Las startups chinas intentan triunfar en EE.UU., pero sin generar una reacción violenta

Muchas empresas chinas esperan igualar el éxito del minorista chino de moda rápida Shein, que ha abierto una tienda en Tokyo este mes. FOTO: NORIKO HAYASHI/BLOOMBERG NEWS

Las empresas están trasladando sus sedes fuera de China, creando una entidad independiente en el extranjero o cambiando de nombre y eliminando las referencias chinas. También están desarrollando una oferta independiente para los mercados chino e internacional, para subrayar la separación de los datos o la gestión de los productos.


A medida que se desgastan los lazos entre Estados Unidos y China, y aumentan las tendencias de desvinculación, docenas de empresas chinas están yendo a contracorriente, buscando formas de expandirse en Estados Unidos y otros mercados internacionales.

Muchos están impulsados en parte por la ralentización de la economía china y el endurecimiento del entorno normativo, así como por la incertidumbre de la política de cero Covid, que en los últimos días ha desencadenado una de las mayores protestas a nivel nacional que ha vivido China en décadas. Otros se inspiran en el enorme éxito mundial de empresas como ByteDance Ltd., propietaria de TikTok, y el minorista de moda rápida Shein.

Pero para evitar el tipo de reacción violenta a la que se ha enfrentado la aplicación de videos cortos TikTok, están trasladando sus sedes fuera de China o creando una entidad separada en países como la ciudad-isla de Singapur. Algunas también están cambiando de nombre y eliminando las referencias a sus raíces chinas, o desarrollando una oferta independiente para los mercados chino e internacional, para subrayar la separación de los datos o la gestión de los productos.

En dos docenas de entrevistas, fundadores, ejecutivos e inversores esbozaron estrategias para que las empresas fundadas en China mantengan el acceso a los recursos y los mercados de las dos mayores economías del mundo, al mismo tiempo que tratan de evitar el tipo de atención que conlleva ser etiquetada como empresa china.

Chris Pereira, director del Instituto del Ecosistema Norteamericano, una consultora que ayuda a las empresas chinas a expandirse en el extranjero, dijo que sus casi 40 clientes están tomando medidas para minimizar los riesgos geopolíticos asociados a sus conexiones con China.

Pereira aconseja a los clientes que hagan menos hincapié en su origen y más en sus productos. Algunos están creando filiales en Estados Unidos, Canadá y Singapur con nombres o equipos de gestión diferentes a los de sus empresas matrices para evitar un escrutinio no deseado, comentó.

Tras las medidas enérgicas contra la educación privada en China el año pasado, la plataforma de aprendizaje en inglés China Online Education Group desprendió su negocio nacional, se trasladó a los mercados de ultramar y se rebautizó como 51Talk Online Education Group para reconvertirse en una empresa global, según declaró a The Wall Street Journal.

La empresa también ha trasladado su sede a Singapur para impulsar su expansión internacional, al mismo tiempo que mantiene un centro de investigación y desarrollo en Beijing.

En el proceso de reestructuración, la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. señaló que la empresa, que cotiza en la Bolsa de Nueva York, corre el riesgo de ser excluida de la lista, en medio de un enfrentamiento de años entre Washington y Beijing sobre la posibilidad de permitir a los reguladores estadounidenses inspeccionar los registros de auditoría de las empresas chinas que cotizan en EE.UU.

Para hacer frente a estas preocupaciones -y dado que sus ingresos proceden únicamente de fuera de China-, 51Talk cambió su auditor de PricewaterhouseCoopers China a Marcum Bernstein & Pinchuk LLP en EE.UU., señaló la empresa.

Con estas acciones, la empresa ha mitigado sus riesgos geopolíticos, indicó, y explicó que está creciendo rápidamente.

El fundador de China Online Education Group, Jiajia Huang, vio cómo las acciones de la empresa comenzaron a cotizar en la Bolsa de Nueva York en 2016. La empresa, que ahora se llama 51Talk Online Education Group, corría el riesgo de ser excluida de la lista, pero ya ha resuelto el problema. FOTO: MICHAEL NAGLE/BLOOMBERG NEWS

Antes de que las relaciones entre Estados Unidos y China se agravaran realmente, los empresarios nacidos en China y educados en Occidente trataban de aprovechar sus conocimientos bilingües y sus redes transfronterizas para crear empresas que pudieran competir a nivel mundial. Desde entonces, la geopolítica ha creado nuevos obstáculos, pero sus ambiciones no han cambiado, dijeron fundadores e inversores.

Al desarrollar sus estrategias de globalización, muchos se han fijado en ByteDance y Shein. Estas empresas han demostrado el éxito que puede tener la combinación de talento, cadenas de suministro, capital y mercados en Estados Unidos y China. También han puesto de manifiesto el tipo de reacción de los consumidores y del gobierno que puede golpear a las empresas chinas y que sería mejor evitar, dijeron los empresarios.

A medida que la popularidad de TikTok se ha disparado, convirtiéndose en la plataforma más visitada del mundo en Internet en 2021, los funcionarios del gobierno de EE.UU. se han opuesto a sus vínculos con China, citando la preocupación de que los datos de los usuarios puedan caer en manos de las autoridades chinas. La India, por ejemplo, prohibió la aplicación tras un enfrentamiento fronterizo con China, alegando que planteaba problemas de privacidad de datos y de seguridad nacional.

En julio, TikTok publicó una entrada en su blog en la que decía que la empresa había tomado medidas para minimizar el acceso de los empleados a los datos de los usuarios estadounidenses, así como las transferencias de datos transfronterizas, incluidas las de China.

Mientras tanto, Shein, que envía productos desde China al extranjero, se enfrenta a una creciente resistencia por su huella medioambiental y sus posibles vínculos con el trabajo forzado en Xinjiang, así como a decenas de demandas por copiar diseños de moda.

Sin embargo, un representante de Shein sostuvo que la empresa tiene una política de tolerancia cero contra el trabajo forzoso y que ha trabajado con las principales agencias para realizar auditorías continuas y sin previo aviso de su cadena de suministro que han confirmado que no hay violaciones de trabajo forzoso.

Desde entonces, ambas empresas han tomado medidas para distanciarse de sus orígenes chinos. El director ejecutivo y el director de operaciones de TikTok tienen su sede fuera de China, al igual que sus centros de datos, lo que significa que no están sujetos a la legislación china, ha dicho TikTok en su blog. A finales del año pasado, Shein cambió su empresa matriz, de una firma registrada en Hong Kong, a una entidad constituida en Singapur, Roadget Business Pte. Ltd., de acuerdo a los registros corporativos. Shein no hizo comentarios sobre el cambio.

Yifan He, fundador y director general de Red Date Technology, trasladó la sede de la empresa a Hong Kong, una región administrativa especial de China con sus propios sistemas financieros y judiciales, pero mantuvo su equipo de ingenieros en Beijing.

La empresa es el principal desarrollador de un servicio global descentralizado en la nube llamado Blockchain-based Service Network, o BSN, para ayudar a las empresas y los gobiernos a crear aplicaciones utilizando la tecnología de libro mayor distribuido. Construye dos versiones distintas para los mercados chino e internacional.

Tras la rápida expansión inicial de BSN en China, donde el servicio es una colaboración entre Red Date, varias empresas estatales y una rama de la agencia de planificación de Beijing, algunos en Washington afirmaron que podría crear un estándar global para la infraestructura de blockchain alineado con las prioridades del Partido Comunista chino.

A finales del año pasado, en un esfuerzo continuo por distinguir las versiones mundial y china de BSN, He formó una organización sin fines de lucro con sede en Singapur que gobernará la primera a través del voto colectivo de las empresas multinacionales que se unan a la organización como miembros. Red Date también ha abierto el código del servicio para que cualquiera pueda examinarlo.

“La gente no se fía de las empresas chinas”, aseguró He. “Nos lleva el doble o el triple de tiempo convencerlos de que estamos haciendo las cosas de verdad, de que no somos un agente del gobierno chino”.

En septiembre, la empresa china de comercio electrónico Pinduoduo Inc. entró en el mercado estadounidense con su sitio de comercio electrónico global, Temu. Al igual que Shein, muchos de sus productos proceden de China y sus precios son muy competitivos.

Al principio, el sitio no mencionaba sus vínculos con Pinduoduo. Ahora, el sitio web dice que es una empresa afiliada a Pinduoduo que comenzó en Boston y dirige su negocio en Estados Unidos a través de una empresa con sede en Delaware. Una entidad con sede en Singapur trabaja con sus clientes fuera de Estados Unidos.

Pinduoduo no hizo comentarios al respecto.

Chinese online group discounter Pinduoduo, based in Shanghai, entered the U.S. market with a differently named e-commerce site.
La empresa china de descuentos Pinduoduo, con sede en Shanghai, entró en el mercado estadounidense con un sitio de comercio electrónico de nombre diferente. FOTO: CHINA STRINGER NETWORK/REUTERS

Por su parte, Tony Wu, socio de Northern Light Venture Capital, una empresa transfronteriza de capital riesgo centrada en empresas tecnológicas en fase inicial, dijo que una de las empresas de su cartera también cambió su nombre que sonaba a chino por uno que sonaba a japonés. “Los estadounidenses están más familiarizados con la cultura japonesa”, explicó.

Ahora bien, no todas las empresas han rehuido sus orígenes chinos. En abril, Fiture, una empresa de smart-fitness con sede en Shanghai, lanzó su primer producto para el mercado estadounidense, un espejo de entrenamiento con inteligencia artificial que, según los críticos de tecnología de consumo, rivaliza con una oferta similar de Lululemon Athletica Inc. Sus ejecutivos afirman que su equipo y sus operaciones transfronterizas les han ayudado a desarrollar un producto que puede venderse en todo el mundo, y comentan que la empresa no ha encontrado obstáculos geopolíticos.

“Somos una generación de la globalización”, afirmó Maggie Lu, de 38 años, directora ejecutiva de la entidad estadounidense Fiture. “Hay muchas cosas que apuntan en otra dirección. Pero me siento muy emocionada y orgullosa de llevar una marca que empezó en China a un escenario global”.

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