Argentinos se preparan para una inflación del 90% tras salida de ministro Guzmán

Los datos de inflación de junio, que se publicarán este jueves, ya se ven eclipsados por las alzas de precios de julio y más allá.


Los argentinos enfrentan la perspectiva de una inflación del 90% para fin de año luego de que la salida del ministro de Economía provocara aumentos de precios al día, mientras que el banco central se ve presionado para permitir que el peso se deprecie más rápidamente.

Ese sería el ritmo más rápido desde la hiperinflación hace tres décadas y la tasa más alta del mundo fuera de Venezuela y Sudán, según pronósticos del Fondo Monetario Internacional.

La dramática salida este mes del exministro de Economía Martín Guzmán llevó a que muchas empresas aumentaran los precios. Algunos argentinos corrieron a las tiendas la mañana después de la renuncia de Guzmán para tratar de abastecerse antes de una devaluación del peso y alzas de precios.

Los datos de inflación de junio, que se publicarán este jueves, ya se ven eclipsados por las alzas de precios de julio y más allá. Los precios subieron un 64% en junio con respecto a un año antes, según analistas encuestados por Bloomberg, frente al 61% de mayo.

Consultoras de Buenos Aires, como EconViews, FMyA, Alberdi Partners y EcoGo, pronostican una inflación de 90% para fines de 2022. Una de ellas, FIEL, espera que los precios al consumidor suban un 92%, mientras que otros analistas, como EcoLatina y Empiria Consultores, prevén que la inflación terminará el año en un 85%.

Antes de la salida de Guzmán, los economistas encuestados por el banco central pronosticaban una inflación de 76% para fin de año. La impresión de dinero para financiar el gasto público y el aumento de los precios internacionales de los productos básicos también han contribuido al desenfrenado aumento de los precios.

De cara al futuro, los analistas ven el Gobierno del presidente Alberto Fernández sin herramientas ni una estrategia creíble para enfriar la inflación. Algunos esperan que el banco central acelere sus devaluaciones diarias del peso, lo que le permitiría gastar menos dinero en defender la paridad móvil, aunque eso ejercería aún más presión sobre los precios.

Los poderosos sindicatos de Argentina podrían renegociar aumentos a los salarios de los trabajadores para compensar también las alzas de precios.

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