El nuevo dilema del Frente Amplio

"Quiero pedir, es más bien una solicitud humanitaria, acaba de sentirse mal la diputada Maite Orsini (RD), la acaba de llevar el diputado (Giorgio) Jackson (RD) hacia afuera, porque se sentía mal, le quería pedir de verdad, como un tema de respeto a los diputados, que podamos esperar que regresen a la sala".

Así, la diputada Claudia Mix (Poder Ciudadano) interrumpía ayer el debate del presupuesto en la sala de la Cámara para comunicar a la mesa sobre la descompensación que sufrió la diputada de Revolución Democrática. El episodio fue comentado por la mayoría de los parlamentarios en el hemiciclo, claro que menos de lo que se ha comentado en los pasillos del Congreso la visita de la frenteamplista junto a Gabriel Boric (MA) al exfrentista Ricardo Palma Salamanca en París.

Antes de lo ocurrido en la sala, el foco de atención estuvo en la Comisión de Ética de la Corporación. Ahí se debían analizar las presentaciones contra Orsini y Boric presentadas por la UDI y RN, sin embargo, será finalmente el próximo miércoles cuando se analicen las admisibilidades de esas acciones.

El aplazamiento de la decisión pareció representar un respiro para el Frente Amplio (FA), desde donde analizan un verdadero dilema que se les presenta: sea cual sea la decisión de la instancia legislativa, se generan nuevas complicaciones para el bloque.

Según señalan en la coalición, el primer escenario es que se aprueben las sanciones contra los diputados. Esto representaría una mala señal para lo que pretende representar el bloque ante el electorado: precisamente ética y transparencia. Dándole la razón a la centroderecha, además, de que la reunión con el exfrentista es un actuar fuera de norma, cuestión que no comparten en el Frente Amplio.

A pesar de que se había dicho que el diputado Renato Garín (RD), miembro de la Comisión de Ética, podría dar viabilidad a que se acogieran las presentaciones, e incluso internamente había planteado la necesidad de sanciones, ayer habría expresado una visión distinta a los miembros de la instancia, sosteniendo que las inhabilidades que se están pidiendo no proceden y que hay un lobby informal que no corresponde. Vlado Mirosevic (PL), el otro miembro del FA en la instancia de ética, también ha manifestado sus dudas sobre la admisibilidad de la presentación de Chile Vamos.

El segundo escenario también es complejo. Si se deja sin sanción a ambos diputados -con los votos de Garín y Mirosevic- en el conglomerado saben que la diputada Pamela Jiles (PH) hará explícita su molestia y recordará cuando ambos votaron por sancionarla en la misma instancia tras un incidente con Ignacio Urrutia.

De hecho, en el FA plantean que el decálogo que este martes emitió Jiles con una visión crítica sobre el actuar al interior del bloque no es sino una medida de presión contra Garín y Mirosevic.

Pero la decisión en la Comisión de Ética no es el único foco que deben enfrentar los diputados Boric y Orsini. La situación interna en sus respectivos partidos es otro problema, sobre todo para la parlamentaria.

La noche del martes, Orsini se reunió con la directiva de su partido para abordar la situación. Pese a las visiones críticas que se han manifestado en la colectividad, la instancia acordó intentar "dar vuelta la página" con lo sucedido.

"RD y todos sus representantes podemos hacer un mejor trabajo, con más y mejor comunicación, y definiciones colectivas", señalaron desde la directiva tras la reunión y añadieron que "ahora damos vuelta la página y queremos volver a poner el foco en los temas que son más importantes para las personas y en el rol de Maite empujando los cambios que necesitamos en pensiones".

Pese a la determinación del martes, todavía algún militante de la colectividad, como se ha conversado en RD, podría elevar una solicitud para que el Tribunal Supremo analice alguna sanción a la diputada.

Consultada por La Tercera sobre la visita al exfrentista y las posteriores consecuencias de esta, la parlamentaria respondió brevemente realizando una autocrítica al respecto: "Una decisión como esa debió haber sido colectiva y no personal".

En tanto, el timonel de RD, Rodrigo Echecopar, puntualizó que "la diputada hizo un mea culpa, lo conversamos y pusimos fin a este episodio".

"No estoy dando entrevistas, lo he dicho varias veces". De esta manera contestó ayer la excandidata presidencial del Frente Amplio Beatriz Sánchez, al ser consultada sobre la situación que generó la cita de ambos parlamentarios de su sector con el condenado por el asesinato del senador Jaime Guzmán.

En el marco de su participación en un encuentro de Mujeres y Comunicación -en el que estuvo también la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Plá-, Sánchez, quien no se ha pronunciado sobre el viaje, fue abordada por la prensa, no obstante, incluso manifestó algo de molestia por la insistencia al consultarle sobre el tema.