Ad portas de la decisión que tomará este sábado el consejo general de Evópoli frente al plebiscito del 25 de octubre, el senador Felipe Kast ratifica que votará a favor del Apruebo. “Hay quienes creen que estar por el Apruebo es una ingenuidad, porque sería una forma de validar a los violentistas, yo creo que es justo lo contrario. Al aprobar les estamos diciendo a los violentistas que frente a los conflictos optamos por la democracia, no por la violencia”, asegura. Por la misma opción estarían los ministros Ignacio Briones y Gloria Hutt, el exministro Gonzalo Blumel y el extimonel de la colectividad Hernán Larraín Matte.

El parlamentario y exabanderado presidencial de Evópoli también afirma que el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, cometió un grave error en su intento por captar el voto de centro, declarándose socialdemócrata.

¿Usted ya decidió su posición frente al plebiscito?

He llegado a la firme convicción de que debemos enfrentar con fuerza a los violentistas que buscan destruir nuestra democracia y que la mejor forma de quitarles legitimidad y de poder robustecer el camino recorrido durante los últimos 30 años es aprobando el próximo 25 de octubre. De hecho, porque rechazo la violencia, voy a votar Apruebo. Hoy tenemos un conflicto en nuestro país y tenemos dos caminos para resolverlo. Uno es a través de la disputa violenta que quieren imponer algunos, y el otro es a través del diálogo democrático, nosotros siempre vamos a estar por la segunda. Hoy parece que los moderados no tienen un espacio de encuentro y ese es un negocio redondo para los sectores radicales. El Apruebo permite construir ese lugar de encuentro. Esta es una oportunidad, igual que lo fue a principios de los 90, para dejar a los radicales fuera de la toma de decisión.

En enero el 59% de los miembros del consejo general de Evópoli estaban por el Apruebo. ¿Cómo cree que está hoy ese porcentaje, cuando varios dirigentes de su partido han optado por el Rechazo?

Es difícil saber lo que pasará en el Consejo. Una gran mayoría cree que hay argumentos legítimos para ambas posturas y, probablemente, lo más sano es que haya libertad de acción. Esa es al menos mi posición. Lo que tenemos que hacer es sumar a los que están por el Rechazo para que el 26 de octubre, en caso de que gane el Apruebo, hagamos un gran comando unitario y conjunto para salir a defender nuestras ideas. Es una gran oportunidad para que Chile Vamos pueda jugar a la ofensiva y ofrecer a Chile un proyecto de futuro que pueda plasmar en el debate constitucional que se abre el próximo año.

En la presidencial pasada, como candidato de Evópoli, usted propuso una Constitución liberal para Chile, pero ahora su partido está dividido entre aprobar y rechazar un proceso constituyente. ¿Ha perdido influencia y liderazgo dentro de Evópoli?

No es así. Cuando a principio de año el partido tomó la decisión de estar por el Apruebo, y yo fui partidario de eso, siempre mi disposición fue la libertad de acción, nunca estuve por imponer el pensamiento de una mayoría a una minoría que puede tener argumentos legítimos. Todos los que están por el Rechazo en Evópoli están por una nueva Constitución liberal y democrática. Lo que pasa es que tienen legítimas dudas sobre el mecanismo para construirla. Nosotros siempre planteamos que el mecanismo era dentro de la institucionalidad vigente. Pero el 15 de noviembre, luego del conflicto muy profundo que vivió nuestra democracia, elegimos un mecanismo alternativo, un mecanismo que tiene las virtudes de replicar los estándares de funcionamiento que tiene el Congreso, incluso, con los altos quórums de 2/3. El plebiscito de entrada lo que busca es darnos la oportunidad de sanar muchas de las heridas que tenemos del pasado y poder conversar, debatir con mucha pasión, pero también con mucho respeto, sobre un nuevo texto que pueda unir a los chilenos.

¿Evópoli perdió la oportunidad de demostrar que es una alternativa a la UDI y RN?

Insisto que una de las riquezas de Evópoli es su diversidad, será el Consejo el que defina, no será mi decisión. Lo correcto es promover las ideas, pero sin imponérsela a nadie. No hay nada más democrático que permitir la posibilidad de elegir dentro de los márgenes democráticos, porque el 15 de noviembre señalamos que el Apruebo y el Rechazo eran opciones igualmente legítimas y válidas. Si queremos representar a una derecha moderna, no podemos imponerles a nuestros militantes una hoja de ruta específica frente a dos opciones que son válidas.

Lavín se equivocó

¿Qué le parecen los dichos de Joaquín Lavín, quien se autodefinió como socialdemócrata, aunque después haya matizado esas declaraciones?

El complejo y desafiante momento que vive Chile en materia de definiciones políticas demanda un mínimo de seriedad y honestidad intelectual por parte de los líderes políticos. A algunos les puede parecer anecdótico, incluso astuto, el haberse declarado socialdemócrata. A mí me parece grave. La pirotecnia y las ocurrencias comunicacionales son parte del problema y no de la solución. Cada uno de los elementos que manifestó el alcalde Joaquín Lavín sobre la construcción de una ciudad justa, que es algo que venimos empujando con fuerza desde Evópoli, el poder reformar el Sename, todos los objetivos sociales, nosotros los hemos planteado desde el liberalismo, no es necesario abandonar las propias convicciones para aspirar a un Chile más justo.

¿A su juicio, lo de Lavín fue astucia, oportunismo o un traspié?

Creo que Lavín se equivocó, porque fue muy liviano en sus declaraciones y ponderó más el efecto comunicacional que la virtud de sus convicciones. Se toma con mucha liviandad lo que es el debate cultural, el debate sano y responsable de las ideas.