Por estos días el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se encuentra enfocado en la compleja situación política que enfrenta hoy su administración con la oposición a su gobierno. Por este motivo -indicaron desde la Cancillería de ese país a La Tercera- el mandatario venezolano no tiene resuelto aún si participará o no de la ceremonia de traspaso presidencial de mando de Chile, prevista para el próximo 11 de marzo.

Desde Caracas aseguran, eso sí, que el Mandatario recibió la invitación del gobierno chileno. La misma que ha gatillado una serie de críticas desde el mundo político, que cuestiona una eventual asistencia de Maduro y de su par cubano, Raúl Castro, a la entrega de la banda presidencial de Michelle Bachelet a Sebastián Piñera.

En medio de esta polémica fue que el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz, interrumpió sus vacaciones para referirse al tema. Primero, el secretario de Estado quiso dejar en claro que para las invitaciones que se extendieron para la ceremonia del 11 de marzo se tomó en cuenta el mismo protocolo utilizado desde el retorno de la democracia, que consiste en invitar a todos los jefes de Estado con los cuales Chile tiene actualmente relaciones diplomáticas. A ellos se sumó también Bolivia, país con el que Chile hoy tiene congelados los diálogos. "De modo que aquí no hay que confundir lo jurídico y lo político con lo protocolar", expresó el canciller Muñoz.

En esa misma línea, ante la insistencia de los periodistas por saber su opinión sobre una eventual visita de Nicolás Maduro al traspaso de mando, el ministro respondió que "cada presidente, cada jefe de Estado evaluará si es bienvenido o no al país al que va". Y añadió que, "cada cual verá si hay clima para que vengan a nuestro país".

A las críticas de dirigentes de Chile Vamos, la DC y el PPD sobre una eventual participación de Maduro y Castro se sumó el secretario general de RN, Mario Desbordes. "El cambio de mando del 11 de marzo, en el salón de honor del Congreso, es un acto cívico, republicano y democrático. Invitar a Maduro o a Castro, que no respetan esos conceptos y, más aún, los pisotean a diario, sería una bofetada a sus pobres pueblos", aseguró.

En relación a los emplazamientos del Presidente Evo Morales a días de que comiencen los alegatos orales en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Muñoz evitó referirse al tema. "Me he autoimpuesto un veto para no responderle al Presidente de Bolivia", dijo.