Hasta el Palacio de La Moneda llegaron esta mañana los diputados electos del Partido Humanista, Pamela Jiles, Tomás Hirsch y Florcita Motuda, junto a dirigentes de la colectividad, para emplazar a la Presidenta Michelle Bachelet a que "cumpla su compromiso" de cerrar el penal Punta Peuco antes de que termine su gobierno.

A través de un documento, los futuros parlamentarios solicitaron a la Mandataria "clausurar el Penal Punta Peuco, tal como se comprometió a hacerlo frente al país a través de Carmen Gloria Quintana".

"La instamos a cumplir ese mandato ético y político a pocos días de finalizar su mandato. Usted tiene en sus manos la responsabilidad de impedir que la impunidad se perpetúe y también la oportunidad de pasar a la historia como la presidenta que puso fin a este vergonzoso y triste legado", señala la misiva.

La carta también agrega que "los criminales de lesa humanidad que cumplen condenas en ese recinto deben ser trasladados a centros penitenciarios que cumplan con los requisitos establecidos para esos efectos, sin ningún tipo de privilegios, como corresponde al estado de derecho".

"En su programa de gobierno usted se comprometió a "continuar con la exigencia de verdad y justicia" y a "impulsar medidas legislativas y administrativas que impidan la impunidad en materia de DDHH". Este es el último momento para cumplir esa promesa. Le pedimos que no se traicione, que no nos traicione, que ordene el cierre del Penal de Punta Peuco ahora", expresa el documento.

Tras entregar la carta en La Moneda Hirsch, aseguró que "en estos pocos días que quedan, la presidenta tiene la oportunidad de pasar a la historia, cerrando un lugar de privilegio para quiénes violaron sistemáticamente los derechos humanos en nuestro país. Punta Peuco es un lugar de lujo que favorece en condiciones inmejorables a genocidas, a homicidas, a gente que cometió los peores horrores en nuestro país."

Por su parte, la diputada Pamela Jiles sostuvo que "los criminales de lesa humanidad son la peor escoria para todo el mundo, no hay una peor lacra, algo más terrible que una cárcel donde están amontonados los torturadores, las personas que fueron capaces de torturar guaguas, durante la dictadura".