El dilema opositor frente al ciudadano Pérez


Los coletazos de la renuncia del hoy ex ministro del Interior, Víctor Pérez, continúan. Aunque el también exsenador –quien ha mantenido silencio- dimitió en parte para evitar ser destituido por el Congreso, la amenaza de esa acción no ha desaparecido.

Esta semana el Senado será informado de los cargos que se enrostran al extitular de Interior y es probable que el libelo no sea votado esta semana. Pero ya está instalado el dilema sobre la manera en que votarán los senadores de oposición. ¿Tiene sentido político –ya no hablamos ni siquiera del cuestionado mérito jurídico - persistir en la acusación si el supuesto responsable de los errores ya abandonó sus funciones?

En privado son varios los senadores de la oposición que sostienen que la acción ya cumplió su cometido. Sin embargo, la primera que se atrevió a sostenerlo públicamente fue la senadora DC Carolina Goic. Lo de “atreverse” no es el azar.

Aunque otros parlamentarios de la DC, PPD e incluso del PS están convencidos de que no hay que perseverar, nadie quiere ser el primero en salirse de la fila y asumir los costos de declarar esa opinión pese a que algunos ya comienzan a sostener de manera algo tímida una obviedad: que el escenario cambió.

En una oposición radicalizada manifestar señales distintas –aun cuando sean sensatas- suele ir acompañado de duros cuestionamientos y reproches sobre “dañar la unidad”.

Es el temor a esas críticas lo que contiene a los senadores de manifestar lo que sostienen en privado. Un dilema del que deberán a comenzar a preocuparse.

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