Fernando Coloma por veredicto que absolvió a Aldo Motta: "Da una señal muy perturbadora porque da la sensación de que hay impunidad"

FERNANDO COLOMA, exsuperintendente de Valores y Seguros que comenzó el caso Cascada al formular cargos en 2013. FOTOS: PATRICIO FUENTES Y./ LA TERCERA
FERNANDO COLOMA, exsuperintendente de Valores y Seguros que comenzó el caso Cascada al formular cargos en 2013. FOTOS: PATRICIO FUENTES Y./ LA TERCERA

El exsuperintendente de Valores y Seguros que formuló cargos por el caso Cascada, en 2013, cuestiona que los jueces no se hicieron cargo de que se trata de un esquema y no de operaciones puntuales. También entrega su opinión sobre la agenda antiabusos que impulsa el gobierno.




El 10 de septiembre de 2013 se dio el primer gran hito dentro de uno de los mayores escándalos financieros que ha remecido al mercado local.

Ese día, la entonces Superintendencia de Valores y Seguros (SVS, hoy CMF) comandada por Fernando Coloma formuló cargos por una serie de infracciones a las leyes de Sociedades Anónimas y de Mercado de Valores contra Julio Ponce, controlador de las sociedades que conforman la cascada por medio de la que participa como el mayor accionista de SQM, y otros involucrados en lo que se denominó como caso Cascada.

Entre ellos estaba Aldo Motta Camp, quien fue sancionado en su calidad de gerente general de Norte Grande S.A., Oro Blanco S.A. y Pampa Calichera S.A. al participar en una serie de operaciones bursátiles, entre 2009 y 2011, que generaron beneficios para el controlador de las sociedades de la cascada y, en el lado opuesto, afectaron a los accionistas minoritarios.

A poco más de seis años de aquello, hace un par de semanas se dio otro hito, pero en arista penal del caso. El Cuarto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal, en un veredicto de mayoría, absolvió a Motta de todos los cargos que había en su contra, por lo que lo declaró inocente de los delitos que se le imputaban, entre ellos, la manipulación del mercado. Esto se dio en el segundo juicio oral en su contra, ya que el primero fue anulado por la Corte Suprema luego de que determinara que en el primero hubo vulneraciones al derecho a defensa, lo que le permitió zafar de una condena a cuatro años de libertad vigilada que había dictado el tribunal.

En ese contexto, Fernando Coloma cuestiona el veredicto a favor de Motta, pues estima que los jueces no entendieron que el caso se trata de un esquema y no de operaciones separadas. En la misma línea, afirma que no le corresponde hacer un mea culpa por la absolución de Motta, ya que él formuló cargos en la arista administrativa, luego su sucesor Carlos Pavez aplicó las sanciones, y todo ello ha sido confirmado por los tribunales civiles, más allá de los recortes en los montos de las multas, mientras que el Ministerio Público es el responsable de la parte penal.

Además, aborda la agenda antiabusos del gobierno, que incluye un aumento en las sanciones penales por el uso de información privilegiada y la entrega de información falsa.

¿Cómo ve que hayan absuelto de todos los cargos a Aldo Motta?

Si bien en febrero conoceremos todos los detalles sobre el veredicto, me parece que es un fallo desconcertante absolutamente. Teniendo un conocimiento cabal sobre el tema, considero que el caso es totalmente sólido. Las responsabilidades de Aldo Motta son evidentes en las conductas que tenían carácter penal y por las cuales recibió formulaciones de cargos en la parte administrativa, que luego derivaron en multas.

En ese contexto, llama mucho la atención que el primer fallo, donde se condenó a Motta, era muy contundente en este sentido, donde se refrendaba todo lo que había dicho la SVS en su momento, en el sentido de que aquí se había defraudado a los accionistas minoritarios y Motta se había prestado para operaciones que tenían elementos de manipulación de mercado, de transacciones que no tenían el ánimo de enajenar, sino que eran funcionales al funcionamiento del esquema. Y estaba todo subordinado al interés del controlador, Julio Ponce, en desmedro de los minoritarios. Todo eso quedó súper bien establecido en el primer fallo.

¿Qué ocurrió en este segundo veredicto?

Sin embargo, por cuestiones formales, de que había algunos elementos –según determinó la Corte Suprema- en los que no se le había dado las posibilidades de defensa en algunos aspectos muy específicos, se ordenó realizar un nuevo juicio.

Y después de toda esa contundente y robusta impresión que se hizo en su momento respecto de la culpabilidad de Aldo Motta y todo lo que había dicho la SVS, ahora hay un veredicto de mayoría –pues hay una minoría que se opuso- que echa por la borda y desconoce absolutamente los elementos esenciales de lo que fue el caso Cascada y el tema de fondo. Esto fue un esquema, un conjunto de operaciones que hay que mirarlas de forma consolidada y no cada una de forma aislada como si no tuvieran relación entre ellas.

En ese sentido, en el veredicto se plantea que hubo operaciones que cumplieron los requisitos formales de la Bolsa de Santiago, por lo que no habrían representado problemas, lo que es absurdo. Por ejemplo, sobre la arista Linzor, resulta que Aldo Motta tomó contacto con la corredora Banchile para vender acciones de SQM-A por parte de Global Mining. Y resulta que al día siguiente Motta le avisa a la misma corredora que también hay un interés por el lado de la compra. Y resulta que él también estaba vendiendo como Global Mining o Pampa Calichera, pero a la vez estaba comprando como Oro Blanco, siendo gerente de esas entidades.

Como esas transacciones no podían hacerse directamente por un problema que imponía la norma IFRS, buscaron un puenteador, alguien que "las hiciera pasar por el mercado". Entonces, no había ánimo de enajenar los títulos, sino que se buscaba utilizar el mercado para efectos de reconocer una utilidad contable y a partir de eso repartir utilidades, además de fondear a las sociedades cascada que después salían a comprar otras acciones.

¿Los jueces no entendieron el caso?

En la operación de Linzor en particular, el señor Motta estaba en ambos lados y dio la orden como vendedor y luego como comprador, donde Linzor se prestó para esto, donde le compraba a Global Mining y a los tres minutos ya estaba transfiriendo a Oro Blanco. Entonces, vendía y compraba sin ningún riesgo de nada porque todo estaba concertado con anticipación.

Esa operación que era absolutamente irrefutable por su solidez, el voto de mayoría del veredicto dice que eran operaciones que se podrían haber calzado cada una por separado, lo que es insólito. Es no darse cuenta de lo que hay detrás del conjunto de transacciones. Yo estoy muy desconcertado porque es muy contradictorio respecto al anterior y desafía la razón.

El veredicto no se hizo cargo para nada de lo que es el caso Cascada, de lo que era el esquema, y que en la arista Linzor el señor Motta estaba en ambas partes, como comprador y como vendedor. Que se diga que esto no estaba concertado, que no estaba articulado en función de las cosas que en su momento la SVS condenó e impuso multas, es bien poco presentable.

¿Cree que se podría debilitar la arista penal del caso Cascada?

No es un buen fallo en ese sentido, pero espero que existan instancias y que se recurra a todos los recursos que se pueda. Supongo que el Ministerio Público está pensando en insistir tanto en la culpabilidad de Motta como en la del resto, incluido Julio Ponce.

¿Qué impacto tendría este fallo para los estándares de funcionamiento del mercado?

Estos fallos son muy desconcertantes. De todos modos, en la arista administrativa aquellas sanciones que apelaron los involucrados han quedado a firme ante los tribunales, más allá de que en algunos casos se han rebajado considerablemente los montos de las multas.

Esto da una señal muy perturbadora porque da la sensación de que aquí hay impunidad frente a casos que son clarísimos, desde la perspectiva del regulador, de la perspectiva de varios fallos de los tribunales civiles e incluso de algunos actores del mercado.

Si una de las aristas comienza a debilitarse obviamente hay un problema. Ya el Tribunal Constitucional (TC) generó un problema serio cuando hizo inaplicable el artículo en virtud del cual se aplicaron las multas. No es que las multas hayan desaparecido, pero se redujeron a su mínima expresión, lo que no se condice para nada con el daño provocado ni con el beneficio que obtuvieron los principales involucrados.

Este tipo de conductas genera daños al mercado financiero, lo que hace tan importante que el caso no quede aquí, que se persevere y que se haga de verdad justicia. La integridad del mercado así lo exige, donde son muy importantes las señales que se den en esta materia.

[caption id="attachment_510421" align="aligncenter" width="791"]

ALDO MOTTA era el único formalizado por el Ministerio Público en la arista penal del caso Cascada. SEBASTIAN BROGCA / LA TERCERA

ALDO MOTTA era el único formalizado por el Ministerio Público en la arista penal del caso Cascada. SEBASTIAN BROGCA / LA TERCERA[/caption]

Agenda antiabusos

¿Cómo ve el anuncio de un aumento de las sanciones penales y multas por el uso de información privilegiada y la entrega de información falsa?

En cuanto a sanciones penales, la Ley de Mercado de Valores establece que para delitos como el uso de información privilegiada las penas van desde 61 días a cinco años de cárcel. Por la entrega de la información falsa, hoy son entre 541 días y 10 años.

Desde el punto de vista de las multas administrativas, hoy día existen tres categorías que dependen de la magnitud de la infracción. Una puede ser un tope de 15.000 UF y si ha habido reiteración en la operación puede ser hasta cinco veces eso, es decir, 75.000 UF, otra es hasta el 30% de la operación irregular y la última es hasta dos veces el beneficio pecuniario que haya obtenido la persona que cometió el delito.

El gobierno ha dicho que se busca aumentar el máximo de las penas por información privilegiada hasta 10 años, pero lo relevante es que haya algo de cárcel efectiva frente a usos de información privilegiada relevantes. Lo anterior, ya que hoy si los jueces determinan que alguien es condenado a tres años, pero si se aplican determinadas atenuantes esa persona termina cumpliendo la pena en libertad.

Entonces, frente a delitos que son graves no hay cárcel efectiva. Por ello, sería mejor que, aun cuando operen las atenuantes, haya un piso mínimo que garantice que habrá cárcel porque al final eso es lo que más resiente la gente y lo que más disciplina sus acciones. Además, se eliminaría esa sensación de impunidad que muchas veces queda.

¿Y en el caso de las multas?

Hoy se pueden poner multas importantes. Por ejemplo, se puede imponer el 30% de la operación irregular, más allá de que el Tribunal declaró inaplicable el artículo que lo establece, en el marco del caso Cascada. Con la ley que creó la CMF se volvió a instalar el artículo, donde hay una mayor prevención de redacción legal que asegura que esa multa podrá aplicarse, por lo que el TC no debiera volver a declararlo inaplicable.

Entonces, el catálogo de multas es significativo. Entiendo que se quiere subir el tope de las 15.000 UF, lo que me parece positivo, pero no perdamos de vista que hoy podemos establecer multas relevantes.

¿Cómo ayudará esto a un mejor funcionamiento del mercado, considerando que también la CMF tiene mayores facultades para investigar?

Hoy el énfasis se ha puesto en las sanciones, pero hay un tema que es muy relevante: la calidad de los gobiernos corporativos. Después del caso La Polar, el regulador hizo un esfuerzo muy importante por mejorar la calidad de los gobiernos corporativos y sacó una norma que hacía que los directorios tenían que auto evaluarse respecto del cumplimiento de un conjunto de buenas prácticas. Después se ha venido perfeccionando la normativa.

Un bueno gobierno corporativo, a su vez, ayuda a prevenir que haya abusos dentro del mercado, por lo que esto debe complementarse con las sanciones penales y administrativas.

Hay que ir permeando la cultura de las empresas de que hay que hacer las cosas bien, que es legítimo hacer utilidades, pero de forma honesta. No hacerlas a través de una desinformación deliberada o de una trampa.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.

La nave de la Nasa ha sido la única que ha llegado a Plutón. Desde que pasó por el planeta enano en 2015, ha seguido su viaje por lo más profundo del Sistema Solar. Acá te lo contamos.