Bloomberg: ¿Qué diablos le pasó a la bolsa?

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EFE



No muy bienvenida pero, probablemente esperada. La fuerte liquidación de acciones que comenzó la semana pasada y cobró impulso esta semana careció de un elemento detonante específico, a diferencia de la última vez que las acciones estadounidenses cayeron tanto, lo que sucedió luego de que los Estados Unidos perdieran su calificación soberana AAA de S&P Global Ratings en 2011.

"Es una conmoción. Enero fue un muy buen mes, y de pronto llega febrero y todo se revierte", explica Kerry Craig, un estratega de mercado global en Melbourne de JPMorgan Asset Management, que gestiona alrededor de US$2.000 millones agregando que recibió "un torrente de correos electrónicos de clientes que (se preguntaban) qué diablos pasaba".

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Como en el caso de un avión que cae, los especialistas hablan de una confluencia de factores, que en este caso van desde el camino de aumentos de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal hasta una rápida serie de negociaciones consecuencia de la baja volatilidad en los mercados.

Aumento de rendimientos

Los bonos del Tesoro de EEUU a mayor plazo se negaron con obstinación a cambiar mucho luego de que la Fed iniciara el endurecimiento monetario en 2015. El argumento fue que en una economía de crecimiento sin mucha inflación los costos crediticios a largo plazo permanecerían bajos. Eso fue alcista para las acciones. Luego los rendimientos empezaron a subir el mes pasado. Algunos advirtieron que, si los rendimientos a 10 años superaban el 2,6%, habría problemas para las acciones. Tenían razón.

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Detrás del aumento de los rendimientos hay un creciente debate sobre las perspectivas de la política de la Fed. Durante buena parte del actual ciclo de ajuste, los inversores se sentían cómodos con la idea de que el banco central de EEUU dejaría de elevar su tasa objetivo a un nivel mucho menor que en el pasado, dado que un incremento más lento de las tasas frenaría la inflación.

Luego se dispuso una reducción de impuestos de US$1.500 millones en momentos en que la economía se expandía un promedio de 3% en los últimos tres trimestres de 2017. El informe de empleo de EEUU del viernes sugirió que los aumentos salariales cobran fuerza, lo que podría impulsar la inflación. Sumado a un cambio de guardia en la cima de la Fed, surgió la pregunta de si las autoridades se detendrían en alrededor de 3% como extremo superior de la banda meta. Por otra parte, podrían pasar semanas antes de que los inversores tengan noticias del nuevo presidente de la institución, Jerome Powell.

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El sólido comienzo de año para las acciones estadounidenses fue el indicador "destacado" de que las acciones a corto plazo estaban sobrecompradas, dijeron estrategas de Citigroup Inc. el 25 de enero. El índice semanal de fortaleza relativa del S&P 500 había subido al mayor nivel de que se tenga registro y los estrategas advirtieron que un regreso a la línea de tendencia del ciclo actual significaría una corrección del mercado de más de 20%.

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