Oposición da señal de unidad por asamblea constituyente, pero mantiene diálogo con el gobierno para vía intermedia

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El ministro del Interior, Gonzalo Blumel, ha encabezado las gestiones con la centroizquierda.

Centroizquierda firmó ayer declaración que apoya ese mecanismo y un plebiscito de entrada. Piñera insistió anoche en la vía institucional y una consulta ratificatoria.


A las 16.00 de ayer toda la oposición -desde la DC, pasando por el Partido Comunista y hasta el Frente Amplio- hicieron pública una declaración donde afirman que el mejor mecanismo para una nueva Constitución es un plebiscito y una asamblea constituyente.

Pese al comunicado, el sector sigue manteniendo el diálogo con el gobierno, el que ha decantado necesariamente hacia otra dirección.

Desde que el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, anunció el domingo -tras una reunión oficialista en la casa del Presidente Sebastián Piñera- que el Ejecutivo impulsaría una nueva Carta Fundamental, La Moneda ha realizado una serie de gestiones para arribar a un acuerdo con la centroizquierda. Quizás la principal conclusión de todos esos contactos y reuniones es que ni Chile Vamos ni la oposición tienen hoy los votos suficientes para imponer sus términos en esta negociación.

Así, según explican en la centroizquierda, la declaración de ayer buscaba dar una señal de unidad y, además, dar cuenta de cuál es la fórmula óptima del sector para llegar a una nueva Carta Magna. Esto, considerando que el debate constitucional ha sido una de las principales discusiones en la búsqueda de fórmulas para salir de la crisis social y política que afecta al país desde hace más de tres semanas.

En el mismo documento, desde la oposición reiteraron su rechazo a la alternativa propuesta por La Moneda de un Congreso constituyente. "Se aleja de la demanda popular por participación y deliberación", sostiene el escrito de la centroizquierda, agregando que la asamblea constituyente "es el mecanismo más democrático para garantizar una amplia participación ciudadana que otorgue plena legitimidad al proceso".

La fórmula intermedia

Sin embargo, entendiendo que ni asamblea constituyente ni Congreso constituyente lograrían tener viabilidad en el Parlamento -por los altos quórum que se requieren-, la oposición ha seguido negociando con el Ejecutivo. Estos diálogos en las últimas horas han avanzado hacia una fórmula intermedia, que es denominada por algunos como una "asamblea constituyente mixta" o una "convención constituyente".

De esta manera, el mecanismo intermedio que se está barajando contaría con un porcentaje de representantes elegidos democráticamente por la ciudadanía y otro porcentaje de parlamentarios, los que podrían ser -de acuerdo a algunas propuestas que están sobre la mesa- elegidos incluso por sus propios pares.

Parte de esa conversación se dio el lunes en una reunión que sostuvo Blumel con el presidente del Senado, Jaime Quintana (PPD), y los legisladores Felipe Harboe (PPD), Francisco Huenchumilla (DC) y José Miguel Insulza (PS). En ese encuentro se decidió la creación de un grupo de abogados constitucionalistas de distintos sectores para acercar las distintas posiciones.

Otro elemento que ha estado en discusión es la propuesta de la centroizquierda para realizar un plebiscito de entrada, donde se pregunte a la ciudadanía si quiere o no una nueva Constitución y, además, bajo qué mecanismo. Desde el sector esperan que esto sea parte del acuerdo con el gobierno.

Otra opción es, en cambio, considerar lo que determine la ciudadanía en el plebiscito convocado para este 7 y 8 de diciembre por la Asociación Chilena de Municipalidades (AChM), aunque finalmente sea el propio Parlamento el que defina los márgenes del procedimiento para elaborar una nueva Constitución.

Con todo, en la oposición advierten que frente a una postura tan firme como la que ha manifestado la UDI es muy difícil no ceder. En el sector advierten que no se puede desaprovechar la oportunidad actual para cambiar la Constitución de 1980, lo que -dicen- bajo otras circunstancias habría sido muy difícil.

Desde el gobierno esperan que esta semana se pueda lograr un acuerdo al respecto, por lo que Blumel seguirá realizando gestiones con parlamentarios de oposición. De hecho, si bien en La Moneda hay quienes creen que la declaración emitida ayer por la oposición fue un "portazo" a la propuesta del gobierno para iniciar un diálogo, en el Ejecutivo consideran mayoritariamente que la centroizquierda está ejerciendo "presión" y que mostró "en unidad" cuál es su punto de partida para iniciar, justamente, las negociaciones.

En ese sentido, en el Ejecutivo creen que hay margen para llegar a un acuerdo en un punto intermedio.

En este contexto, el propio Presidente Piñera ha iniciado -además de las tratativas de Blumel- una serie de gestiones para llegar a un acuerdo. Por esta razón es que el lunes en la tarde se reunió en su casa con los expresidentes Ricardo Lagos y Eduardo Frei para abordar el debate constitucional y escuchar sus propuestas. De igual manera, contactó telefónicamente a la exmandataria Michelle Bachelet, quien encabezó en su administración un proceso constituyente.

Asimismo, el Jefe de Estado -quien se ha mantenido silente desde el sábado y no se ha pronunciado públicamente respecto de la decisión de proponer un mecanismo para iniciar un proceso de nueva Constitución- ha estado estudiando distintas alternativas y hablando con abogados constitucionalistas. Además, de acuerdo a algunas versiones del gobierno, ha llamado directamente a algunos senadores de oposición.

"Gran Acuerdo"

En tanto, la noche de ayer el Presidente se dirigió al país luego de una violenta jornada de manifestaciones, e hizo un llamado a tres grandes acuerdos nacionales: por la paz, por la justicia y por una nueva Constitución (ver páginas 2 y 3).

En su intervención el Mandatario reiteró lo que ha sostenido La Moneda desde el domingo. Es decir, buscar una nueva Carta Fundamental por la vía institucional, con amplia participación ciudadana y un plebiscito ratificatorio.

"Un acuerdo por una nueva Constitución dentro del marco de nuestra institucionalidad democrática, pero con una clara efectiva participación ciudadana, con un plebiscito ratificatorio para que los ciudadanos participen, no solamente en la elaboración de esta Constitución sino que también tengan la última palabra en su aprobación y en la construcción del nuevo pacto social que Chile necesita", señaló Piñera.

Las reacciones no se hicieron esperar, y por ejemplo, el timonel del PS, senador Álvaro Elizalde, sostuvo que el Jefe de Estado "desaprovechó una enorme oportunidad", no obstante, dijo que "lo importante es que las fuerzas políticas establezcamos un diálogo como el que hemos tenido en estos días".

A su vez, el diputado de Convergencia Social, Gabriel Boric, y quien ha sido parte de las conversaciones para una nueva Carta Magna, señaló que "si tono dialogante es en serio, recojamos el guante. Eso requiere voluntad de todos".

Llamados oficialistas

Antes que hablara el Presidente, ayer la vocera de gobierno, Karla Rubilar llamó a la UDI a estar dispuesta a dialogar. Esto, luego que la presidenta del partido, Jacqueline van Rysselberghe, advirtiera que no apoyará un mecanismo distinto al Congreso constituyente. Además, la colectividad emitió una declaración señalando que "no estamos disponibles para negociar mientras no cese la violencia".

En tanto, el presidente de RN, Mario Desbordes, hizo un llamado a "aliados y adversarios" a "flexibilizar posiciones y salir de las trincheras".

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