Gonzalo Blumel, ministro de la Secretaría General de la Presidencia: "El gobierno no se rige por encuestas, sino que por convicciones"

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Gonzalo Blumel, ministro de la Secretaría General de la Presidencia

Titular de la Segpres refuta que detrás de iniciativas como ampliar el control preventivo de identidad y Aula Segura haya un cálculo de La Moneda. Además, hace una advertencia a la oposición en un año clave para el avance de las reformas. "Sería un error que la oposición moderada se deje pautear por la izquierda más extrema", dice.


En su despacho en La Moneda, con dos lápices bic -uno azul y otro rojo- y una libreta negra con apuntes, al estilo del Presidente Sebastián Piñera, el ministro Gonzalo Blumel analiza la primera semana del nuevo periodo legislativo y proyecta lo que será un año decisivo para el avance de las principales reformas del gobierno.

El titular de la Segpres reconoce que el escenario en el Congreso "es complejo". Sin embargo, apuesta a avanzar en su agenda con la ayuda de la oposición "más moderada", a quienes emplaza a "no dejarse pautear".

Además, el secretario de Estado refuerza que el gobierno, junto con impulsar reformas por la vía legislativa, promoverá todas las iniciativas administrativas que sean necesarias, las que -reconoce- ascienden a más de 450.

Asimismo, aborda la polémica que se generó en torno a la ampliación del control preventivo de identidad y refuta las críticas que apuntan a que el Mandatario gobierna con el cálculo de las encuestas. "El gobierno siempre actúa por convicción", asegura.

Ha dicho que este año la agenda legislativa estará centrada en tres ejes: social, económico y seguridad. ¿Cuáles son sus expectativas?

El Presidente ha planteado como sello del gobierno a la clase media. La principal prioridad del gobierno para este año es interpretar sus valores y también sus aspiraciones y temores. Por eso la agenda que hemos puesto en marcha está enfocada fundamentalmente en ellos.

Uno de los desafíos que tendrán que enfrentar es la votación sobre la idea de legislar de las reformas tributaria y previsional. Sin embargo, eso aún no está garantizado. ¿Qué camino seguirán?

Hay que recordar que se está discutiendo votar la idea de legislar de los proyectos, por lo tanto, lo que se analiza es si comparten las ideas matrices. Y como dijo el expresidente Lagos, si estamos de acuerdo en las ideas fundamentales, entonces avanzamos y vamos concordando. Y esa es la estrategia que estamos siguiendo. En el caso de la modernización tributaria, venimos realizando un trabajo en la Comisión de Hacienda tanto con los parlamentarios de Chile Vamos como con los de oposición. Ellos nos han hecho un planteamiento y vamos a responder.

¿Cuándo esperan que se vote?

La oposición ha dicho que va a votar la idea de legislar durante la próxima semana y esperamos que ese compromiso se cumpla, porque rechazarla sería incomprensible por tres razones: porque tienen legitimidad ciudadana, no son proyectos refundacionales, corrigen algunos temas que deben ser corregidos... Y porque son proyectos conectados con las prioridades de la gente.

En el caso de pensiones, la oposición está pidiendo una serie de garantías antes de la aprobar la idea de legislar. ¿Hay margen para eso?

Reiteramos el punto. Discutir sobre la idea de legislar es discutir sobre si estamos de acuerdo sobre los principios. ¿Estamos de acuerdo con subir las pensiones? ¿Estamos de acuerdo con apoyar a las pymes? Sí. Entonces, avancemos. Como gobierno entendemos que tenemos que flexibilizar nuestras posiciones, pero sin desnaturalizar la esencia de los proyectos.

Ha dicho que avanzarán "en la medida de lo posible" y que si la oposición no da los votos, ellos tendrán que pagar el costo político. ¿Cuánto puede resistir esa estrategia?

No, por el contrario, el gobierno ha estado permanentemente abierto al diálogo. Pero, como dijo el presidente de la DC: para bailar tango se necesitan dos. Sería un error que la oposición moderada se deje pautear por la izquierda más extrema.

Dice que hay disposición al diálogo, pero esta semana se impulsará el proyecto que amplía el control preventivo de identidad, el que no está en el programa y tampoco fue parte del acuerdo de seguridad. ¿Cómo se mantiene ese diálogo si se impone un proyecto que ni siquiera socializan dentro de su propia coalición?

El programa es una hoja de ruta, pero naturalmente en el camino aparecen coyunturas o circunstancias que hacen necesario legislar otras materias como, por ejemplo, el control preventivo. Y lo que hay que tener claro es que no en todas las materias nos vamos a poner de acuerdo.

Pero en esa materia necesariamente requerirán votos de oposición. Además, hay ruido en el oficialismo. ¿Se van a mantener en los 14 años?

Con la ampliación está toda la coalición de acuerdo. La discusión es respecto a la edad en la cual se aplica. Y en el debate legislativo, con la evidencia sobre la mesa, va a haber espacio para generar apoyo. Es cosa de ver las estadísticas, donde en una importante cantidad de delitos, especialmente violentos, participan menores de edad... El Presidente ya fijó la línea; se amplían las facultades del control de identidad y se incorporan a las personas mayores de 14 años.

En el oficialismo dicen que se hicieron encuestas internas. ¿Es así?

No tenemos encuestas internas en esta materia. El gobierno no se rige por encuestas, sino que por convicciones. El gobierno siempre actúa por convicción.

El exministro Eyzaguirre sostuvo que el apostar por esa iniciativa refleja que el Presidente invierte en temas que concitan mayor respaldo. ¿Se está cayendo en el populismo?

No, el gobierno prioriza sus iniciativas obviamente en función de las principales prioridades ciudadanas. Nuestro programa fue construido de esa manera, pero prácticamente la totalidad de las iniciativas que han generado más controversia, como, por ejemplo, Admisión Justa, Aula Segura y ahora el control preventivo de identidad, forman parte de la matriz y el ADN del programa de gobierno.

¿No cree que la ampliación del control preventivo perjudica, como han dicho desde la oposición, el eslogan de "los niños primero" y, además, genera un contrasentido con la situación de desprestigio que atraviesa Carabineros?

Por eso estamos impulsando una modernización...

Pero eso no ha llegado a concretarse, está en su primer trámite esa iniciativa. Entonces, hace sentido que se cuestione el timing y se abra la pregunta de si priorizar este tema responde a las encuestas...

Se prioriza porque la principal preocupación de la ciudadanía es la seguridad ciudadana. Entonces, junto con impulsar más facultades a Carabineros, estamos impulsando su modernización. Es absolutamente compatible esta iniciativa con nuestra prioridad de poner a los niños primero, porque lo que busca es que los adultos no manipulen a menores de edad para que cometan delitos.

¿Cree que con esta ofensiva de relevar el respaldo ciudadano, muy parecida a la de Aula Segura, se termine haciendo ceder a la oposición?

Más que hacer ceder a la oposición, lo que nosotros buscamos es que se abran a discutir temas que son prioritarios para los chilenos. En Aula Segura, de hecho, construimos un buen acuerdo; y si se fijan, los overoles blancos desaparecieron prácticamente. Por lo tanto, la herramienta fue efectiva para sus objetivos.

El Presidente Piñera llamó a Chile Vamos a que apoyen la iniciativa. ¿Deberían alinearse?

Bueno, la mayoría de Chile Vamos es favorable y partidaria de esta iniciativa. Es legítimo que haya dudas y discrepancias, pero no tengo ninguna duda de que cuando llegue el momento, Chile Vamos se va a cuadrar.

El presidente del Senado, Jaime Quintana, pidió cuidar "el tono democrático". ¿Hay una autocrítica respecto del que se tuvo en 2018?

Esta semana fue bastante positiva en la relación entre el gobierno y la oposición . Primero, la oposición se abrió a legislar sobre el proyecto de modernización tributaria, y eso lo valoramos. Y, segundo, la actitud con que asumió la nueva mesa del Senado, llamando a un clima de colaboración. El Presidente le ha pedido al senador Quintana que el Senado vuelva a ser la casa de los acuerdos, y tenemos confianza en que eso será así. Le vamos a cobrar la palabra.

Ellos también dicen que les van a cobrar la palabra sobre cuidar el tono, dejar atrás los conceptos de antipatriota y obstruccionismo…

Bueno, pero el diálogo es la clave para poder evitar esos episodios.

¿Pero cómo se puede mantener un diálogo permanente y fluido si se sigue insistiendo con esto de que la oposición le da la espalda a la ciudadanía cada vez que tienen diferencias con el gobierno?

Es que efectivamente rechazar la modernización tributaria es darle la espalda a las pymes, a las regiones y a los trabajadores. Rechazar la reforma a las pensiones es darles la espalda a dos millones y medio de pensionados. Pero, una reflexión más de fondo: hoy ese sector está definiendo una identidad, entre ser una oposición abierta al diálogo o ser una oposición definitivamente obstruccionista. Y nosotros esperamos que predomine el sector más abierto, porque, de hecho, lo que ocurrió con la ex Nueva Mayoría es que se dejaron pautear por los sectores más extremos de la izquierda, lo que los condujo al fracaso.

Quintana le pidió al Presidente que en debates como el matrimonio igualitario asuma el estilo de Mauricio Macri, es decir, abriéndose a que se discuta. ¿Lo ve posible?

Nosotros tenemos prioridades que son las que están en nuestro programa: las pensiones, el crecimiento y el empleo, la salud, la educación, la clase media. Por lo tanto, en eso nos vamos a enfocar y nuestras urgencias legislativas van a estar orientadas hacia esas prioridades.

¿Pero van a vetar los debates?

No está en el ánimo del Ejecutivo retirar los proyectos ni vetar los debates.

Esta semana usted pidió gobernabilidad a la Cámara. ¿Cómo ve el escenario tras la decisión de Gabriel Silber de bajar su candidatura a la presidencia de la corporación?

Es complejo, porque hoy estamos debatiendo ahí proyectos clave de nuestro programa. Por lo tanto, necesitamos que puedan avanzar con la máxima agilidad, y eso depende de una mesa que asegure el buen funcionamiento de esa corporación.

¿Cuánto les perjudica el acercamiento entre la DC y el Frente Amplio? Los votos de la DC fueron clave para el gobierno el año pasado...

Me tocó coincidir con el presidente de la DC esta semana en un foro, y él mismo planteó que como partido van a actuar con autonomía y, bajo ningún punto de vista, van a condicionar sus votos a lo que otros sectores establezcan. Confiamos en que la DC, el PR, el PPD y algunos sectores del PS que han estado más abiertos al diálogo mantengan esa actitud de debatir los temas en su mérito.

El jefe de los diputados DC decía que ellos no estaban disponibles para el "pirquineo" de votos, una estrategia que ustedes han seguido...

Todo lo contrario, nuestra estrategia ha sido sistemáticamente construir los acuerdos más amplios posibles. Lo que pasa es que no siempre eso es factible, y ahí nuestro deber es buscar los apoyos necesarios para que la agenda avance.

Esta semana el gobierno reforzó que iba a potenciar la vía administrativa. Incluso, usted mismo lo recalcó el viernes en Icare, lo que no cae muy bien en la oposición...

Nosotros tenemos del orden de 700 compromisos en nuestro programa. Aproximadamente 260 son materia de ley y todo el resto, es decir, poco más de 450, corresponden a iniciativas administrativas. Y las vamos a implementar. Por lo tanto, que nadie se confunda: vamos a avanzar con nuestra agenda legislativa con mucha intensidad y convicción, pero también usaremos las herramientas administrativas que tenemos y que son absolutamente válidas.

El senador Ossandón señaló que los tiempos mejores aún no los siente la ciudadanía. ¿Lo comparte?

No, discrepo. De hecho, si uno mira las expectativas, hay mejores expectativas. Por cierto que queda mucho por hacer y, en ese sentido, no vamos a caer en el conformismo.

El Presidente ha dicho que el éxito del gobierno se mide en tres áreas, una de ellas es la proyección de la coalición. ¿Qué acciones debe tomar el Ejecutivo para asegurarla?

Hay tres aspectos fundamentales para lograr ese objetivo. El primero, la unidad de Chile Vamos. Si hay algo que la gente castigó en el pasado fueron los conflictos y las eternas peleas de la Alianza. Lo segundo tiene que ver con hacer un buen gobierno. Si no lo hacemos, no tenemos ninguna posibilidad de seguir contando con la confianza de la ciudadanía. Y lo tercero tiene que ver con que seamos un proyecto político que interprete los valores, las aspiraciones y los temores de la clase media.

Hace meses anunciaron que están trabajando en un proyecto de reducción parlamentaria. ¿Cuándo se va a ingresar?

En materia de reformas políticas tenemos, a lo menos, tres que queremos impulsar: reducir el número de parlamentarios a 120 diputados y 40 senadores; limitar su reelección y perfeccionar el sistema de reemplazo; y establecer los mecanismos necesarios para la acusación constitucional de los gobernadores regionales.

¿No hay fecha, entonces?

Eso es algo que tenemos que conversar con Chile Vamos, pero es una decisión del Presidente.

Ya hay críticas por parte del oficialismo. ¿Se podría revaluar el envío?

Está en nuestro programa de gobierno, y las iniciativas de nuestro programa son un mandato ciudadano que tenemos que cumplir.

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