuando esos productos seguros significan una fidelización desde que alguien es menor edad, es importante tomarlo con escepticismo”, acota

La iniciativa del Centro Familiar se suma a otras medidas que ha tomado Snapchat para proteger a los menores de edad, como que los adolescentes no puedan tener perfiles públicos, que cuentas que no son amigas no puedan escribirse mensajes o las cuentas de adolescente solo aparezcan como sugerencia de amistad a quienes tienen amigos en común.

Otras iniciativas

Aunque los métodos recién anunciados por Instagram y Snapchat asoman como los más llamativos, las principales plataformas sociales llevan años procurando entregar un espacio seguro para sus usuarios.

TikTok, por ejemplo, tiene una política diferenciada para sus usuarios de entre 13 y 16 años, quienes no pueden acceder a los mensajes directos ni publicar contenido en livestream. Además, el contenido que suban no será recomendado a otros usuarios que no los sigan directamente.

Facebook, por su parte, tiene desde 2016 un Portal de Padres, una sección donde los apoderados de los usuarios pueden informarse y hacer preguntas. Asímismo, la plataforma también busca a través de inteligencia artificial perfiles que puedan ser de menos de 13 años, por ejemplo analizando los saludos de cumpleaños que reciben los usuarios.

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