Hay vacantes: BancoEstado cumple un mes sin presidente y su estratégico comité ejecutivo tiene un solo integrante

Imagen de archivo. Foto: Twitter @BancoEstado.

El 17 de marzo, renunció el presidente de la entidad y hace tres semanas se fue el vicepresidente. El gerente general asumió como vicepresidente subrogante y es hoy el único miembro de un cuerpo colegiado clave de tres miembros que define desde las tasas hasta los créditos. El comité ejecutivo está en compás de espera hasta que lleguen las nuevas autoridades que debe designar Gabriel Boric.


Comité ejecutivo: órgano colegiado encargado de la administración superior del banco. Está formado por el presidente, el vicepresidente y el gerente general ejecutivo.

Esa es la descripción textual de la principal estructura de BancoEstado; la que tiene a su cargo –se lee- todo cuanto concierne a la administración y operación de la empresa. “En su desempeño puede acordar, ejecutar y celebrar cualquier acto, contrato, pacto o convención que conduzca al cumplimiento de los objetivos del banco”. Entre ellos destacan, fijar las garantías, montos máximos y tasas de interés, aprobar el presupuesto anual de inversiones y gastos…y más. Hoy, en la página web de la entidad se presenta, en ese cuerpo colegiado, una sola foto: la del vicepresidente subrogante, el gerente general de la compañía, Juan Cooper. Las otras dos posiciones aparecen vacantes.

El 17 de marzo pasado –a seis días de asumido el gobierno de Gabriel Boric-, el presidente del banco, Ricardo de Tezanos Pinto, renunció. En su reemplazó asumió el vicepresidente de ese entonces, Pablo Correa. El 31 de marzo –hace prácticamente tres semanas- Correa también renunció. Como vicepresidente subrogante quedó Juan Cooper, el hasta ahora gerente general ejecutivo del banco y hoy único integrante del Comité Ejecutivo.

La situación actual es inédita. Nunca en la historia reciente se había dado este vacío. En la administración anterior, la salida y entrada del mandamás del banco se empalmó. El 16 de marzo de 2018 se fue Enrique Marshall y ese mismo día se anunció el nombramiento del ex Banco de Chile Arturo Tagle. Y si bien en el primer período de Sebastián Piñera, Segismundo Schulin-Zeuten asumió en mayo de 2010 –dos meses después de asumir el nuevo gobierno-, su antecesor, José Luis Mardones, dejó el cargo a fines de abril de ese año.

Hoy, al interior del banco hay una seria de decisiones en compás de espera. Se habla de una especie de congelamiento en las definiciones hasta que se resuelva quién presidirá el organismo. Es que si bien no existen días fijos de sesión del comité ejecutivo que se estén incumpliendo, ese cuerpo colegiado tiene la manija para aprobar múltiples aspectos del banco. Por estatuto, acuerdan inversiones, resuelven las solicitudes de crédito, la contratación de créditos internos o externos, fijan tasas de interés para diversas operaciones del banco, remueven personal, aceptan renuncias, confieren mandatos especiales, etc. Todas esas responsabilidades son complejas de ejercer si es que, de tres personas, hay sólo una. Es que si bien, el artículo 13 de la Ley Orgánica de la compañía, establece que el Gerente General Ejecutivo puede ser subrogado por el funcionario del banco que corresponda según el orden que previamente haya establecido el comité, hoy Cooper ejerce un rol mixto entre gerente y vicepresidente.

Exautoridades ponen un ejemplo al problema: si se hubiese aprobado el proyecto de retiro de fondos previsionales del gobierno discutido esta semana y que se traducía en el uso de estos recursos para pago de deudas, para la entidad –dada esta suerte de vacío de poder- hubiese sido muy complejo movilizar toda la estructura del banco para una operación. Aunque todas las sucursales siguen operando con normalidad, al interior del Banco la toma de decisiones si se ha vuelto más lenta.

Lo mismo ha ocurrido con instancias como el comité de crédito, que puede sesionar, pero aprobar montos importantes se hace complejo cuando no hay cabezas aún. Ni lineamientos claros. “Nadie está dispuesto a decidir nada, porque no está claro cuál va a ser el mandato de la nueva administración”, señalan fuentes conocedoras de la gobernanza del banco.

Los otros nombramientos

En febrero sonó fuerte un nombre. Se dijo que la economista, actual presidenta de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess) y cercana al PS, Jessica López, sería la carta que estaría barajando el ministro de Hacienda, Mario Marcel, para proponer al presidente Boric. Tras ella surgieron nuevos candidatos que, resumen cercanos al Ejecutivo, fueron siempre aquellos que el mandatario, por definición, quería tener en alguna de las empresas públicas: Máximo Pacheco era uno de ellos, pero finalmente asumió en Codelco. Y el economista Óscar Landerretche, que hasta la fecha habría sido tentado para algunas posiciones, sin dar aún su visto bueno. A este trio se ha sumado, además, como posibilidad de liderar BancoEstado, el economista y ex vicepresidente del Banco Central, Manuel Marfán… Sin embargo, a la fecha aún no hay una comunicación oficial.

Se esperaba una decisión hace al menos dos semanas; lo que finalmente no ocurrió. El ministro Mario Marcel asistió el 30 de marzo al Consejo General de la Sofofa y, ante una consulta de los asistentes, afirmó que la designación de Codelco sería esa semana y la de Banco Estado, a más tardar a la semana siguiente, dice un testigo de esa reunión. Efectivamente, la designación de Máximo Pacheco fue anunciada esa misma tarde. Pero Banco Estado se ha retrasado. Entre otras cosas, porque la discusión de los retiros concentró la atención del gobierno en esa urgencia. Ahora -con algunas definiciones ya avanzadas en TVN, Codelco y Enap- al interior del banco que el nombre no pase de esta semana.

Ello en circunstancias en que, además, Gabriel Boric no sólo debe nombrar al presidente y vicepresidente de BancoEstado. También es el encargado de designar o ratificar al gerente general, al fiscal –cargo que ocupa la abogada Isabel Margarita Cabello- y a prácticamente todo el Consejo Directivo, el símil del directorio. Este último, es un órgano integrado por siete miembros, de los cuales seis los determina el Ejecutivo. Además del presidente y vicepresidente, debe nombrar a cuatro más.

Actualmente, este estamento está compuesto por Juan Cooper como vicepresidente subrogante; Paola Assael, Edmundo Eluchans, Roberto Palumbo y Edith Signé en calidad de directora laboral. A ellos, se suma, Jaime Soto como director laboral suplente. Hasta mediados de abril, estuvo también Susana Jiménez quien dejó el cargo, mediante una carta enviada al Ministro de Hacienda, Mario Marcel, para que éste a su vez la hiciera llegar al Presidente Gabriel Boric.

Y si bien el Consejo no es decisivo para la operación diaria del banco, también está cojo. Al menos para su próxima sesión, prevista para el 28 de abril, se espera que ya esté completo.

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