Isabel Plá, ministra de la Mujer: "El gesto del gobierno es haber instalado demandas anheladas por las chilenas"

La ministra de la Mujer, Isabel Plá, este lunes en Nueva York durante un encuentro de la ONU.

Secretaria de Estado evita realizar una autocrítica respecto de la postura que adoptó el Ejecutivo sobre las movilizaciones feministas del viernes pasado y asegura que mantiene sus dichos sobre que las manifestaciones pacíficas son "bienvenidas", pero no las huelgas.


La semana pasada fue intensa para la ministra de la Mujer, Isabel Plá, quien estuvo en el foco de las críticas de la oposición por cuestionar la movilización por el Día Internacional de la Mujer, lo que aseguró que iba en dirección opuesta a lo que plantea el Ejecutivo. Ahora, la secretaria de Estado se encuentra en Nueva York participando de la Comisión sobre el Estatus de la Mujer (CSW) de la ONU. Desde ahí, responde por escrito esta entrevista y realiza un balance de la movilización.

¿Qué evaluación hacen de la marcha del viernes por el día de la mujer?

Una marcha masiva, que confirma que la igualdad de derechos y la condición de la mujer en Chile ha alcanzado una convocatoria mayoritaria y es hoy una causa que une a las chilenas.

¿Con que visión se quedó respecto de la movilización?

Las imágenes que vimos todos los chilenos fueron de una marcha pacífica, de mujeres de todas las generaciones y condiciones sociales. Estoy segura que la mayoría de las mujeres que marcharon el 8M lo hicieron por la igualdad de derechos, por el fin de la violencia contra niñas y mujeres y por su derecho a participar en todas las dimensiones de la sociedad.

En un inicio, el gobierno recalcó, incluso usted misma, que esa movilización iba en "sentido contrario" a lo que quería el gobierno, y luego la relevó. ¿Se arrepiente de haber cuestionado anticipadamente la convocatoria?

Lo señalamos y mantenemos de manera permanente: bienvenidas las manifestaciones pacíficas, porque son la demostración de una sociedad civil que se expresa en una democracia sólida. Otra cosa distinta es un llamado a huelga, que no es marchar, sino paralizar servicios públicos, hospitales, comercio, etc.

¿Cree que quizás hubiese sido un buen gesto para la ciudadanía que las autoridades se hicieran parte de la movilización? Terminó siendo pacífica y reconocida...

Creo que el mejor gesto del gobierno y como ministra es haber instalado demandas muy anheladas por las chilenas desde mayo del año pasado en el centro de sus prioridades. Es trabajar sin descanso, para llegar al primer año de gobierno con avances concretos, con dos nuevas leyes promulgadas, con una ley integral contra la violencia y una reforma constitucional, entre otros proyectos, que pasaron a segundo trámite; con una hoja de ruta para la educación no sexista que estamos implementando junto a la ministra Cubillos desde enero; con un instructivo para mejorar los estándares de acoso sexual en las instituciones públicas -cuyos resultados del primer año daremos a conocer próximamente-, entre otras políticas a través de las cuales nos hemos propuesto hacer frente, sin tregua, a la violencia y a las brechas que enfrentan las mujeres en nuestro país.

Algunos sectores acusaron al gobierno de intentar "colgarse al éxito de la marcha". ¿Qué responde a eso?

A esas opiniones respondo con hechos. Trabajamos sin descanso por una causa que nos parece de justicia e impostergable para Chile y en torno a la cual el Presidente Piñera asumió compromisos, que estamos cumpliendo.

¿Qué le falta reforzar al gobierno en cuanto a la agenda feminista?

Nuestra agenda es desafiante y aborda materias hasta ahora no abordadas en Chile y profundiza otras. Nunca, por ejemplo, se discutió la eliminación del impedimento de segundas nupcias antes de 270 días de disuelto el vínculo anterior, que pesa exclusivamente sobre las mujeres. Sin embargo hay discriminaciones y brechas escondidas en la ley o en el resto de los ámbitos de la vida de las mujeres que el país va descubriendo todos los días. Siempre tendremos todos nuestros sentidos abiertos para incorporar cambios para hacerles frente.

En cuanto al proyecto que anunció el Presidente de las penas de cárcel para delitos de ciberacoso, ¿qué espera de esa tramitación?

Esperamos contar con amplio respaldo en la Cámara y el Senado para que su tramitación sea expedita. Nuestra legislación mantiene ventanas de impunidad frente a nuevas expresiones de violencia que amenazan la integridad y vulneran la dignidad de las mujeres y su derecho a la privacidad.

¿Y cuáles son los proyectos de su agenda que esperan que sean aprobados durante este año?

Nos hemos puesto metas exigentes para este año. Esperamos aprobar la modificación para otorgar Sala Cuna para los hijos de todas las trabajadoras, la Ley Integral contra la Violencia, el proyecto de ciberacoso que firmamos con el Presidente el viernes, la reforma constitucional, segundas nupcias, y esperamos avanzar en la llamada Ley Gabriela, que modifica la definición de femicidio. Trabajamos también en la implementación del Registro único de víctimas, en la implementación de mecanismos para cautelar las medidas de protección, y próximamente se publicará el Registro Público de Mujeres para Directorios de Empresas privadas.

Ministra, usted ahora se encuentra en la ONU. ¿Cuál es la propuesta que lleva Chile para el encuentro?

Vamos a exponer la agenda que estamos impulsando desde hace un año en el gobierno del Presidente Piñera y sus avances. Vamos a recoger, además, la experiencia de países que han tenido los mejores resultados para reducir las brechas que enfrentan las mujeres. Participaremos en varias mesas con temas específicos y tenemos bilaterales, entre otras, con las ministras de Australia, Argentina, Colombia, Canadá.

El fin de semana, el Presidente dijo que Chile iba a ratificar el convenio con la ONU sobre derechos de la mujer y que solo estaba en discusión el protocolo que se encuentra en trámite. ¿En qué consiste ese protocolo? ¿El gobierno le introducirá cambios?

Chile ratificó la Convención (CEDAW) en el año 1989. El Protocolo Facultativo es un instrumento diferente: establece un mecanismo muy particular para que personas o representantes de la sociedad civil puedan llevar peticiones al Comité para la Eliminación de la Discriminación Contra la Mujer; y no tiene que ver con los compromisos de Chile bajo la Convención, que cumplimos y seguiremos cumpliendo. La aprobación de tratados internacionales es una facultad del Congreso. El protocolo está detenido desde el año 2001 en la Comisión de RR.EE. del Senado, hasta que fue discutido nuevamente en enero pasado. El gobierno seguirá el trámite y mientras el Congreso discute el tema, estamos analizando todas las implicancias de este protocolo en forma exhaustiva y responsable.

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