Isabel Allende: "A Aleuy le encanta el lenguaje provocador, pero cayó en una descalificación innecesaria"

La senadora PS, Isabel Allende.
La senadora PS, Isabel Allende.

La senadora responde a los dichos del exsubsecretario, quien cuestionó la relevancia del PS y acusó que "no se apoyó lo suficiente" a Michelle Bachelet. "Me parece absolutamente injusto y no apegado a la verdad", dice la legisladora.


Las palabras del exsubsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, quien aseguró que el Partido Socialista no apoyó lo suficiente a la Presidenta Michelle Bachelet, no cayeron nada de bien en un sector de la colectividad.

La senadora y actual candidata al Comité Central de la tienda, Isabel Allende, fue presidenta del PS durante dos años de la administración de la exmandataria y defiende el respaldo socialista. "Me parece absolutamente injusto y no apegado a la verdad", responde al ser consultada en esta entrevista por los dichos de Aleuy.

La hija del expresidente Salvador Allende reconoce que esta es una de sus últimas campañas y que para ella es importante retribuirle al PS las oportunidades que le han dado durante su larga trayectoria. Además, realiza una autocrítica y asegura que su colectividad debe mejorar la comunicación con sus militantes y con los ciudadanos.

¿Por qué decidió competir en las elecciones internas del PS y no solo apoyar una lista?

Me pareció muy importante ser candidata y espero ser parte de la futura dirección del partido, porque creo que es una dirección que va a tener muchos desafíos. Obviamente tuvimos una derrota fuerte, pero el partido salió, comillas, no tan mal parado porque tuvimos un buen resultado parlamentario considerando la situación que se vivió. Es importante apoyar esta elección por desafíos que se vienen y porque creo que han habido hitos importantes. Acá hubo una conferencia nacional de organización, el congreso del partido, el cambio de los estatutos declarándose un partido feminista. Uno siente que con su trayectoria puede aportar. Me siento muy contenta de volver a retomar este desafío porque estuve que estar dos años ausente por estatutos y ahora es la oportunidad de retomar.

Usted destaca cosas positivas que se han hecho durante estos años, pero ¿hay cosas que cambiar?

Reconozco, y eso me pasó a mí y lo digo autocríticamente, que es tan fuerte la contingencia que a veces uno se pierde. Creo que hay poco contacto con los militantes de cada uno de los comunales de nuestras regiones. Es muy difícil, son 345 comunas, pero creo importante hacer un esfuerzo para que la dirección comparta más con nuestros militantes en el terreno. Hay que buscar formas de mejorar la comunicación con ellos y también con los ciudadanos y en eso creo que hemos fallado, o diría claramente que ha sido insuficiente. Eso es una autocrítica clarísima.

El exsubscretario Mahmud Aleuy dijo que el PS pasó de la irrelevancia a la insignificancia. ¿Qué le parece este diagnóstico? Es una crítica compartida por la lista que le compite en estas elecciones.

No sé si la lista que va a competirme comparte que se diga que pasamos de la irrelevancia a la insignificancia. Esta tiene que ser una campaña con altura de mira y no caer en las descalificaciones y considero que las afirmaciones que hizo Mahmud Aleuy son descalificatorias. No entiendo cómo es irrelevante un partido que tiene 19 diputados y 7 senadores, un partido que ha hecho propuestas, un partido que inmediatamente cuando asumió el gobierno fue a la Contraloría y al Tribunal Constitucional. Inmediatamente tuvimos una posición opositora.

Aleuy dijo además que el Partido Socialista "no apoyó lo suficiente" a Bachelet...

Eso me parece absolutamente injusto y no apegado a la verdad. Yo fui la presidenta del partido dos años y le quiero decir que fue total y permanente el acompañamiento sin vacilaciones a la presidenta Bachelet. La mejor prueba de ello es que cuando terminó mi rol como presidenta del PS yo me entrevisté con la presidenta y sus palabras fueron de agradecimiento por el permanente apoyo, acompañamiento sin vacilaciones, sin claudicaciones, que tuvo el PS.

¿Por qué cree entonces que Aleuy está siendo tan duro estas últimas semanas?

No quiero caer en ninguna cosa, pero quiero decir que a Aleuy le encanta el lenguaje provocador pero cayó en una descalificación innecesaria. Yo rechazo eso porque creo que no solo no es irrelevante el PS, sino que además creo que falta a la verdad si dice que nosotros no apoyamos a la presidenta Bachelet. Y además hemos defendido el legado de la presidenta Bachelet en la reforma educacional, en la inclusión, en los temas de la reforma laboral por acotada que fuera lo que logramos y en la reforma tributaria.

Estas elecciones han fraccionado a los dirigentes del partido. Incluso los lotes que trabajan antes unidos también se han visto divididos. ¿Por qué cree que se da esta fragmentación?

No hay que dramatizar. La sensatez que siempre hemos demostrado al final de cuentas, más allá del apasionamiento de lo que es propiamente una competencia por la dirección del partido, todos nos vamos a integrar y es lo habitual, lo que hacemos. Esto es un proceso eleccionario, hay que tomárselo como tal y no debiera caerse en las descalificaciones porque, francamente, no ayuda. Yo quiero ver a la gente como competidores, no como enemigos. O sea, yo no puedo imaginarme eso en un comportamiento fraternal socialista.

¿Pero se pueden reconstruir las relaciones después de críticas tan duras? Como las de Aleuy por ejemplo.

En mi lista no hemos caído en descalificaciones. Vamos a tener la elección y al día siguiente todos nos vamos a sentar porque el aporte que puedan entregar las mayorías y las minorías es fundamental. Hay que recomponer la confianza, hay que saber considerar críticas sanas y positivas, pero también tiene que reconocerse las cosas positivas.

Usted, que en distintas oportunidades se vio enfrentada a Camilo Escalona, quien fue su rival directo en dos elecciones internas. ¿Cómo se explica que hoy estén cuadrados en una misma lista?

Creo que las personas van evolucionando, lo digo por mí misma y por Camilo. He visto un Camilo mucho más abierto y flexible al Camilo que enfrenté en las elecciones, donde la Nueva Izquierda era mucho menos flexible. Hoy tengo mínimas diferencias con él y tenemos una relación muy fluida. Además uno entiende que la importancia que tienen las alianzas amplias para confluir una dirección que tenga la gobernabilidad, fuerza y proyección necesaria.

Ya con el paso de las semanas, ¿cómo ha sido estar en la lista contraria de su sobrina Maya Fernández?

Encuentro que es estupendo que Maya se haya lanzado a estas lides, le hace bien a una persona que no tenía esta experiencia. Siempre se aprende y siempre hay que hacer estas cosas. Me recuerda a mí años atrás.

¿Cuáles son las diferencias políticas entre ambas?

Entiendo que la lista de la Maya ha reunido a sectores críticos del partido y ese ha sido el factor de unidad de esa lista y la experiencia es distinta. Nosotros tenemos una coalición amplia dentro del partido, que ha gobernado el partido en estos dos últimos años y que también me apoyó a mí cuando fui presidenta. Llevamos prácticamente cuatro años trabajando juntos.

Pero, ¿hay diferencias sustanciales entre usted y Fernández?

No creo que sean tan sustantivas.

Mucho se ha destacado que usted va en la lista de Elizalde, se habla de su trayectoria y también de su apellido. ¿Es usted la que convoca al voto allendista?

Existe un allendismo no sólo en el PS, existe fuera del PS y en cualquier lado. Ese allendismo existe y a uno la emociona, a uno le llega, a uno le da energía. Hay gente que se identifica y dice 'bueno sí, claro, es la hija del presidente' y se siente muy inclinada, pero también son tantos años en el partido. No voy a recitar la frase de mi padre, pero él decía 'todo lo que he sido se lo debo a mi partido'.

¿Usted ahora siente que está retribuyendo todas las oportunidades que le dieron?

Claro. Uno también tiene que devolver un poco esa mano, uno tiene que entregarse, es necesario, es importante. Y es importante que haya una persona como Álvaro Elizalde, obviamente, bastante más joven que una Isabel Allende, con su experiencia, con su trayectoria, con todo el largo recorrido que hemos tenido. Me gusta la idea de retribuir, me gusta la idea de seguir conectada.

¿Qué desafíos vienen ahora para usted?

Primero, el más importante a mi juicio en este momento, es que espero representar bien a Valparaíso. Mi primera obligación es hacia los ciudadanos de toda la región que me dieron la oportunidad de representarlos y votaron por mí. Lo segundo quiero contribuir, justamente, en la elección del partido para que ojalá sea la elección más cohesionada, con mucha fortaleza, que permita enfrentar estos desafíos no sólo electorales, sino que esta distancia con la ciudadanía, esta ruptura que de alguna manera se produjo, esta desconfianza que existe por malas prácticas.

¿Podríamos ver a Isabel Allende nuevamente postulando al Congreso o más cargos en su partido?

No, me quedan siete años así que con esto ya terminé mi periodo electoral. Ya ha sido una larga trayectoria así que definitivamente no y nada más. Después uno siempre puede aportar.

¿Entonces esta va a ser su última campaña?

Estas son mis últimas campañas.

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