Ayer, cerca de las 13.00, el diputado socialista Manuel Monsalve, acompañado de representantes de la DC, PPD, PC, PR, de la Federación Regionalista Verde Social y del diputado de RD Giorgio Jackson, anunció la concreción de un acuerdo de las fuerzas de la futura oposición para administrar la Cámara durante los próximos cuatro años.

Se trataba del hito cúlmine de una larga negociación en la que se acordó que el PS liderará la testera el primer y cuarto año, y la DC en los otros dos periodos. El resto de las colectividades accederán a vicepresidencias en la mesa o presidencias de comisiones, mientras que el Frente Amplio logró instalarse los cuatro años en casi todas las comisiones.

La decisión del FA de marginarse de la testera destrabó las negociaciones, luego de que la DC congelara en enero su participación. Finalmente, Jackson tendría un lugar en Hacienda, Gabriel Boric y Tomás Hirsch en Constitución, y Vlado Mirosevic podría presidir RR.EE.

También consensuaron que en cada periodo la mesa tendrá una diputada, rol que podría recaer el primer año en Maya Fernández (PS) como presidenta.

Pese al anuncio, en el mismo punto de prensa se dejaron ver los riesgos del pacto, considerando que algunos diputados -de la DC y el PR- han mostrado reparos a una alianza con el FA y el PC.

El hecho de que la votación del 11 de marzo sea secreta abrió suspicacias de un posible desmarque de parlamentarios para pactar con Chile Vamos, bloque que requeriría solo seis votos extras para quedarse con la mesa.

No pasó inadvertido, en esa línea, que tanto el diputado Pablo Lorenzini (DC) como la jefa de bancada del PR, Marcela Hernando, sinceraran que no podían poner "las manos al fuego" por otros parlamentarios.

En la falange, de hecho, reconocen riesgo de que no se sumen Miguel Ángel Calisto y Jorge Sabag. Este último dijo a La Tercera que "no voy a dar el voto para este acuerdo" y que "nuestro electorado no ve con buenos ojos el que sigamos junto al PC y menos al FA".

Así, la posible "fuga de votos" fue abordada en el almuerzo de ayer de los diputados DC en Valparaíso, cita en la que se estableció que la bancada debe actuar en bloque para evitar un "quiebre", y que cualquier voto contrario podría conllevar medidas disciplinarias, incluyendo la salida de la bancada. La determinación de posibles sanciones fue transmitida también por algunos de sus pares a Sabag.

Ya en las últimas horas, en todo caso, diputados electos que tenían aprensiones, como Daniel Verdessi y Joanna Pérez, se alinearon con el acuerdo alcanzado.

"Si alguien no reconoce la fuerza de la democracia en la práctica y que sea la votación de los 14 parlamentarios DC que genere el principio rector de nuestro proceder, no merece estar en nuestra bancada", dijo a La Tercera el diputado Iván Flores.

Considerando el temor de que haya diputados "descolgados" en la votación, en la Nueva Mayoría emplazaron al futuro ministro Segpres, Gonzalo Blumel, a sincerar si están negociando con personeros oficialistas. "Tengo sospechas. Lamentablemente, en Chile algunos creen todavía que la política se hace comprando a los parlamentarios", señaló el PC Daniel Núñez, mientras que Monsalve afirmó que "no queremos repetir lo que en política ha ocurrido en casos en que finalmente se termina comprando votos".

En Chile Vamos sostienen que tendrían al menos cuatro votos asegurados, mientras que en el oficialismo dicen que no habría compromiso aún de Karim Bianchi (independiente-PR).

Senado

En el Senado, en tanto, si bien la Nueva Mayoría tendrá hegemonía, algunos nudos han trabado el anuncio de un pacto.

Aunque ya estaría resuelto que el PS tendría el primer año la presidencia, con Carlos Montes, y los siguientes serán para el PPD, la DC y nuevamente el PPD, no se ha llegado a puerto sobre los nombres.

En el caso del comité PPD, aspiran al cargo Felipe Harboe, Jaime Quintana y Pedro Araya, mientras que en la DC tienen aspiraciones las tres senadoras electas: Carolina Goic, Ximena Rincón y Yasna Provoste.