LarrainVial: "Hay una sensación de que el país se ha llenado de permisología y que hay una anarquía en los permisos"

José Manuel Silva, director de inversiones de LarrainVial Asset Management. FOTO: LUIS ENRIQUE SEVILLA FAJARDO.
José Manuel Silva, director de inversiones de LarrainVial Asset Management. FOTO: LUIS ENRIQUE SEVILLA FAJARDO.

El director de inversiones del área de asset management, José Manuel Silva, además advierte que el crecimiento potencial de Chile será un poco más bajo si es que se genera algún grado de desglobalización a partir de la guerra comercial.




Luego de que en 2018 Chile creciera 4%, tras varios años con una tasa bastante inferior, las expectativas de los economistas y hombres de negocios apuntaban a que este año la actividad económica se expandiría a niveles similares. Sin embargo, el crecimiento sería menor a 2% en el primer semestre y el gobierno ha reducido su proyección para 2019 a un rango de 3% a 3,5%, donde voces locales e internacionales incluso han sugerido que estaría por debajo de esos niveles.

En ese contexto, varios voceros del sector privado han apuntado que uno de los factores que han impedido un mayor dinamismo es la demora que ha tenido la tramitación de la reforma tributaria impulsada por el gobierno de Sebastián Piñera. Si bien José Manuel Silva, director de inversiones de LarrainVial Asset Management, estima que ha sido un factor preponderante, enfatiza que hay otros que también han impactado el ambiente de inversión.

Entre ellos, nombra las discusiones que se han dado en Contraloría y las municipalidades por los permisos para construcciones, así como los fallos contradictorios que ha dictado la Corte Suprema. Lo anterior, a su juicio, es un ejemplo de la sensación que se ha instalado sobre un predominio de la "permisología" y de una "anarquía" en materia de permisos.

Junto con ello, desde su oficina ubicada en el piso 15 de la torre Titanium, el ejecutivo anticipa que la guerra comercial durará varios años, donde habrá periodos de tregua y otros de escalada, lo que implica riesgos para Chile. Muestra optimismo con respecto a Brasil, lo que impulsará a la región, y destaca que la bolsa local presenta oportunidades interesantes en este momento.

¿Qué perspectivas tienen para el panorama global?

Hay tres factores que han estado frenando la economía mundial, ya que está en una fase de desaceleración y en algunos componentes bastante fuerte. Uno de esos factores es el alza de la tasa por parte de la Reserva Federal durante todo 2018, unido al término lo que se denominó como relajamiento cuantitativo. El segundo factor es el ajuste económico que llevaron a cabo las autoridades chinas en 2017 y hasta comienzos del año pasado, que frenó la economía china. Y el tercer factor es la guerra comercial.

Los dos primeros factores están desapareciendo o ya han desaparecido como factores de riesgo.

Claramente la Fed se ha dado una voltereta gigante desde aparecer muy halcón hacia mediados de 2018 a hoy ser súper paloma. Incluso en las últimas declaraciones en el Parlamento, Jerome Powell sorprendió al declarar nuevas razones por las cuales es necesario bajar la tasa de interés, donde consideró la actividad económica mundial. Powell señaló que también está preocupado por ese tema y sus repercusiones en EEUU, ya que, dado que ese país ha aumentado su integración en los últimos años a la economía mundial, el comportamiento de ésta le influye más que antes.

Entonces ya no está ese riesgo de que la Fed mantenga o suba la tasa, donde incluso podría bajar la tasa en 50 puntos base de aquí a noviembre.

El otro riesgo que mencionaba era China, donde las autoridades a partir de fines del año pasado y comienzos de este año han ido aumentando de a poco el déficit fiscal y, por lo tanto, han ido haciendo política contracíclica, también han ido bajando la tasa de interés y han ido bajando las restricciones financieras que había en ese país. De hecho, los indicadores líderes se han dado la vuelta, por lo que la impresión de que la economía de China estaría comenzando a rebotar pronto.

Pero queda el tercer factor, que probablemente es el más preocupante de los tres: la guerra comercial. Es el más impredecible y es un factor nuevo dentro de las últimas tres o cuatro décadas.

La tendencia mundial de los últimos 30 años es hacia la globalización, que los países se integren económicamente, y, de alguna manera, lo que ha iniciado el Presidente Donald Trump es un periodo eventualmente de desglobalización. Eso está generando mucha incertidumbre en los empresarios a nivel mundial y eso, a su vez, ha provocado una caída en la inversión a nivel global. Y yo tengo serias dudas de si esta caída de la inversión se puede contrarrestrar sólo con recortes en las tasas de interés.

¿Cómo se podría contrarrestar?

Generando confianza en la clase empresarial, lo que no es tan fácil de restablecer porque mucha gente se dio cuenta que hay una probabilidad de que esta guerra entre China y Estados Unidos se mantenga por muchos años. Que pueda tener ciclos, y hoy día estamos entrando en un período de tregua, pero se ha instalado la sensación de que esto nos va a acompañar por muchos años y que, por lo tanto, el mundo habría llegado a un peak de globalización.

¿Qué impacto tiene para los mercados emergentes y Chile?

Eso es una mala noticia para países como Chile porque ha apostado todo su modelo de desarrollo en los últimos 30 años a abrirse al mundo y estar integrado. Y si el mundo se quiere integrar menos, obviamente eso tiene cierto impacto. Eso no quiere decir que Chile deba replantearse su modelo de desarrollo, pero debe ser muy inteligente en cómo realiza esta jugada y esperamos que los líderes lo hagan bien.

Si hay un cierto grado de desglobalización, probablemente, el crecimiento potencial de Chile será un poco más bajo.

¿Dónde están viendo oportunidades?

No todo es malo, porque las tasas de interés bajas en mercados desarrollados ayudan a los emergentes, entre ellos, a Chile, ya que baja el costo de fondo.

Vemos oportunidades en bonos de mercados emergentes, tanto soberanos como corporativos, en moneda dura (dólar) y en moneda local. O sea, la renta fija de mercados emergentes se ve atractiva, sobre todo la latinoamericana, porque tiene tasas mucho más altas de lo que se puede encontrar en prácticamente cualquier parte del mundo.

¿Qué países ofrecen mayores oportunidades?

Brasil, Chile y Argentina es lo que más nos gusta y lo que menos nos gusta es México, principalmente por la incertidumbre que ha generado el gobierno de AMLO en ese país. Estamos cada vez más optimistas con Brasil porque pensamos que en ese país viene un ciclo de reformas que aumentará su crecimiento potencial en los próximos 10 años. Ha tenido una década pérdida, lo que cambiará en los próximos tres o cuatro años y no está totalmente incorporado en los precios de los activos brasileros.

¿Qué impacto podría tener para Brasil y Chile?

Es una buena noticia lo de Brasil, ya que, si pasa de crecer 0% a 3%, sería una muy buena noticia para Argentina y para Chile, tanto porque Brasil es un mercado interno importante, por lo que habrá demanda de productos argentinos y chilenos, como también porque al ocurrir eso atraerá dinero para la región.

Ya es casi cierto que la reforma de pensiones, que era la más difícil, va a estar promulgada de aquí a tres o cuatro meses. Y lo que viene después en Brasil es una serie de reformas no tan polémicas o complicadas. Entre ellas, una reforma tributaria. Brasil tiene un problema gigantesco de complejidad en su sistema tributario, ya que tiene más de 140 impuestos entre los federales, estatales y municipales, lo que lleva a la corrupción y a la ineficiencia y disminuye el crecimiento potencial del país.

Tanto el ministro Pablo Guedes como Rodrigo Maia, que es el presidente de la Cámara Baja, han señalado que quieren impulsar una reforma fiscal que más que bajar los impuestos, los simplifique. Eso, a su vez, debiera simplificar la forma de hacer negocios en Brasil.

¿Cómo ven el ambiente de inversión en Chile?

El ambiente de inversión en Chile está más lento, pero tampoco es algo dramático. En Chile se produjo algo parecido a lo de Brasil, ya que tras un año de un gran crecimiento este año ha sido más débil. Obviamente está influido por el contexto internacional, donde la economía y el comercio mundial se están frenando bastante.

Adicionalmente, hay una preocupación en el país porque no se logra volver a recuperar el consenso sobre qué reformas tienen que hacerse para volver a crecer más. ¿Qué es lo más importante para el país: crecimiento, redistribución o medio ambiente?

¿Podría haber un equilibrio entre los tres?

Se puede tratar de llegar a equilibrios, pero desde mi punto de vista la prioridad de Chile sigue siendo el crecimiento. Y da la sensación de que en los últimos 10 años Chile pensó que el crecimiento era dado, mucha gente ha pensado que es algo que viene por sí solo, y se olvidan que es fruto de una serie de cambios institucionales que se hicieron en los últimos 50 años.

Ese consenso comenzó a resquebrajarse a principios de la década de los 2000 y se terminó de romper a comienzos de esta década, y hasta hoy no se ha vuelto a recuperar.

¿Qué debiera pasar para retomar el crecimiento?

Quizá un recorte en la tasa de interés te ayuda a evitar que se desacelere más la economía, pero para recuperar lo que John Keynes denominaba como espíritus animales, que es básicamente la capacidad de los empresarios de un país de querer arriesgarse, hay que generar reglas claras. Siempre el empresario exitoso ya es rico y tiene la posibilidad de irse a la playa a leer un buen libro o joderse la vida y apostar la plata que ha ganado y eventualmente perderla en un nuevo negocio.

Eso es lo que genera crecimiento económico, no el Congreso ni las ONG ni las buenas intenciones. Lo que genera crecimiento es un grupo de gente, que efectivamente son pocos, que tiene el espíritu emprendedor y se atrevan a apostar sus recursos y su tiempo emprendiendo. Ese grupo de gente requiere de un horizonte más o menos estable y mientras más reglas claras les des, más se atreverán a invertir y, por ende, a generar crecimiento.

¿Cuáles son vías que tiene el gobierno?

Yo creo que el gobierno sí tiene capacidades de hacer cosas de gestión por sí mismo, pero tiene que haber una buena voluntad de todas las partes por articular un nuevo consenso, y si no existe esa buena voluntad es difícil lograr llevar a cabo reformas estructurales.

Si bien es cierto que Chile no requiere reformas tan estructurales como Brasil, porque ya se hicieron, pero siempre se deben ir mejorando porque la realidad va cambiando.

Y aunque la reforma tributaria es la más importante para el ambiente de inversión, también hay otros temas. Hay una sensación de que el país se ha llenado de permisología y que hay una cierta anarquía en los permisos. Desde afuera, uno ve unas discusiones en la Contraloría, en las municipalidades por el tema construcción, ve que la Corte Suprema dicta fallos contradictorios, etc.

¿Entonces cómo se toma el carro para volver al dinamismo?

Eso depende del liderazgo político y de explicar bien. Hay un tema general de comunicación en el país, incluyendo la prensa, de explicar, ya que ha habido una escasez de explicación.  Sería importante que cada política del Estado viniera acompañada del disclaimer, es decir, información que explique los costos que conlleva. Esto ayudaría a que la gente elija con la máxima cantidad de información a su alcance.

Pero tampoco hay que caer en el pesimismo. El país está creciendo a niveles del 3-3,5%, lo que no es una mala tasa de crecimiento para la región, pero nos acostumbramos a crecer más que el mundo y la región durante muchos años, por lo que deberíamos apuntar a volver a ello.

¿Cómo ven al mercado local?

Creemos que la Bolsa chilena está demasiado castigada. En términos de valorización, está bajo el promedio de los últimos 10-15 años y nos da la sensación de que, en un contexto global, donde las tasas de interés seguirán bajando, donde China seguirá intentando impulsar su economía, y donde tendremos probablemente una tregua comercial durante los próximos 18 meses, está excesivamente castigada.

Eso abre oportunidades para entrar en este momento a la Bolsa local con unas perspectivas de 12 a 18 meses.

¿Qué sectores presentan más oportunidades?

Los sectores retail y consumo han sido bien castigados, por lo que ahí hay oportunidades. El sector bancario también presenta atractivo, al igual que las empresas que tienen presencia en América Latina, sobre todo en Brasil. Si la Bolsa de ese país anda todo lo bien que pensamos que debería andar, habrá un beneficio para el mercado local, al igual que si en Argentina sale reelecto Mauricio Macri.

¿Por qué se hicieron signatarios del PRI, que promueve las inversiones responsables o ESG?

El tema de haber firmado como signatarios del PRI nos ayudará a ir construyendo en el tiempo un marco conceptual de análisis con variables de medioambiente, sociedad y gobierno corporativo (ESG), que incluiremos en el marco que ya está armado para analizar empresas.

Adicionalmente al precio/utilidad, al retorno por dividendo, entre otras variables, el analista deberá incluir las métricas ESG. Y si una empresa que se veía muy atractiva con las métricas tradicionales, pero tiene muy malas métricas ESG, eso implicará una disminución de su ponderación dentro de la cartera. Y la meta es en un plazo de 12 a 18 meses tener integrado esto en nuestros sistemas.

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