Panes de pascua y panettones: 8 opciones para compartir

Ilustración: César Mejías.

Uno es un clásico nacional de las fiestas de fin de año y el otro es importado, pero con la migración viene pisando fuerte hace rato. Aquí, ocho buenas alternativas para irse a la segura con los panes dulces.




El pan de pascua

Nunca he sido un gran amante de esta preparación, que suele estar en los hogares chilenos durante prácticamente todo el mes de diciembre. Muy en la línea de los panes dulces que se consumen en distintos rincones del mundo por esta fecha, el pan de pascua se come de manera bastante transversal en Chile. Aunque se suele servir a la llamada hora de la once, lo que nunca falla es el vaso de cola de mono, heladito, para acompañarlo.

Pero así las cosas, me sacrifiqué y probé varios panes de pascua comercializados en Santiago, hasta dar con los que —a mi parecer— andan mejor que el promedio.

La novedad de Galletas Apoquindo

Casi por casualidad caí en este lugar, donde pude probar su pan de pascua, uno que podríamos definir como compacto y resistente. Pero ojo, no por eso deja de ser suave al paladar y ligeramente húmedo, porque se sabe que no hay nada peor que comerse un producto de miga seca que apenas se puede tragar.

Seguramente, la buena cantidad de fruta confitada y deshidratada que contiene, además de algo de nuez por ahí, le da su agradable toque de suavidad. Un hallazgo para este fin de año.

Pan de pascua Galletas Apoquindo 750 g


La tradición de Wenger Haus

Confieso que, si me viera en la obligación de elegir un pan de pascua, ya sea por motivos personales o profesionales, probablemente me inclinaría por el que se elabora en este café-pastelería de la Avenida Tomás Moro, en Las Condes.

Para estar seguro de que las cosas seguían en su lugar, probé la versión 2022 del pan de pascua de Wenger Haus, y debo reconocer que está como siempre: muy bien, sin novedades ni problemas. Con su masa aromática y suave, más su relleno con frutos secos, deshidratados y algo de fruta confitada. Un clásico de fin de año.

Pan de pascua Wenger Haus 900 g


Varsovienne: el de toda la vida

Otro clásico que ha resistido bien el paso del tiempo es el pan de pascua de la chocolatería Varsovienne. Es un pelín más oscuro que lo normal, con un relleno bien balanceado entre frutos secos y fruta confitada, más la correspondiente nota de humedad que entregan las pasa al ron. De miga suave, que casi se desarma, vale la pena cortarlo en rebanadas gruesas y disfrutarlo como se ha hecho toda la vida.

Pan de pascua Varsovienne 900 g


Cuisine & Co: lo mejorcito del super

Acá estamos ante una versión más económica y masiva. De hecho, es de la marca de supermercados Cencosud. Sin embargo, me llamó la atención su estilo, que podríamos denominar como libre.

Se trata de un pan de pascua relleno de frutos rojos previamente hidratados, con una especie de glaseado (o algo por el estilo) por encima que, además de curiosidad, le aporta algo de humedad a la masa. Al final, una especie de queque húmedo, nada de malo, y con ciertas reminiscencias a los panes de pascua más tradicionales.

Pan de pascua con frutos rojos Cuisine & Co 800 g


¿Panettone?

De origen italiano, se consume mucho obviamente en ese país, pero también en diversos puntos de América del Sur. Especialmente en Perú, donde el panettone se ha transformado en parte central y tradicional de las celebraciones del país. Se le come mucho en sus fiestas patrias —a fines de julio— y por supuesto en las de fin de año.

Así las cosas, fue cuestión de tiempo para que el Panettone comenzara a verse masivamente en Chile. Primero en las tiendas de comestibles peruanos y ahora hasta en los supermercados. Por lo tanto, no me quedó más opción que probar.

Bauli: un lujo desde Italia

Este es el típico panettone italiano, del formato que más hemos comido desde que esta especie de queque, tan consumido durante las fiestas de fin de año, comenzó a llegar a Chile. Aunque claro, se trata de una versión más bien de lujo. De miga suave y esponjosa, tiene el clásico relleno de naranjas confitadas y pasas. Suave al paladar y muy perfumado, queda claro por qué es un clásico que ha traspasado fronteras.

Panettone classico Bauli 700 g


Sin frutas para los regalones

Ideal para mañosos, este panettone solo tiene como relleno chips de chocolate. Es decir, es prácticamente un queque. Nada de aromas, sabores ni texturas diferentes.

Pero claro, tomando en cuenta el nivel de maña que tenemos por estos lados, no es malo tenerlo como alternativa.

Panettone Chiostro di Saronno con gotas de chocolate 500 g


Bauducco: clásico y accesible

Otro panettone tradicional, pero a su vez fácil de conseguir en el comercio y más accesible, es este de la marca Bauduco. Con el relleno de siempre, bien cargado a las naranjas confitadas y con algo de pasas, no es tan suave al paladar como otros, pero aún así se puede disfrutar de buena manera junto a los seres queridos. Bueno, bonito y ni tan caro. ¿Qué más se puede pedir?

Panettone con frutas Bauducco 400 g


Cuisine & Co, otra vez

En busca de un panettone a bajo precio me encontré con este ejemplar, que es casi un pan de pascua pero con diseño de panettone.

Me explico: por fuera luce como un panettone —más alto, de exterior más claro y miga amarilla— pero en su interior contiene solo frutas confitadas. Inevitablemente, eso le da un tono cercano al pan dulce nacional. Pero aún así cumple y no está mal.

Panetón Cuisine & Co. 900 g


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 13 de diciembre de 2022. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.

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