BCE avanza con su plan de compra de valores respaldados por activos




Berlín. El Banco Central Europeo se comprometió ayer a impulsar los planes para reavivar la estancada economía de la eurozona comprando valores respaldados por activos (ABS, su sigla en inglés) pese a las crecientes dudas de Alemania y Francia.

En un informe, dado a conocer por la agencia de noticias Bloomberg el martes, los gobiernos de Francia y Alemania rechazaron los llamados del BCE a entregar garantías públicas a las porciones más riesgosas de los ABS.

Estos valores, a los cuales se culpa ampliamente por generar la crisis financiera global en 2008, reúnen activos como hipotecas o tarjetas de crédito para la venta a inversionistas de renta fija.

El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, anunció la semana pasada que el BCE busca comprar un monto todavía no especificado de esos valores a los bancos para liberar sus balances e impulsar el préstamo a las empresas de la eurozona.

Un vocero del BCE dijo ayer al Financial Times que la decisión del banco de “comprar un amplio portafolio de ABS simples y transparentes es independiente de cualquier decisión de gobierno”, pese a que “las garantías gubernamentales jugarán un rol útil en reforzar el mercado de la securitización en Europa y su rol en financiar la recuperación económica”.

El banco central estaba respondiendo a un informe sobre securitización preparado por Berlín y París, el cual será presentado esta semana ante una reunión de ministros de Finanzas de la UE en Milán.

En el documento los ministros de finanzas de Francia y Alemania llaman a tomar medidas para incentivar “la securitización de alta calidad” para ayudar a crear un crecimiento económico sostenible.

Sin embargo, también rechazan los llamados para que los gobiernos alivien al banco central de parte del riesgo crediticio involucrado en esas compras, argumentando que “una intervención en la forma de un esquema de garantía pública sería problemática”.

El reporte argumenta que “los inversionistas podrían verse tentados a depender de la garantía en vez de realizar su due diligence examinando la transacción y los activos subyacentes, y sería difícil para el sector público liberarse del compromiso sin perjudicar al mercado”.

Las crecientes tensiones entre el banco central y las dos mayores economías de la eurozona subrayan las dificultades que enfrenta el banco central al lanzar el controvertido esquema. El directorio del BCE estaba dividido sobre el plan, con una mayoría respaldando a Draghi y una minoría votando en contra, incluyendo a Jens Weidmann, presidente del Bundesbank alemán.

Se conoce que los funcionarios del Bundesbank no creen que sea necesario un plan de ABS. Sostienen que ya hay demanda de los inversionistas para la porción de alta calidad del mercado de ABS, mientras el BCE no debiera comprar los más riesgosos.

Más ampliamente, Berlín argumenta que una política monetaria más fácil, que incluya esquemas de compras de activos, alivia la presión sobre los gobiernos, incluyendo a Francia e Italia, en buscar reformas estructurales.

Wolfgang Schäuble, ministro de Finanzas de Alemania, dijo ante la Cámara Baja del Parlamento el martes que los llamados a “usar más dinero público y a aceptar mayores déficit y deudas nos está llevando por el mal camino”.

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© The Financial Times Ltd, 2011.

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