Felipe Harboe, senador PPD: "El gobierno condicionó el respaldo a sus reformas cuando ejerció el veto presidencial"

FELIPE-HARBOE-1320
Foto: Richard Ulloa

Consultado sobre la postura de la oposición de rechazar la idea de legislar la Reforma Tributaria, el legislador sostuvo que existe temor en la oposición de que el Ejecutivo intente torcer la decisión parlamentaria utilizando una prerrogativa que ya ocupó en el reajuste del sector público.


Es un defensor del legado de la Concertación y en esa línea valora la invitación que hizo el Presidente Sebastián Piñera a los timoneles de partidos de la oposición a dialogar. No obstante, el senador PPD Felipe Harboe, dice que "obras son amores" y espera un cambio de actitud del gobierno y que escuche a su contraparte incorporando cambios a las reformas que impulsa. Mientras tanto, sostiene que el proyecto de control preventivo para menores no representa ningún avance y dice sobre la reforma tributaria que se deben realizar los cambios antes de poner el proyecto en votación.

También es crítico de la centroizquierda y cuestiona a quienes en su sector han "tenido temor a enfrentar al Frente Amplio".

¿Qué le pareció que el Presidente Piñera haya convocado a la oposición a La Moneda?

Me parece positivo. Este país requiere mantener instancias de diálogo. Lo importante es que más allá de la convocatoria, tengamos un cambio de actitud del gobierno. Necesitamos algunos acuerdos que tengan estabilidad en el tiempo y para eso se requiere el concurso de la oposición.

¿Es honesto el llamado que hace el Presidente al diálogo?

Espero que el Presidente haya reconsiderado esa mala frase que tuvo, al tratar de 'antipatriotas' a quienes no apoyaban un determinado proyecto. Esto tiene un sentido de realismo, el Presidente está asumiendo que tiene minoría en el Parlamento y debe tener la capacidad no sólo de impulsar ideas, sino de articular acuerdos para que salgan adelante.

¿Puede haber algo de estrategia para dividir a la oposición?

Puede ser, pero parto del principio de la buena fe. Obras son amores, así que vamos a ver si esta convocatoria se traduce en algo concreto, donde el gobierno cambia de actitud, deja de atacar a la oposición, deja de atacar a Bachelet y tiene apertura para escuchar e incorporar la visión de la oposición en iniciativas emblemáticas la visión de la oposición.

El gobierno ingresó el proyecto de control preventivo de identidad a menores, pese a no contar con el respaldo de la oposición, justo después de las reuniones...

El gobierno está muy preocupado porque la evaluación en materia de lucha contra la delincuencia es porcentualmente muy mala. Entonces saca esta iniciativa que es muy popular pero que en la práctica no va a generar ningún impacto en materia de seguridad. Es altamente inconveniente, se está instalando una medida populista y no efectiva.

Pero ¿qué le parece que el gobierno flexibilizara el proyecto?

El problema es más de fondo. No hay un fundamento para presentar una iniciativa como esta. Tenemos bandas criminales integradas por jóvenes, pero para eso la solución no está en el control de identidad. La solución está en mejor inteligencia para detectarlos, mejor capacidad operativa para detenerlos y mejor capacidad probatoria para condenarlos. No vemos ningún avance con el control de identidad.

¿Cuál es la diferencia entre este proyecto y el que usted aprobó durante el gobierno de la Presidenta Bachelet?

Primero veamos las condiciones. Los Carabineros de hoy no son los de ayer, lo digo con mucha pena, porque hoy estamos en conocimiento de hechos objetivos que hablan de una institución donde se han descubierto prácticas bastante corruptas. En segundo lugar, desde el punto de vista de la participación de menores, en hechos delictuales tanto la Defensoría Penal como también el Ministerio Público confirman que en los últimos años, hemos tenido una disminución de un 30%. Tercera gran diferencia, la orden de detención para ambas policías bajaron considerablemente. Las circunstancias han cambiado, pero adicionalmente, es un signo de inteligencia abrirse a escuchar los argumentos y analizar la evidencia.

También en el ámbito legislativo, se viene a una reforma al Tribunal Constitucional, ¿cuán importante es esta iniciativa?

La reforma al TC constituye hoy un imperativo ético, porque se está generando una alteración de las mayorías ciudadanas expresadas en el Parlamento y en segundo lugar, se está generando una intromisión en las facultades jurisdiccionales del Poder Judicial. Hoy día los violadores a los DD.HH. encontraron en el TC un enclave para la impunidad, porque paralizan las investigaciones y comienzan a morirse las víctimas o los victimarios y eso me parece que es inaceptable.

Pero, ¿cuáles son los intransables?

Debe contener modificaciones no solo en el sistema de nombramientos, sino que también se contemple un sistema de remoción. La época de la inmovilidad terminó. Hay diversos mecanismos y no hay que cerrarse a las diferentes alternativas. Otro elemento clave es el relativo al control de oficio preventivo, porque en la práctica el TC se ha arrogado facultades legislativas.

¿Y la inaplicabilidad?

Quizá la inaplicabilidad por inconstitucionalidad debería devolverse a la Corte Suprema, así como también soy partidario de eliminar la facultad presidencial del indulto.

Respecto de la reforma tributaria, hoy la oposición apunta a que va a rechazar la idea de legislar obligando, de ser así, a esperar un año más para un proyecto de esta índole, ¿no se está siendo obstruccionista?

El gobierno condicionó el respaldo a sus reformas cuando ejerció el veto presidencial, a propósito del proyecto de reajuste del sector público. Cuando el gobierno ejerce el veto en un proyecto como ese altera las mayorías. En el Parlamento se había aprobado una norma por una mayoría importante, después el gobierno vetó y para revertir ese veto se requiere una supramayoría. Obviamente eso deja a la oposición sin posibilidad de incidir, y por eso es que a partir de ese momento se notificó al gobierno que cualquier negociación en proyectos emblemáticos se debía hacer antes de la idea de legislar.

¿Por eso rechazan la idea de legislar?

Es que de lo contrario lo que puede ocurrir es que se apruebe la idea de legislar, luego el gobierno no acepte ningún tipo de cambio que le plantee la oposición, el Congreso rechace el proyecto del gobierno y el gobierno ejerza un veto con lo cual tuerce la voluntad del Parlamento. El gobierno cometió un error en su oportunidad y está pagando las consecuencias. No obstante, creo que también ha habido voluntad de diálogo de la oposición. Un país que pretenda atraer inversiones no puede estar discutiendo cada cuatro años cuál va a ser su régimen tributario. Eso le hace mal al país en su imagen internacional.

En los encuentros con Piñera el timonel del PS, Álvaro Elizalde, pidió respetar a la figura de la expresidenta Michelle Bachelet, ¿lo comparte?

Una parte del gobierno tiene una verdadera obsesión con la Presidenta Bachelet, por cada problema le echan la culpa, de hecho, ya se ha transformado en un meme. Eso le hace mal al gobierno, los eligieron para gobernar y no para buscar excusas o mirar hacia atrás.

Pero esta semana usted dijo que el tiempo de la expresidenta ya pasó y que se requiere renovación.

Una cosa es el respeto y otra cosa es el futuro. Mi percepción es que el mundo de la centroizquierda tiene que construir liderazgos pensando en el nuevo Chile. Por tanto, la Presidenta Bachelet hizo una tremenda contribución en mejorar las condiciones de igualdad con reformas profundas y también de equidad de género, pero hoy día se van requerir nuevos liderazgos capaces de plantearle al país un proyecto progresista que incluya elementos de equidad, de redistribución, pero también que no le tenga miedo incluir los temas del crecimiento, de la seguridad, que se dejan de lado por el mal concepto de un progresismo equivocado.

¿El gobierno puede estar usando a Bachelet para opacar a los nuevos liderazgos de la centroizquierda?

No. Mi percepción es que aquellos que quieran ejercer posiciones de liderazgos tienen que plantear al país su visión sin miedos. El problema de la centroizquierda en este periodo es que ha tenido miedo de defender las obras que hizo, le ha costado asumir los errores, y muchos en la centroizquierda han tenido temor a enfrentar al Frente Amplio.

Se están empezando a ver trizaduras en el PPD, ¿algunos han dicho que Heraldo Muñoz actúa más como excanciller que como timonel?

Es altamente inconveniente que las legítimas diferencias que puedan haber internamente estén ventilándose a través de los medios de comunicación. Habíamos logrado, entre todos, que el PPD estuviera por los debates de los temas país y no de los conflictos internos.

Pero hay una diferencia de fondo, por ejemplo, entre la bancada de diputados y el comité de senadores del PPD por el TPP11.

Siempre hay que intentar buscar puntos de encuentro con una reflexión mucho más profunda, con un análisis del articulado del tratado. De pronto uno escucha ciertas críticas al TPP que están basadas principalmente en el texto original cuando EE.UU. era parte del tratado. Hay mucho de ideologismo, mucho de eslogan. Hay una oposición de Twitter que analiza las cosas en 240 caracteres y no lee con mucha profundidad los proyectos.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.