A una cena con representantes de bancadas oficialistas y de la DC convocó el lunes pasado el presidente de la Cámara, Vlado Mirosevic, para reflexionar el actual momento político luego del fracaso de la reforma tributaria.

A la comida, a la que también fue invitada la ministra secretaria general de la Presidencia, Ana Lya Uriarte, asistieron Javiera Morales (Frente Amplio), Daniela Serrano (PC), Marcos Ilabaca (PS), Daniel Manouchehri (PS), Alejandro Bernales (PL), Alexis Sepúlveda (PR), Carlos Bianchi (independiente-PPD) y Eric Aedo (DC).

El plato de fondo del encuentro fue poner sobre la mesa la posibilidad de pactar con las bancadas de Chile Vamos (UDI, RN y Evópoli) con el fin de rehacer el acuerdo administrativo de la Cámara, suscrito en marzo de 2022, que se conformó para repartirse la distribución en comisiones y rotarse en la presidencia y vicepresidencias de la corporación.

Si bien la idea se venía analizando, incluso, desde el período en que Raúl Soto (PPD) presidía la Cámara, la idea fue reflotada por Mirosevic en vista del nuevo escenario político, en el que el oficialismo ha tenido a que resignarse a asumir que es minoría en las dos ramas del Congreso.

El anterior pacto administrativo -en el que participaron las bancadas oficialistas y grupos no alineados como la DC, el PDG, ecologistas, ex humanistas e independientes- buscaba excluir la derecha y generar bases de apoyo en favor de la agenda de reformas sociales, económicas y políticas del gobierno de Gabriel Boric.

Sin embargo, la tesis política que sustentaba ese acuerdo se desmoronó desde el mismo golpe que sufrió el oficialismo con el rechazo a la propuesta de la Convención Constitucional, en el plebiscito del 4 de septiembre, y ahora con la derrota de la reforma tributaria, que se cayó por la ausencia de algunas diputadas del comité independiente ecologista y el rechazo de ex DC y ex PDG y actuales militantes del PDG.

A ello se sumaba que algunos de estos mismos grupos no alineados (como el PDG, la DC y ex DC) ya habían roto el pacto administrativo, en noviembre pasado, al resistirse a apoyar a la diputada comunista Karol Cariola para que asumiera la presidencia de la Cámara. Incluso, algunos de estos grupos tampoco respaldaron la elección de Mirosevic.

Por el contrario, algunos parlamentarios estiman que la estrategia de excluir a la derecha en los principales cargos de la Cámara sólo incentivó la postura menos colaborativa de los diputados de ese sector, a diferencia del clima positivo que se ha construido entre los senadores del oficialismo y de Chile Vamos, que sí lograron conformar un pacto de distribución equitativa de espacios de poder en el Senado. Prueba de ello fue la elección ayer del UDI Juan Antonio Coloma, quien recibió votos transversales de su partido hasta el PC.

Los hechos han demostrado -señalan los críticos del acuerdo pasado- que los grupos no alineados no han actuado con la lealtad ni el compromiso que se esperaba con el gobierno, lo que ha redundado en mayorías frágiles para sacar algunos proyectos o incluso en derrotas legislativas.

Algunos diputados señalan que la idea de rehacer el pacto administrativo con la derecha fue planteado en la reunión del lunes por el propio Mirosevic, cuya postura fue respaldada por los representantes del Socialismo Democrático, especialmente los del PS.

Más dudas generó el tema en las representantes del PC y el Frente Amplio, que quedaron de sondear las posturas en sus respectivas bancadas. Uno de los reparos era la señal confusa que se daría al pactar con la derecha en la antesala de la conmemoración por los 50 años del Golpe Militar.

“Conversamos sobre el tema a la hora del almuerzo (este martes), pero es un tema que está abierto a ser discutido, a ser analizado, buscando entender cuáles son las consecuencias de una cosa u otra. En principio, nosotros como Acción Humanista creemos que lo que hay que fortalecer es un acuerdo de la coalición con la alianza de gobierno en conjunto con la DC y con quienes quieran trabajar en esa dirección. Lo otro sería confundir a la ciudadanía que terminemos cogobernando esta Cámara con la derecha, que ha puesto todo tipo de trabas e impedimentos”, dice el diputado Tomás Hirsch (Acción Humanista), quien forma parte de la misma bancada con el PC y el FREVS.

“Todas las alternativas son posibles. El gobierno entiende que para avanzar en el trámite legislativo necesita necesariamente negociar con la derecha. No están los votos y no somos mayoría ni en la Cámara ni en el Senado”, comenta, sin embargo, el diputado Alexis Sepúlveda (radical), quien cree que hoy la mayoría de los diputados de su sector “quisieran un acuerdo que dé más seguridad sobre lo que viene, pero es un tema que se está discutiendo”.

Por su parte, el diputado Alejandro Bernales (liberal) dice que “en la bancada del partido tenemos que conversar esta propuesta, que es tener una mesa que integre distintas fuerzas, incluyendo a la oposición”. Y agrega: “Es uno de los factores que se están barajando para buscar una solución al clima adverso, ya que muchas veces tenemos minoría. Eso fortalecería el diálogo entre quienes componen el espacio en la Cámara”.

En la reunión del lunes, según algunos asistentes, la ministra Uriarte no habría fijado una postura del gobierno y sólo habría escuchado las distintas opiniones sobre cómo abordar la nueva estrategia legislativa.

No obstante, algunas fuentes de La Moneda sostienen que la administración de Boric está más abierta a considerar un pacto con la derecha, en vista de la experiencia del Senado.