Chadwick vuelve al foco

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Primero fue por el caso Catrillanca, algo que había empezado a dejar atrás. Ahora, sin embargo, el vicepresidente de la República nuevamente atrae las miradas y los cuestionamientos de la oposición luego de que se revelaran unos mensajes suyos en medio de la compleja trama que se vive en Rancagua.


En noviembre, el Presidente Sebastián Piñera se encontraba de gira por Singapur, Nueva Zelandia y Papúa Nueva Guinea en medio de la controversia por la muerte del comunero mapuche Camilo Catrillanca, lo que derivó en una fuerte crisis para el gobierno y puso el foco de las críticas no solo en Carabineros, sino que también en el ministro del Interior, Andrés Chadwick. Ante la ausencia del Mandatario del país, Chadwick debió enfrentar el caso en calidad de vicepresidente, el mismo rol que está ejerciendo esta semana -mientras el Jefe de Estado se encuentra en China-, en la que ha debido hacer frente a nuevos cuestionamientos.

Esta vez -de nuevo como vicepresidente- ha sido emplazado a explicar los mensajes de WhatsApp con el alcalde de Rancagua, Eduardo Soto (ex UDI), comunicaciones que fueron reveladas el martes por radio Bío Bío, luego de que en diciembre de 2017 el fiscal Sergio Moya incautara el teléfono del edil en el marco de una indagatoria por presunta malversación en el teatro de esa ciudad, por la que Soto será formalizado el 24 de mayo.

En esos mensajes -que corresponden a abril de 2017- Chadwick le dijo a Soto que "sería bueno un apoyo al fiscal", aludiendo a Emiliano Arias, y que "es muy injusto lo que ha hecho la Fiscalía Nacional al sancionarlo por investigar incendios". Además, le agregó que "un Twitter tuyo sería un muy buen respaldo". Y según esos mismos mensajes revelados por radio Bío Bío, Soto le respondió "ok", junto con comentar que "ojalá no se enrede lo del teatro". Y la respuesta de Chadwick fue: "Dios quiera".

La situación abrió un foco distinto al que ya se había generado luego de la denuncia del fiscal Moya contra Arias, en medio de la investigación contra jueces de la Corte de Apelaciones de Rancagua por presunta corrupción. Esta vez, parte de la atención que ha generado esa trama se comenzó a centrar, en base a esos mensajes, en el ministro del Interior. "Todas estas conversaciones fueron cuando Chadwick no era ministro, y como ministro ha cumplido con todas las obligaciones", dijo hoy en la mañana el titular de la Segpres, Gonzalo Blumel, en radio Duna.

La defensa de su compañero del comité político apunta a que esos mensajes ocurrieron cuando Chadwick no era secretario de Estado, un punto que buscan resaltar en el gobierno y en el oficialismo. Todo, como parte del blindaje al hombre más fuerte del gabinete en un momento en el que había logrado -según comentan en el sector- ir dejando atrás las secuelas del caso Catrillanca que lo había puesto en el foco de los cuestionamientos.

Así, la misma "bajada comunicacional" con la que Blumel enfrentó el asunto es la que manifestó el propio Chadwick hoy en la mañana. Mientras parlamentarios del oficialismo también salían en su defensa, el jefe de gabinete sostuvo que "es una conversación de WhatsApp que, en primer lugar, es bueno aclarar: la tuve hace dos años, en abril del año 2017. Yo no tenía ningún cargo público, ejercía mi labor como abogado y profesor universitario".

Asimismo, señaló que "es una conversación absolutamente normal en tono de amistad, en la cual le señalo preocupación en un tema público e importante en la región en la cual yo fui senador, y mantengo preocupación, que es con las investigaciones de los incendios forestales, que ese año 2017 fueron realmente dramáticos". Chadwick, además, agregó que "no tiene ninguna relación, ningún vínculo con ninguno de los temas que están siendo investigados" y que "espero que esto no sea utilizado políticamente, porque no corresponde".

De hecho, en el oficialismo enfatizan que el ministro no tiene nada que ver con el conflicto que se vive en Rancagua y que esas comunicaciones son "entre dos conocidos" antes de que se iniciara el segundo gobierno de Piñera.

Esas explicaciones, sin embargo, no dejaron conforme a la oposición, cuyos principales líderes salieron a cuestionar a Chadwick. "Espero que todos estos hechos sean aclarados en el marco de la investigación que está llevando adelante el Ministerio Público. En lo político, es evidente que el primo del Presidente se ha transformado en un dolor de cabeza para el gobierno, porque este es un nuevo episodio que genera complicaciones al gobierno de Sebastián Piñera", dijo el presidente del PS, Álvaro Elizalde, mientras que su par del PR, Carlos Maldonado, sostuvo que Chadwick "debe explicar su relación con el fiscal Arias". Y, cuestionando la explicación dada por Blumel, agregó: "¿Por qué pidió apoyo público para él (Arias) a una autoridad local que estaba siendo investigada? ¿Cuál es el interés de un actor político relevante, exsenador por la zona, en el fiscal regional?".

El líder de la DC, Fuad Chahin, se sumó a los cuestionamientos señalando que "me parece absolutamente grave lo ocurrido, más allá de que no estuviera en un cargo", junto con recalcar que "el ministro Chadwick es un actor político y antes de ser ministro seguía siéndolo, no era abogado de la causa que tuviera la representación del alcalde, ni mucho menos".

Incluso, hay quienes comenzaron a pedir la salida del ministro del Interior. La jefa de bancada del PPD, Andrea Parra, comentó que "surgen legítimas dudas respecto de la investigación que sostiene la fiscalía en torno al alcalde de Rancagua" y que "nos parece que es absolutamente legítimo pensar que la figura del ministro Chadwick está profundamente dañada y que sería mejor para el país que diera un paso al costado". No obstante, el presidente de su partido, Heraldo Muñoz, fue más cauto y señaló que "hay que investigar todas las aristas de caso de los jueces y fiscales de Rancagua, la ciudadanía merece tener claridad y transparencia sobre este lamentable caso".

"El alcalde me señaló que Chadwick le ofreció la defensa gratuita de Luis Hermosilla"

Soto es un reconocido exmilitante UDI cercano a Chadwick, quien, cuando fue parlamentario en la Región de O'Higgins, construyó una fluida relación y cercanía política con el edil, que incluyó trabajo territorial conjunto. Y esa relación cercana se grafica con otro elemento, que corresponde a marzo de 2017.

Por esos días, el abogado Mario Zumelzu se encontraba trabajando en una causa por extorsión que el propio Soto había denunciado ante la fiscalía, cuando comienzan a surgir rumores acerca de que en la investigación sobre el Teatro de Rancagua el alcalde estaba siendo indagado como imputado por posible malversación de caudales públicos.

Según recuerdan dirigentes gremialistas de la zona, de improviso Zumelzu dejó la causa por extorsión, que se vinculó a la del teatro y que posteriormente se agrupó en una sola. La defensa de Soto pasó a manos del abogado Luis Hermosilla, un exsocio de Chadwick y hoy asesor del Ministerio del Interior. Sur servicios, incluso, serían entregados ad honorem.

Zumelzu lo recuerda así: "Me reuní con el alcalde Soto, quien en buenos términos y muy agradecido me señaló que Andrés Chadwick le ofreció la defensa gratuita de Luis Hermosilla, con quien hablé telefónicamente y le transferí los antecedentes de que disponía".

La Tercera solicitó al Ministerio de Interior una versión sobre el rol de Chadwick en la llegada de Hermosilla a la causa, pero señalaron que no se realizarán comentarios.

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